Hervey Rivera / @herveyrivera
El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) es una institución del Estado Mexicano creado en 1996 que tiene la facultad de calificar las elecciones municipales, distritales (locales y federales), estatales y federal para todos los cargos de elección popular.
La calificación de elecciones es el “acto jurídico a través del cual la autoridad determina si en las etapas de una contienda electoral se respetaron los principios constitucionales y legales que deben imperar en una elección democrática o si, por el contrario, se cometieron irregularidades que afectaron los bienes jurídicos y valores que las rigen, las mismas que en caso de resultar determinantes afectan su validez”. (Diccionario panhispánico del español jurídico, 2023).
Antes de su existencia las instituciones responsables de la calificación de las elecciones eran el congreso general y los congresos estatales, el primero para elecciones federales y los segundos para elecciones locales.
Durante el periodo autoritario de partido hegemónico y de un presidencialismo exacerbado era muy difícil que una elección fuera declarada nula, las mayorías en los órganos legislativos impedían que la oposición tuviera posibilidades de anular unos comicios, pues sus calificaciones eran de carácter político y no técnico jurídico.
Fue hasta 1988 cuando este procedimiento casi de rutina para los legisladores del antiguo régimen hizo crisis. El fraude electoral, mediante una operación de estado para impedir el triunfo de Cuauhtémoc Cárdenas a la Presidencia de la República por el Frente Democrático Nacional, tuvo repercusiones para el propio régimen.
En 1990 las fuerzas políticas representadas en el Congreso general aprobaron el Código Federal de Instituciones y Procesos Electorales (COFIPE) y se creó el Tribunal Federal Electoral (TFE).
En 1996 el TFE se transforma en Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) al incorporar al antiguo tribunal a la estructura orgánica del Poder Judicial, tal como lo conocemos en la actualidad, con la facultad de control concreto en materia de constitucionalidad en materia electoral.
La calificación política se impuso en esas dos elecciones sobre la técnica jurídica.
La calificación política se impuso en dos comicios sobre la técnica jurídica: uno de ellos fue la elección presidencial de 2006, con el 0.56% de diferencia entre el primer y segundo lugar con la abierta intervención del presidente de la República y de empresarios, además del inicio de la guerra sucia que cundió en medios de comunicación masiva.
El segundo caso se dio en 2012, con el caso de las tarjetas Monex en la campaña del PRI que significó el uso de dinero ilegal en la contienda.
Estos son dos casos que abordaron en el TEPJF y que no tuvieron repercusiones.
Ante el conflicto entre el Poder Judicial y el mandatario federal con el tema de los fideicomisos, autoridades del TEPJF decidieron entrar al terreno de las percepciones políticas, como actores políticos que son.
Por ello no debemos sorprendernos, pues el
TEPJF convoca al “Premio de Ensayo Pensar la Democracia”, abierto al público en general con el siguiente tema: los peligros de la radicalización en la política y la autonomía de las autoridades electorales frente a las tentativas autoritarias.
El premio es económico e incluye la publicación de la obra.
Para los integrantes del referido tribunal, el actual gobierno presenta rasgos autoritarios y aprovechan una coyuntura política para animar a los ciudadanos a escribir sobre estos temas.
Es curiosa la idea que tiene el TEPJF sobre la democracia y autoritarismo, donde la libertad de expresión e imprenta se garantiza en la primera mientras es muy limitada en la segunda.