José Manuel Nieto Jalil
Imagina un futuro donde la tecnología y la sostenibilidad se entrelazan en perfecta armonía. En este mundo, un grupo de ingenieros visionarios decidió desafiar las normas establecidas y creó Tesla Motors en 2003 en el corazón de California.
Bajo el liderazgo audaz de Elon Musk, Tesla emergió como un titán de la innovación automotriz, demostrando que los vehículos eléctricos no sólo pueden competir con sus contrapartes de gasolina, sino superarlos en velocidad, eficiencia y disfrute al conducir.
Los ingenieros Martin Eberhard y Marc Tarpenning iniciaron la historia de Tesla en una pequeña empresa en Silicon Valley.
Su primer proyecto fue un vehículo eléctrico llamado T Zero, con autonomía de hasta 300 km.
Presentaron el proyecto a Elon Musk, y un mes después, Musk formalizó una inversión de 7.5 millones de dólares y se convirtió en el primer presidente del consejo de accionistas de Tesla Motors.
En la actualidad, Tesla no sólo fabrica vehículos completamente eléctricos, también provee productos de generación y almacenamiento de energía limpia para crear un ecosistema totalmente sostenible.
Todos estos grandes triunfos de Elon Musk y de una de sus compañías, precisamente Tesla Inc., están intrínsecamente relacionados con el legado de uno de los científicos e inventores más brillantes y controvertidos de todos los tiempos: Nikola Tesla (1856-1943).
El nombre de la compañía no es una coincidencia. Nikola Tesla, con sus innumerables patentes y su visión futurista de un mundo impulsado por la electricidad, ha inspirado la misión de Tesla Motors de transformar la energía y el transporte en beneficio de la humanidad.
Nikola Tesla fue un inventor, ingeniero eléctrico, ingeniero mecánico y físico estadounidense de origen serbocroata. Se le reconoce principalmente por sus numerosas invenciones en el campo del electromagnetismo, desarrolladas a finales del siglo XIX y principios del siglo XX.
Sus más de 300 patentes y su extenso trabajo teórico ayudaron a establecer bases de los sistemas modernos de uso de la energía eléctrica, incluyendo el sistema polifásico de distribución eléctrica y el motor de corriente alterna, que jugaron un papel crucial en la Segunda Revolución Industrial.
A finales del siglo XIX, la electricidad se convirtió en la piedra angular del progreso industrial y tecnológico, dando lugar a una intensa competencia entre inventores e ingenieros que buscaban patentar los últimos avances en esta revolucionaria área.
Tesla comenzó su carrera en este vibrante contexto trabajando como un simple electricista para el renombrado inventor estadounidense Thomas Alva Edison.
No tardó en destacar por su asombroso conocimiento e inteligencia, atributos que lo llevarían a desafiar el statu quo de su tiempo.
La relación profesional entre Tesla y Edison fue tan breve como tumultuosa. Aunque Tesla admiraba inicialmente a Edison, surgieron diferencias irreconciliables en sus enfoques científicos y metodologías.
Edison, defensor acérrimo de la corriente continua (CC), era escéptico ante las ideas de Tesla sobre la corriente alterna (CA), tecnología que prometía mucho más eficiencia para la transmisión de electricidad a larga distancia. Esta discordia, sumada a desacuerdos financieros y profesionales, llevó a Tesla a tomar la audaz decisión de abandonar a Edison y emprender su propio camino.
Decidido a probar el valor de sus ideas, Tesla fundó su propia compañía y desarrolló una serie de inventos que cambiarían el curso de la historia.
Con el apoyo de inversores como George Westinghouse, Tesla pudo financiar sus investigaciones, acumulando una fortuna que reinvertía constantemente en su trabajo. Entre sus innovaciones más destacadas se encuentran el sistema polifásico de distribución eléctrica y el motor de corriente alterna, fundamentales para la industria.
Tesla no sólo fue prolífico inventor, sino también un visionario cuya imaginación le permitió anticipar tecnologías que se materializarían mucho después.
Estaba obsesionado con la tecnología inalámbrica y dedicó gran parte de su trabajo a desarrollar inventos y teorías enfocadas en la transmisión de datos sin cables. En sus escritos, predijo que algún día sería posible transmitir señales telefónicas, música y videos en todo el mundo con tecnología inalámbrica. Su predicción se cumplió con la invención de la World Wide Web en la década de 1990, y más específicamente con el desarrollo del Wi-Fi, que permite la transmisión de datos sin cables de manera global.
Tesla también predijo el uso de dispositivos portátiles capaces de transmitir imágenes, música e incluso video en todo el mundo, mucho antes de que los teléfonos celulares se hicieran realidad. Él acuñó el concepto de tecnología de bolsillo, anticipando la capacidad de los dispositivos móviles modernos de conectarnos globalmente y acceder a una vasta cantidad de información.
En 1898, Tesla realizó una demostración de un dispositivo autómata controlado de forma remota, que hoy podríamos llamar un dron. Esta demostración de tecnología sin cables fue una de las primeras manifestaciones de lo que ahora conocemos como vehículos aéreos no tripulados (UAVs) o drones, utilizados para fotografía aérea y hasta entregas de paquetes.
Tesla también imaginó aeronaves capaces de dar la vuelta al mundo a grandes velocidades y anticipó rutas comerciales entre distintos países con capacidad para muchos pasajeros. Esta visión se ha realizado con el desarrollo de aviones comerciales que conectan rápidamente puntos distantes del planeta, transformando la manera en que viajamos y hacemos negocios a nivel global.
El impacto de Tesla no se detiene ahí. Su trabajo en el descubrimiento de los rayos X también fue pionero. Aunque el alemán Wilhelm Röntgen es ampliamente reconocido por ello, Tesla había experimentado con esta tecnología antes.
Tesla diseñó su propio sistema de rayos X y obtuvo una de las primeras imágenes del cuerpo humano con esta tecnología, a las que llamó sombragrafías. Estas imágenes impresionaron por su calidad y nivel de detalle al propio Röntgen.
En una de sus visiones más progresistas, Tesla predijo que las mujeres usarían la tecnología sin cables para obtener mejor educación y empleo y, en última instancia, se convertirían en el sexo dominante. Esta visión anticipó el impacto de la tecnología en la emancipación y empoderamiento de las mujeres en los siglos XX y XXI, en que el acceso a la información y la comunicación ha jugado un papel clave en la lucha por la igualdad de género.
Tesla constituye un icono de la cultura popular, un símbolo del científico genial y excéntrico, del inventor adelantado a su tiempo e incomprendido.
Cada día, cuando encendemos la luz, rendimos un homenaje silencioso a Tesla, uno de los inventores más peculiares y revolucionarios de la historia.
Antier, 10 de julio, se conmemoró el 168 aniversario de su nacimiento. Su visión de un mundo interconectado y su incansable búsqueda de la innovación continúan inspirando a nuevas generaciones de científicos, ingenieros y soñadores.