@cyberthompson
Seguramente viste la película “Yo robot” con Will Smith y/o “Terminator” con Arnold Schwarzenegger, robots del futuro con características humanoides e inteligencia propia razonaban por su cuenta y ejecutaban acciones. Ese futuro que se veía irreal o lejano está más cercano que nunca y se convierte cada vez más en una realidad tangible. Para muestra, basta ver los robots humano y perro de Boston Dynamic, creados por la ciencia de la tecnología que se denomina robótica.
La robótica se enfoca en el diseño, la programación y la fabricación de robots o máquinas automatizadas, capaces de realizar diversas tareas o de comportarse de una manera determinada. Los robots permitirán añadir posibilidades infinitas a la forma como nos movemos, qué construimos y dónde, e incluso a los materiales que usamos para crear cosas.
Los robots han tenido un papel preponderante al realizar tareas peligrosas, desagradables o tediosas, y han permitido explorar entornos de difícil acceso, entre ellos las profundidades marinas o el espacio exterior. Cada vez habrá más robots capaces de adaptarse y de aprender a interactuar cognitivamente con los seres humanos y con otras máquinas. La robótica se está beneficiando de un sinnúmero de avances tecnológicos.
Gracias al aprendizaje automático, los robots están siendo entrenados para tareas cada vez más complejas. Los costos de producción y el disponer cada vez más de procesadores de alta capacidad a mejor precio hace que sea más fácil para las empresas pensar en integrar robótica a sus procesos y la industria, la cual se conoce cómo 4.0 está siendo una realidad cada vez más tangible, así como en el pasado fue el vapor, después la electricidad, luego la fabricación en serie y automatización con computadoras, ahora estamos de lleno con robots inteligentes que realizan tareas con mayor eficacia, rapidez y a menor costo que un obrero, muestra de ello son los robots Kuka que ocupa Audi en México, impresionantes.
Por otro lado, los llamados “Cobots” constituyen una pieza fundamental para esta industria 4.0., por ejemplo, en una línea de producción existen tareas muy complejas que requieren alta precisión y para ello existen los robots colaborativos. Es decir, se fabrican los brazos robóticos articulados y otra serie de dispositivos que buscan la colaboración entre personas y robots. La intención es que trabajen codo a codo con las personas y que hagan el papel de ayudante o asistente para las tareas más complejas o repetitivas.
Los robots colaborativos son la mejor herramienta para adaptarse a los cambios constantes que suceden en la industria y, en concreto, en las líneas de producción. La interconexión entre las máquinas genera una vía de intercambio de información que ayuda a que los robots sean más efectivos que las personas en ciertos procesos.
La robótica, en teoría, no tiene como finalidad desplazar al ser humano, sino encontrar formas de colaboración más eficaces. En la práctica todo dependerá de la ética y principios de los grandes industriales.
A los robots se le da mejor que a los humanos labores como procesar grandes números en segundos, moverse con precisión, levantar objetos mucho más pesados. Los seres humanos somos mejores que los robots hoy en razonar, definir conceptos abstractos, hacer generalizaciones o especializarnos gracias a nuestra capacidad para aprovechar experiencias anteriores. Si colaboran, robots y seres humanos podrán aumentar sus capacidades y complementarse mutuamente. Hoy ya existen hogares con robots que limpian en piso, robots mensajeros y recepcionistas, robots con inteligencia que ayudan en operaciones quirúrgicas; la realidad es que la velocidad de desarrollo de la robótica pronto deberá ser tema de prioridad nacional en muchos países: el marco legal y ético del uso del mismo.
Deben estar aquí para mejorar las condiciones de los seres humanos, no desplazarlos en conjunto con otra rama de la tecnología que se conoce como inteligencia artificial, de cuya relevancia e impacto hablaremos más adelante.