Por: Lesly Mellado May
Julio Glockner deja la Secretaría de Cultura de Puebla sin pena ni gloria, es cierto que la contingencia dio al traste con varias tareas de gobierno, pero antes no había dado muestras de dar un giro a la dependencia y poner en marcha lo que por décadas pregonó debía ser la política cultural.
Quizá pasará a la historia por su empeño exorcista llevando lucha libre al Museo Internacional del Barroco, pero no como el “antropólogo de izquierda” que logró una transformación en el sector cultural.
Sin importar quién estaba a cargo de la Secretaría de Cultura, Glockner criticaba las actividades, programas y creaciones. Decía, entonces, tener una idea clara de cómo preservar y promover las culturas indígenas y populares, y también cómo democratizar las expresiones culturales de “élite”.
Era también opinador profesional sobre la forma en que debía gestionarse el patrimonio cultural edificado.
Él y un grupo de “izquierda” fueron durante varios años una versión rústica de un “gabinete de sombra” en material cultural en Puebla.
Hacían algunas críticas atinadas y otras sólo movidas por su militancia, pero eran al fin quienes se ostentaban como guardianes de la cultural y el patrimonio edificado.
Glockner llegó a la Secretaría de Cultura y no atinó a poner en marcha lo que por muchos años teorizó. El ‘debe ser’ se quedó en declaraciones, él se limitó a ejercer de funcionario (con todo lo que eso implica en la picaresca mexicana) y a mantener a flote los programas que ya tenía la dependencia.
El funcionario desperdició la silla que había anhelado por años. Puebla tiene una gran riqueza cultural que le ha valido diplomas de organismos internacionales, todos los gobernadores lo han reconocido y presumido, pero ninguno ha logrado hacer de ésta un referente y un detonante económico.
Esperamos que el nuevo secretario de Cultura cumpla con poner en marcha un plan que no esté supeditado exclusivamente al turismo, que encuentre la forma de preservar el patrimonio tangible e intangible con la participación de las comunidades, que llegue a todos los municipios y estratos sociales.