Fernando Thompson de la Rosa
@cyberthompson
Esta semana, un grupo muy importante de altos ejecutivos e investigadores de las más prestigiadas universidades de Estados Unidos en la industria tecnológica firmó una carta abierta pidiendo una pausa, de al menos seis meses, para detener los experimentos más poderosos con inteligencia artificial.
Estados Unidos y China están en una acelerada carrera por avanzar más que el otro, en investigación y desarrollo de inteligencia artificial.
Ambas están muy por delante de cualquier otra potencia mundial, y las empresas que más adelantadas están en dicha materia son de Estados Unidos y China.
Para que quede claro: por parte de Estados Unidos están Google, Microsoft, Amazon, Facebook, IBM y Apple. Del lado de China son Baidu, Alibaba, Tencent y Huawei.
A los del país vecino se les conoce en grupo como G-MAFIA y a los del otro lado del Pacifico como BATH, y ambos grupos en frenesí corren una carrera que está fuera de control, con tal de desarrollar y desplegar mentes digitales cada vez más poderosas que nadie –ni siquiera sus creadores– puede entender, predecir o confiar si estarán bajo control.
Si la pausa que están pidiendo los investigadores y empresarios como Elon Musk, dueño de Tesla y SpaceX, así como Steve Wozniak, fundador de Apple, no se puede concretar rápidamente, entonces los gobiernos deberían intervenir e instituir una moratoria de inmediato.
En 1950, el escritor Issac Asimov publicó con 70 años de anterioridad las tres leyes que se debería cumplir toda inteligencia artificial:
1. No debe hacer daño a un ser humano, ni permitir que la humanidad sufra daño.
2. Debe obedecer las órdenes dadas por un ser humano, excepto si entra en conflicto con la primera ley.
3. Proteger su existencia misma para no autodestruirse, a menos que entre en conflicto con la primera o segunda ley.
Lo que toda la gente debe entender es que la inteligencia artificial no es una tecnología como el internet de las cosas, las telecomunicaciones o las computadoras; estamos hablando de algo totalmente diferente y fuera de serie, porque es inteligencia que superara a la humana y puede tomar decisiones por cuenta propia, lo cual ,en las manos equivocadas, sería desastroso.
Ya de por sí ha habido errores como el de Alexa de Amazon cuando una niña le pidió que le pusiera un reto, y la voz digital le contestó que tomara un cargador de teléfono, lo enchufara a medias y colocara una moneda que tocara las dos clavijas. La madre de la niña lo escuchó y la detuvo antes de que la pequeña usuaria obedeciera a Alexa.
También Facebook tuvo un episodio hace algunos años con sus experimentos de inteligencia artificial. Desarrolló dos programas avanzados, uno llamado Bob y otro Alice, diseñados para conversar con las personas, pero poco después de haberlos creado e iniciar el experimento, los robots al comunicarse entre sí decidieron no hacerlo en inglés sino crear su propio lenguaje, no entendible por los humanos.
Dado que empezaron a comunicarse y realizar transacciones entre ellos que eran imposibles de comprender entre los científicos, fueron apagados.
Esta es la última llamada antes de que sea demasiado tarde. Si la inteligencia artificial avanzada es utilizada por criminales, o bien por un país para afectar económicamente la infraestructura de otro, podría desencadenar una calamidad a la que nunca se ha enfrentado la humanidad.
La ONU debe tomarlo como su más alta prioridad, porque en su ambición desmedida será difícil que la G-MAFIA o los BATH se autorregulen, o estarán disponibles a la coacción de los países que los crearon para autobeneficiarse, con perjuicio para el resto del mundo o naciones o grupos que consideren como adversarios.