Por: Adolfo Flores Fragoso/ [email protected]
El gabinete del presidente electo Joe Biden y otros altos funcionarios formarán un círculo de apariencia multicultural, pero a la vez muy íntimo, más cerrado y más duro que el de Donald Trump, según lo anunciado hasta el momento que escribir este texto.
Por ejemplo, la nominación del cubano-estadounidense Alejandro Mayorkas, como secretario de Seguridad Nacional, genera sorpresa y sospechas.
Es un hombre nacido en La Habana, en 1959, llegó a Estados Unidos como refugiado. Si el Senado vota para confirmarlo para el puesto, sería el primer latino y el primer inmigrante en liderar la agencia a cargo de implementar las políticas de inmigración y las leyes fronterizas del país, entre otros asuntos.
Fu el hombre que encabezó el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), que en la era Obama protegió de la deportación a miles de jóvenes llevados a los Estados Unidos por sus padres indocumentados cuando eran niños.
Por otro lado, él también fue quien creó la Dirección de Fraude y Seguridad Nacional, que endureció el sistema de inmigración legal, responsable de que Obama haya sido el presidente con cifras récord en deportaciones de indocumentados.
Junto a Mayorkas, Avril Haines encabezará la Dirección de Inteligencia Nacional (primera mujer en asumir este cargo), junto con Jake Sullivan como uno de sus asesores. Este último ligado, en su momento, con asuntos fronterizos con México y no precisamente con buen corazón para nuestros connacionales.
Otro personaje, Antony Blinken, el designado como secretario de Estado, ha sido el asesor del presidente electo Biden en política exterior durante casi dos décadas.
Egresado de Harvard y Columbia, comenzó a desempeñarse en su área desde la administración de Bill Clinton. Después como asesor adjunto de Seguridad Nacional y subsecretario de Estado durante la administración Obama.
Una de las iniciativas de Bliken, en 2015, fue el FOBESSI (Foro Bilateral sobre Educación Superior, Innovación e Investigación), un programa bilateral de intercambio educativo, cultural y científico en Estados Unidos y México.
El proyecto apoyado por el entonces canciller José Antonio Meade.
Así las designaciones de Biden.
Un tema que hay que seguir de cerca.
Pues entre ambos países nos separa una cerca muy endeble.