Dr. Anselmo Salvador Chávez Capó / Profesor Investigador de la UPAEP
El litio es un metal que se encuentra, principalmente, en salmueras naturales, pozos petrolíferos, agua de mar y campos geotermales; es el metal más liviano conocido y cuenta con excelentes propiedades de conducción del calor y la electricidad
Su uso industrial y de salud se ha generalizado recientemente, ya que se puede encontrar desde el celular hasta en una bicicleta, pasando por alguna medicina que se haya consumido, y en un futuro no muy lejano lo veremos en el automóvil.
Con estos antecedentes no es de extrañar que después de la fallida Reforma Energética el gobierno federal se ha propuesto recuperar el control de la explotación del mineral y las enormes ganancias potenciales.
Como ya se señaló, desde hace unos años este mineral se ha implementado en el desarrollo de varios productos que se han extendido en el uso cotidiano de la mayoría de las personas en el planeta, en la fabricación de baterías para celulares, computadoras portátiles, cámaras digitales y vehículos eléctricos, donde su uso industrial se ha desarrollado.
Por lo anterior, el litio se ha convertido en un mineral altamente codiciado ante la explosión en la demanda de varios de los productos mencionados.
La creciente demanda de litio ha detonado su precio a nivel global. Tan sólo en lo que va del año, el valor del carbonato de litio se incrementó 171%, mientras que el del hidróxido de litio, 173%.
Dada la escasez de yacimientos, el litio representa ganancias considerables para los afortunados de contar con este mineral en su territorio.
México es uno de ellos.
Cabe señalar que, de acuerdo con el Servicio Geológico Mexicano, hay 82 localidades con manifestación de litio, de las cuales la primera es Sonora –como ya se ha señalado repetidamente–, donde se presentan 13 localidades.
En este sentido, Puebla ocupa un lugar relevante, ya que son 12 los lugares donde hay presencia de este mineral.
Los resultados identificaron ocho localidades en donde existe posibilidad de explotar el metal: tres en Puebla, tres en Jalisco y dos en San Luis Potosí; sin embargo, hay que considerar que en la industria minera, por cada mil indicios de mineralización 100 se convierten en prospectos, 10 llegan a exploración avanzada y sólo uno se convierte en mina, y la etapa de exploración puede durar desde cinco hasta 20 años.
El Servicio Geológico considera que la exploración de litio puede llevar de 10 a 15 años y adicionalmente.
Los que siguieron los debates en el Congreso de la Unión encontraron argumentos muy convincentes y con altas expectativas de generación de valor con la explotación de este mineral.
Los legisladores de Morena señalaron que los recursos generados por el litio podrían pagar cuatro veces la deuda externa, a lo cual el comentarista Alejo Sánchez Cano, del diario El Financiero, expresó que olvidaron considerar el costo de extracción y todos los gastos directos e indirectos que implica entregarlo al consumidor final.
¿Cuánto cuesta la explotación del litio? De acuerdo con la Asociación de Ingenieros de Minas, Metalurgistas y Geólogos de México, AC (AIMMGM), a México le implicaría unos 300 millones de dólares la construcción de una empresa minera de “mediano tamaño” para la explotación del litio.
En este sentido, también se debe hacer otra consideración: tampoco se cuenta con la tecnología para explotarlo.
Esto es similar a lo que pasó en Pemex con el petróleo en aguas profundas. No se tiene la tecnología, por lo cual habría que hacerlo de la mano de socios extranjeros Entonces, ¿cuál es el camino? En el mundo energético y minero, hay esencialmente tres opciones:
• Se invierte en el largo proceso del desarrollo de una tecnología propia.
• Se contrata una empresa que tenga la tecnología y le paga, en general, costos altísimos.
• Se asocia con una empresa experta en el sector y luego se reparten las ganancias.
Con la promulgación de la Ley, que con la eficiencia que caracteriza al gobierno actual (cuando le interesa) en únicamente tres días, las modificaciones a la Ley Minera pasaron por el Congreso de la Unión y fueron publicadas en el Diario Oficial de la Federación (DOF).
Ahora se presenta únicamente un camino: la creación de una empresa productiva del Estado con los costos ya presentados anteriormente. Sin embargo, para los que tienen memoria selectiva, se les olvida que envolvernos en la bandera nacional para justificar las decisiones también tiene sus costos de oportunidad.
¿Qué paso con la industria del uranio en 1950? Ese mineral, esencial para la industria nuclear, fue nacionalizado en año, pero, a pesar de tener una central nuclear mexicana, por falta de inversiones y transferencia tecnológica nunca se desarrolló una industria.
Finalmente, hay temas que no se consideraron, como la exclusividad del Estado en la cadena de valor del litio y que podría ser violatorio del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), las concesiones ya otorgadas, debido a que en las mismas se describen derechos para la explotación y extracción de cualquier mineral concesible, y el impacto ambiental que tendrá su explotación. Estos no son temas menores, el litio aún tiene muchas aristas por explorar.