Por: Lic. Guillermo Pacheco Pulido
Es relativo
El magnífico profesionista doctor Lorenzo Arum Ramé –quien me da la oportunidad de sentirme su amigo– me envió los siguientes comentarios:
LOS 10 DÍAS PERDIDOS DEL CALENDARIO
¿Qué pasó entre el 5 de octubre de 1582 y el 13?
Nada… Estos días no existieron en el calendario.
El año 1582 fue la fecha en la que del jueves 4 de octubre se pasó al viernes 15 de octubre.
Pero ¿por qué ocurrió esto?
En octubre de 1582, el papa Gregorio XIII introdujo un nuevo calendario que tomó su nombre de él: el gregoriano.
Este corregía un ligero desfase del calendario juliano, en vigor desde el año 46 aC y es el que se utiliza hoy en día en gran parte del mundo.
En aquella época, el mundo se regía por el calendario juliano –introducido en Europa por Julio César, quien se basó en el egipcio– era bastante exacto, pero tenía un pequeñísimo error: establecía la duración del año en 365 días y 6 horas, cuando en realidad era de 365 días, 5 horas, 48 minutos y 45 segundos, lo que suponía que cada año la fecha oficial se atrasaba 11 minutos y 15 segundos respecto a la astronómica.
Se trataba pues de una diferencia mínima, pero en los más de 1,600 años que el calendario juliano había estado en vigor había acumulado ya un desfase de casi 10 días.
A pesar de esto no se habían tomado medidas al respecto.
La razón, aparte de que el desfase era mínimo, era que el calendario importante en la Europa cristiana no era el civil, sino el litúrgico, y durante siglos no afectó a las fechas señaladas.
Sólo empezó a ser visto como un problema cuando el error acumulado afectó a la fecha de la Pascua, cuya celebración había sido fijada en el domingo sucesivo a la primera luna llena de primavera.
Gregorio XIII promulgó la entrada en vigor de este nuevo calendario.
Desaparecieron, de golpe, 10 días del calendario para poder, así ¡corregir el desfase!
El 4 de octubre de 1582 los habitantes de Italia, Francia, España y Portugal se fueron a dormir para despertarse 10 días después, exactamente el día 15 de octubre.
No se trata de ninguna enfermedad o extraño fenómeno paranormal, sino simplemente por un mero procedimiento administrativo: un cambio de calendario.
Sin embargo, no todos los países del mundo lo fijaron de inmediato. Este es el caso de Inglaterra y sus colonias que lo adoptaron hasta 1752; Japón en 1873 y Grecia en 1923.
El caso más llamativo es el de Rusia, que no se rigió por el calendario gregoriano hasta 1918, con la llegada al poder de Lenin.
Esto provocó que la revolución rusa tuviera como fecha referencial el 25 de octubre de 1917, según el calendario juliano.
Mientras que actualmente se conmemora el 7 de noviembre.
En cualquier caso, el calendario gregoriano es el que nos rige actualmente. Aunque aún sigue habiendo un error de apenas medio minuto por año, lo que supone el retraso de un día cada 3,300 años.
Fuente: National Geographic.
Desde luego, le agrego que los calendarios son un invento para jugar con los seres humanos y, sobre todo, para encajonar los en lo que algún mortal llamó “tiempo”.
Muchos personajes tratan de explicar qué es el tiempo y, con el debido respeto, no lo han logrado; algunos nos decían que “el tiempo se acaba” que “el tiempo es dinero”, que tempus fugit (el tiempo vuela), otros al tiempo lo hacen poesía o canción, como Renato Leduc… “Sabía virtual de conocer el tiempo… Que de amor y dolor alivia el tiempo… Dar tiempo al tiempo…” Arthur Schopenhauer nos dijo que “el hombre ordinario sólo se cuida de pasar el tiempo y el hombre de talento de emplearlo”. Napoleón Bonaparte dijo: “Hay hombres a los que no se castiga, pero que roban lo más preciado: el tiempo”.
Ni los filósofos han explicado ¿qué es el tiempo? Sólo nos dicen que “es una dimensión”. Otros señalan que el tiempo es una dimensión física, que representa la reacción de los estados por los que pasa la materia.
Dicen que el tiempo es el periodo determinado durante la realización de una acción.
Significa el tiempo: duración, época, período, estación, temporada, edad, oportunidad, etcétera. Estos, serán sinónimos, pero no definiciones.
El tiempo es lo más desconocido de lo desconocido, pues hay muchas dudas en el universo de lo que existe, demasiado para el conocimiento humano. Nadie lo ha definido.
Desde luego creemos que existe el tiempo, pero que somos sus juguetes.