Dr. Anselmo Salvador Chávez Capó / Profesor Investigador de la UPAEP
Después de un largo año, la inflación se ha mantenido fuera del rango establecido por Banco de México, que es de 3% más o menos 1% de tolerancia; la última vez que se presentó una inflación anual de menos de 4% fue en julio de 2020, cuando fue de 3.62%. A partir de esa fecha no se ha presentado un registro menor al límite superior máximo.
Esto nos da pie a la más reciente información de la inflación que emite el Inegi, que informó que el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) se elevó 7.72% anual en la primera mitad de abril, la tasa más elevada desde la segunda quincena de enero de 2001. En su comparación respecto a la quincena inmediata anterior, el INPC subió 0.16%, la más alta para un mismo periodo desde 2002.
¿Cuáles son las razones de este comportamiento prolongado y sostenido? A continuación se presentan algunas:
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, el incremento de precios en alimentos lleva 11 meses de aumento consecutivo.
El incremento del precio del trigo de 22% durante el año puede provocar un incremento del costo del pan para los consumidores mexicano. Debe considerarse que cerca de 56 mil negocios del sector se vieron obligados a cerrar durante la pandemia y ahora la invasión del ejército ruso a Ucrania, que comenzó en febrero, constituye el último factor que está provocando un aumento del precio del trigo a nivel mundial. La cultura del pan en México es una de las más importantes en el mundo, con más de dos mil variedades diferentes, lo que es un récord global. En México se consume en promedio cerca de 33.5 kilos per cápita anuales de todo tipo de pan, que al ser un alimento de la canasta básica impacta directamente en la economía del consumidor.
Desde que Rusia invadió Ucrania, las compañías navieras han evitado atracar en territorio ruso para recoger mercancías, lo que ha repercutido en una caída de los envíos de las exportaciones de fertilizantes desde dicho país, el mayor productor mundial de este insumo para la producción de alimentos, de estos dos son los más representativos:
• La urea alcanzan los 23 mil pesos por tonelada, cuando en marzo de 2021 la tonelada se ofertaba en 8 mil pesos, es decir, un aumento de 187%.
• El fosfato monoamónico, otro fertilizante muy utilizado en las siembras, sigue la misma inercia: su precio al primer trimestre de 2021 se situaba por mucho en unos 11 mil pesos por tonelada, ahora se cotiza por encima de los 24 mil pesos, lo que supone un incremento interanual de 118%.
• De los 5.4 millones de toneladas que se consumieron en México de fertilizantes en 2021, 62% se cubrió con importaciones, lo que indica el alto de grado de dependencia del mercado exterior. El precio de los combustibles ha incrementado en promedio 4% desde inicios del presente año. Cabe señalar que el gobierno federal ha continuado con su política de aplicar un subsidio de 100% a las gasolinas para el cobro del Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS), el cual ha significado para las arcas públicas a la fecha unos 27 mil millones de pesos por lo no recaudado, para final del año se estima que el impacto será de entre 350 mil millones y 400 mil millones de pesos. Considerando lo anterior, finalmente esta semana se vio la primera acción del gobierno federal para pailar el incremento de los precios al presentar su plan para enfrentar el aumento de precios en insumos básicos, que lleva por nombre Paquete Contra la Inflación y la Carestía (Pacic), el cual cuenta con las siguientes acciones:
Estabilización del precio de la gasolina y el diésel, precios de referencia del gas LP y electricidad.
Aumento de la producción de granos. Esta contribución ya está planteada en el presupuesto federal y se enfocará en tres granos estratégicos: maíz, frijol y arroz.
Entrega de fertilizantes.
Suspensión por un año de la cuota compensatoria del sulfato de amonio.
El plan también incluye la creación de una reserva estratégica de maíz con recursos de Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex); precios de garantía en maíz, frijol, arroz y leche; el fortalecimiento del Programa de Abasto Diconsa y Liconsa y el reforzamiento de seguridad en carreteras, para evitar el robo de alimentos y de insumos.
Además, los precios de 24 de los 40 productos de la canasta básica precios serán congelados para apoyar la economía de las familias mexicanas.
El Paquete Contra la Inflación y la Carestía se implementará en colaboración con la iniciativa privada en un periodo de seis meses.
El diagnóstico es adecuado, pero ¿servirán estas medidas para detener y revertir el proceso inflacionario?
Hay que considerar que desde el Ejecutivo federal las opiniones son más bien desalentadoras, de acuerdo a lo señalado por el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, quien dijo que la inflación actual en México ya no puede suponerse transitoria y estima que su convergencia a la meta de 3% va a tomar más tiempo, entre 12 y 18 meses.
Finalmente, es de señalar que la elevada inflación es preocupante porque afecta más a la población de menores ingresos, en particular, preocupa la muy elevada alza en los precios de los alimentos, que en el primer dato de abril se ubicó en 12.2%, pues son estas familias las que dedican un mayor porcentaje de su gasto a estos productos.
Se espera que este programa permita contener la inflación a corto y mediano plazo, en espera que las variables macroeconómicas regresen a sus niveles anteriores, una vez que las causas no incidan en los resultados, lo que permita detener el proceso inflacionario.
Las acciones están tomadas, ahora veremos sus efectos y los analizaremos.
Saludos cordiales.