Es Relativo
Lic. Guillermo Pacheco Pulido
El tema que aquí va a leer usted no tiene nada que ver con la música. Lo anterior tiene como fin que usted se dedique a oír música, dado el tiempo desastroso que hemos vivido y lo que nos falta. La música puede hacer más llevadero el futuro. En la música todos los sentimientos vuelven a su estado puro y el mundo no es sino música hecha realidad (Schopenhauer).
Dicho lo anterior, considero que sería muy infantil o hasta ausencia de criterio pensar que no pasa nada en estos tiempos de pandemia. Tenemos que aceptar –porque esa es la realidad que estamos viviendo– grandes transformaciones, muchas que causan graves daños, no sólo a la economía personal y de mi país, sino a las actuales y futuras generaciones.
Hay cambios a las instituciones que muchos no esperaban, cambios como a la estructura de la familia mexicana, cambio al concepto de matrimonio, de adopción entre otros, cambios que usted conoce que ha conmovido a la sociedad.
El problema causa cambios en la actitud mental y en consecuencia se polariza a los integrantes de la comunidad.
Ahora, con la crisis epidemiológica por la que atraviesan los habitantes del globo terráqueo, han surgido algunas instituciones –si así se les puede llamar– que crean grandes debates, para los que estimo no todos estamos preparados o capacitados. Se habla ahora continuamente de:
• OBJECIÓN DE CONCIENCIA
• EUTANASIA
• SUICIDIO ASISTIDO
• VOLUNTAD ANTICIPADA
En algunos países europeos se tiene ya legislado sobre estos aspectos. España, recientemente, en grandes debates, es el sexto país del mundo en legislar al aprobar la eutanasia.
Empecemos en señalar que es la objeción de conciencia. Es la negativa para obedecer las leyes a las órdenes de autoridad, invocando razones éticas o religiosas. Ejemplo: No acepto participar en los servicios militares que enseñan a usar armas para matar personas porque mi religión me prohíbe privar de la vida. Este fenómeno se da por mucho en la ciencia médica.
Son temas en donde interviene la ética.
Hay un principio racional que establece que la persona debe de responder en primer lugar al tribunal de su conciencia. No obedecer la ley ni la autoridad, si están en oposición o contradicen los principios morales; es que esto es un derecho humano.
Se presentan muchos temas, como qué es ética, qué es moral, qué es conciencia. Son temas muy complejos. Por conciencia se entiende el propio e íntimo discernimiento sobre lo que está bien y lo que está mal.
Conciencia, otros dicen es la capacidad de juzgar nuestras propias acciones y la conducta de los demás.
Un problema simple en este concepto de conciencia, para toma de decisiones particulares o con sentido colectivo, es el de reconocer que hay estados psíquicos que coexisten con la conciencia del individuo, pero que están disociados entre ellos, es decir, estados mentales de los que no se da cuenta la persona para actuar y tomar decisiones, fenómenos tales como los denominados lapsus calami, visiones, alteraciones, doble personalidad.
Es decir, hay que tener una conciencia clara de lo que es la conciencia para ver el alcance y resultados de estos temas que se avecinan en nuestro país.
El concepto eutanasia (buena muerte). La privación de la vida de una persona que padece una enfermedad incurable, dolorosa, a fin de evitarle sufrimiento; todo por acción u omisión de otra persona, ya sea su médico u otra que realiza u omite un acto que provoca dicha muerte.
Sobre este tema, como decíamos, acaba de legislar España autorizando la práctica; en México no se permite. Hay tres películas que abarcan este tema de forma interesante: Las invasiones bárbaras (Canadá, 2003), Mar adentro (España, 2004) y Million Dollar Baby (Estados Unidos, 2004).
Suicidio. Es la privación de la vida por la misma persona o con ayuda de otra (suicidio asistido), ésta última no está permitida en México, aunque la Ley General de Salud en su artículo 161 Bis prohíbe esta situación pero da la impresión que autoriza.
Una película al respecto Una opinión más para morir con dignidad (México, con varios autores). Otro libro Morir en Libertad, coordinado por Albert Reyes (Barcelona).
Voluntad Anticipada. Significa que una persona planea su estado de salud y, en caso de que se tenga que tomar decisiones a su nombre, acredita notarialmente en otra persona para que pueda determinar hasta la utilización de la eutanasia.
Todos estos temas –repito– han resurgido con motivo de la pandemia y, en todos los casos, las personas establecen y afirman tener sus derechos humanos basados en los principios de libertad de autonomía (de los pacientes) para tomar decisiones sobre su salud y su vida, para autorizar a otras personas que hagan o dejen de hacer lo que estimen pertinente.
Desde enero de 2008 se cuenta con la Ley de Voluntad Anticipada, en Ciudad de México, muy interesante por ser una ley de avanzada.
Como se deriva de los conceptos señalados (eutanasia, objeción de conciencia, suicidio asistido, voluntad anticipada) existirán choques y conflictos de valores, religiosos, políticos, jurídicos, morales y éticos. Por un lado, no somos tan conocedores de estos temas como integrantes de la sociedad, lo que hará más grave y profundo el debate al respecto; a todo eso le agregamos el término conciencia, que tiene definiciones filosóficas y religiosas, pero prácticamente es nuestra voz interior que nos avisa que alguien puede estar mirando.
Dijo Immanuel Kant que la conciencia es un instinto que nos lleva a juzgarnos a la luz de las leyes morales.
No estamos acostumbrados a los efectos que produce “la objeción de la conciencia”, necesitamos compenetrarnos más sobre este tema como parte de la sociedad.
La ley y la Suprema Corte de Justicia – diría yo– apenas han tocado estos temas y no se entiende que haya autorización para su empleo.
Se reconoce la libertad de conciencia, pero ajustada a la Constitución, situación correcta. El caso es que se avecinan, como en España recientemente, las propuestas para atender estos temas en los que hay que orientar previamente a la población para la toma de decisiones.
“En verdad, si no fuera por la música habría más razones para volverse loco” (Tchaikovsky).