Dr. Anselmo Salvador Chávez Capó / Profesor Investigador de la UPAEP
Una constante que se está presentando en la economía mexicana es el incremento generalizado de los precios.
La inflación se encuentra por 17 quincena consecutiva por encima del rango objetivo fijado por el Banco de México (3 por ciento, +/- un punto porcentual) y en esta primera quincena de noviembre de 2021 el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) se aceleró registrando una variación anual de 7.05%, su mayor nivel en 20 años.
Ya habíamos recibido una advertencia del mismo Banco Central, cuando Jonathan Heath señaló ante la Convención Nacional del Instituto Mexicano de Ejecutivo de Finanzas (IMEF) textualmente: “En noviembre es casi un hecho, es mi proyección personal, pero creo que estoy bastante cerca, es que la inflación ya va a rebasar el siete por ciento… Ahora ya nuestra estimación de fin de año para diciembre está entre 7.1 a 7.3, realmente es un problema bastante grave; significa que estamos enfrentando el problema de mayor inflación en 20 años”.
Hay diversos elementos que han causado este resultado. En primera instancia, el incremento de las materias primas. Al comparar el precio de arroz de noviembre de 2018 a octubre de 2021, el precio ha subido 77%; el pollo aumentó 66.67%; la carne de res, 28.7%; y la carne de cerdo, 41.7%. Otros ejemplos son el incremento de la leche en 48.79%; la crema ácida, 28.29; mientras que el huevo lo ha hecho en 63.25%.
Otro factor es el ajuste en los precios de los combustibles; durante 2021 el aumento ha sido del 11.73%, con lo cual los costos de distribución se reflejan en el costo de los bienes o servicios, acelerando con esto el efecto inflacionario.
Banxico ha argumentado que la inflación subyacente está siendo influida por choques principalmente transitorios, como las disrupciones en las cadenas de suministro y en los procesos productivos de diversos bienes y servicios, sin embargo los grupos de interés, así como los analistas señalan que la inflación subyacente (aquella que presenta el incremento de los precios de un subconjunto de bienes y servicios en el Índice Nacional de Precios al Consumidor, cuyos precios no están sujetos a decisiones de carácter administrativo, estacionalidad o alta volatilidad) no se puede considerar transitoria, ya que los bienes, una vez que han presentado el incremento, ya no bajan a niveles anteriores con lo cual arrastra a los demás participantes del mercado.
Eventualmente, este ajuste al alza de los precios podrían ser más severo por lo cual de confirmarse, la inflación al consumidor en este año será la más elevada desde 2000, cuando cerró en 9%.
De ahí que la persona nominada gobernadora del Banco Central para el periodo 2022-2027, Victoria Rodríguez Ceja, tendrá que reforzar el compromiso con la estabilidad de precios ante el riesgo de una disociación de las expectativas de inflación y los resultados reales de la misma podrían dar como resultado una erosión de la credibilidad de Banxico. Ya vimos una pequeña probadita: el tipo de cambio en ventanilla se fue 22.08 al anuncio de la propuesta de nombramiento (ente otros factores), su mayor nivel desde el 2 de octubre de 2020.
Adicionalmente, la economía mexicana retrocedió 0.43% en el tercer trimestre de este año respecto al trimestre previo, lo que implicó un retroceso mayor al dato preliminar de 0.23 por ciento, ante el debilitamiento de los servicios que fueron afectados por la ley outsourcing y por un menor dinamismo en la industria, el riesgo se mantiene latente para una estanflación, que significa inflación sin crecimiento económico.