Por: Samantha Vasquez
El lunes 15 de junio, la revista Forbes dio a conocer su lista de las 100 mujeres más poderosas de México, donde se reconoce a las mujeres mexicanas más influyentes que destacan por sus logros y méritos en distintas áreas de la sociedad.
Dentro de ésta se encuentran Norma Torres, jefa de enfermeras del IMSS; María Salguero, creadora del mapa de feminicidios en México; Alexa Moreno, gimnasta olímpica; Blanca Treviño, CEO de Softtek; doña Angela, promotora de la comida rural, y Silvia Dávila, presidenta de Danone, entre muchas más.
Todas ellas han sido reconocidas por su desempeño en el ámbito laboral y social en el que se desarrollan. En un país como México, donde la situación del machismo y la violencia de género es un problema alarmante, es importante reconocer la labor de la mujer y su importancia en la sociedad.
Sin embargo, también es pertinente recordar los problemas que se siguen enfrentando actualmente en cuestión de género y buscar una solución para revertir esta tendencia. En los últimos años, la mujer ha tenido mayor participación laboral en la sociedad, a pesar de esto, la brecha salarial sigue siendo una problemática que afecta a miles de mujeres.
Según datos del Segundo Informe del Observatorio de Trabajo Digno, la diferencia salarial entre hombres y mujeres corresponde a un 16%, donde un hombre gana aproximadamente 5 mil 825 pesos, mientras que una mujer gana 5 mil 029 pesos.
Es decir, una mujer tendría que trabajar cinco días más para ganar lo mismo que un hombre. Un ejemplo claro de dicha brecha es el caso de las jugadoras de la liga mexicana de futbol.
El mes pasado publicaron un manifiesto donde se explica que en promedio una jugadora gana 3 mil 420 pesos, pero en la liga varonil, un jugador gana aproximadamente 540 mil 456 pesos. El IMSS, en 2019, reportó que el sala rio diario de los adscritos correspondía a 378 pesos, sin embargo, en promedio los hombres recibieron 398 pesos y las mujeres 346 pesos.
Este mismo reporte indica que el porcentaje de mujeres que se encuentran en el mercado laboral ha incrementado desde 2011 al 2019 en 38%, pero los empleos en los cuales se desempeñan se les otorga un salario bajo, a pesar de tener representación femenina en lo laboral, no cierra la brecha de desigualdad de género.
De la misma forma, las jornadas de labores domésticas son distintas entre hombres y mujeres, ya que en promedio una mujer además de su jornada laboral utiliza 42.8 horas semanales para estas labores.
Un hombre sólo utiliza 16.8 horas semanales para actividades del hogar. Todas estas situaciones en global colocan a México como el país con la peor brecha salarial de América, según la Organización Ciudadana Frente a la Pobreza.
Es necesario mejorar las reformas gubernamentales para que exijan a las empresas garantizar que esta diferencia se elimine. Sin duda contar con la participación femenina en empresas internacionales, con altos cargos y que influyen directamente en la sociedad mexicana, es un gran paso para revertir la problemática de inequidad de género.
En conjunto con esto, no se debe olvidar que la sociedad debe exigir cambios para lograr una sociedad justa.