Manuel Martínez Benítez
El empleo formal es aquel que se lleva a cabo bajo condiciones laborales que están reguladas por la ley y que ofrece una serie de garantías y beneficios tanto para el trabajador como para el contratante.
Estas condiciones suelen incluir un contrato de trabajo por escrito, un salario establecido acorde a lo que fija la ley o a un convenio colectivo, así como también acceso a seguridad social y prestaciones para el retiro.
A principios de este mes, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reportó que en el arranque del año, en enero, el estado de Puebla registró 650 mil 785 puestos de trabajo ante la dependencia, es decir, el número de asegurados presentó una baja de apenas 835 empleos directos.
Así, con ese indicador, la entidad poblana se ubicó entre los siete estados del país que reportaron una baja en el índice de empleo asegurado al inicio de este año.
En contraste, si analizamos los indicadores registrados durante 2023, vemos que el IMSS tuvo un número acumulado de asegurados que se ubicó en 20 mil 878 trabajadores, lo que representó un aumento del 3.3% en relación con el año anterior.
Los sectores económicos que presentaron el mayor crecimiento anual en el registro de empleos fueron, como ya es tradicional, la construcción, transportes y comunicaciones, así como el comercio.
Y es que sin duda el empleo formal es un termómetro de la economía poblana.
La pérdida de fuentes de trabajo representa un golpe muy fuerte para las familias, ya que afecta el bienestar, el desarrollo y la tranquilidad social.
Una de las principales características del empleo formal es la estabilidad que ofrece.
Los trabajadores formales suelen tener contratos a largo plazo, lo que les brinda seguridad en cuanto a su situación laboral y les permite planificar su futuro con mayor certeza.
Esta estabilidad también se traduce en una mayor tranquilidad financiera y familiar para los empleados.
Además de la estabilidad, el empleo formal suele ofrecer mejores condiciones de trabajo en términos de horarios, descansos, vacaciones pagadas y otros beneficios laborales.
Esto contribuye al bienestar general de los trabajadores y a su calidad de vida, permitiéndoles conciliar de manera más efectiva su vida laboral con la personal.
El empleo formal también está asociado con mayores niveles de productividad y de calidad en el trabajo.
Los empleadores suelen invertir más en la formación y capacitación de sus empleados formales, lo que se traduce en un mejor desempeño laboral y en una mayor competitividad de las empresas en el mercado.
Sin embargo, el acceso al empleo formal puede ser limitado para ciertos grupos de la población, como los jóvenes sin experiencia laboral previa, las mujeres, las personas con discapacidad o los trabajadores de edad avanzada.
Se puede concluir que el empleo formal es fundamental para el desarrollo económico y social en el estado de Puebla, ya que brinda estabilidad laboral, mejores condiciones de trabajo y contribuye al bienestar general de la población.
Por ello es muy importante promover políticas públicas que fomenten el acceso equitativo al empleo formal.