Alejandro Cañedo Priesca
Helsinki, la capital de Finlandia, conocida por su arquitectura neoclásica, su diseño innovador y su cultura variada, es un destino imperdible para los viajeros que buscan una mezcla única de tradición y contemporaneidad.
Fundada en 1550 por el rey sueco Gustavo I, Helsinki ha pasado por diversas transformaciones para convertirse en la ciudad dinámica que es hoy en día.
La historia de Helsinki está profundamente arraigada en su conexión con Suecia y Rusia.
Durante siglos, la ciudad sirvió como un punto crucial en la ruta comercial entre Estocolmo y San Petersburgo.
Sin embargo, fue en el siglo XIX –cuando Finlandia se convirtió en parte del Imperio Ruso– que Helsinki experimentó un rápido crecimiento y desarrollo. El zar Alejandro I trasladó la capital desde Turku a Helsinki en 1812, marcando el comienzo de una nueva era para la ciudad.
El legado de este período se refleja en la arquitectura, con magníficos edificios neoclásicos, como la majestuosa Catedral, que con su imponente fachada blanca y su cúpula verde, domina la plaza y es uno de los símbolos más reconocibles de la ciudad.
Subir los escalones de este recinto religioso ofrece una vista panorámica de la plaza y los alrededores, y la Plaza del Senado que es un testimonio de la visión urbanística del siglo XIX.
Esta ciudad ofrece una variedad de atracciones para satisfacer los gustos de todos los viajeros.
El icónico diseño finlandés se exhibe en el Museo del Diseño de Helsinki, donde los visitantes pueden explorar la evolución del diseño finlandés desde el siglo XIX hasta la actualidad.
Para sumergirse en la naturaleza, el Parque Nacional Nuuksio ofrece un escape tranquilo a solo una corta distancia en coche de la ciudad. Con sus bosques, lagos y rutas de senderismo, es el lugar perfecto para disfrutar de actividades al aire libre como senderismo, ciclismo y kayak.
La isla de Suomenlinna, es otro punto destacado. Ubicada en un archipiélago a 15 minutos en ferry desde el centro de Helsinki, esta antigua fortaleza marítima, construida en el siglo XVIII, ofrece una fascinante visión de la historia militar del país, así como impresionantes vistas panorámicas de la ciudad y el mar Báltico.
Además, la fortaleza alberga una comunidad de residentes y varias cafeterías y restaurantes, haciendo de la visita una experiencia completa.
Otro punto imperdible es la Iglesia de La Roca, una maravilla arquitectónica excavada directamente en una formación rocosa natural. Diseñada por los hermanos Suomalainen y completada en 1969, esta iglesia ofrece una acústica excepcional y un ambiente sereno. Su interior iluminado por la luz natural que se filtra a través de una cúpula de cobre es un espectáculo visual impresionante.
Los amantes del arte y la cultura encontrarán una variedad de museos y galerías para explorar. El Museo de Arte Contemporáneo Kiasma presenta emocionantes exposiciones de arte contemporáneo finlandés e internacional, mientras que la Galería Nacional de Finlandia alberga una impresionante colección de arte finlandés desde la Edad Media hasta la actualidad.
Para una experiencia verdaderamente única, los viajeros pueden disfrutar de un tradicional sauna finlandés. Helsinki cuenta con una gran cantidad de saunas públicos y privados donde los visitantes pueden relajarse y rejuvenecer en el calor seco o el vapor húmedo.
Y, por supuesto, no se puede visitar Helsinki sin probar la deliciosa cocina finlandesa. Los restaurantes galardonados como Olo y Savoy ofrecen menús que destacan la cocina nórdica moderna, mientras que lugares más informales como Market Hall, ofrecen delicias locales como el reno y el arenque.
¡Viajemos juntos!