Por: Elías Aguilar García/ @Elyas_Aguilar
Hasta el domingo 26 de abril el número de fallecidos por COVID-19 en México fue de 1,351 según la dirección general de epidemiología del gobierno federal, y al margen de si hay que aplicarle el factor de expansión de 8.3 para estimar el universo a nivel del país dado que se trata de un dato obtenido de una muestra, la otra tragedia del COVID-19 es la pérdida del empleo que los datos no se conocen con la precisión de los datos de la pandemia.
Para dimensionar la repercusión de la pandemia en la situación del empleo de los mexicanos basta revisar los resultados de encuestas levantadas durante la fase 3 en el mes de abril.
Por ejemplo, una encuesta telefónica realizada por Indicadores SC entre 400 residentes de la Zona Metropolitana muestra que las necesidades de los mexicanos han cambiado con respecto a lo que hasta hace un mes indicaban.
El estudio telefónico, levantado entre el 14 y 15 de abril, encontró que el principal problema de los mexicanos es la crisis económica/altos precios de los productos/desempleo con un 54.5% de las menciones, seguido por el mal sistema de salud y falta de hospitales con 20.6%, el covid o coronavirus con el 14.7% y, en cuarto lugar, la inseguridad con 3.8%, entre otros temas.
El dato de la inseguridad de 3.8% es paradójico por dos razones. Por un lado, el mes de marzo fue el más violento del sexenio con 3,078 homicidios dolosos; el mes de abril no canta mal las rancheras, el 19 de abril se reportaron 105 homicidios dolosos, el día más violento del 2020.
Por otro lado, hasta el mes de marzo todas las encuestas reportaban que el principal problema que afectaba a los mexicanos era la inseguridad.
Sin lugar a dudas algo pasó en el último mes que provocó un cambio significativo en la percepción y las necesidades de los habitantes de este país: la fase 3 de la contingencia sanitaria provocó el cierre de muchas empresas.
En el mismo ejercicio telefónico se señala también cómo la estructura ocupacional de los mexicanos también se ha visto alterada, los desempleados se ubican en segundo lugar cuando se les preguntó cuál era su ocupación con 24.8%, sólo superada por el porcentaje de las amas de casa con 26.2% de las respuestas.
La pérdida de empleo, debido a la suspensión de la actividad económica inducida por la actual contingencia sanitaria, vino a agravar la mala situación económica que padecíamos ya desde el inicio del actual gobierno federal, cabe recordar que el PIB en 2019 registró una caída del 0.1%, y durante 2020 se estimaba, antes de la pandemia del coronavirus, un crecimiento del PIB menor al 1%.
Situación que cambió totalmente con la actual contingencia sanitaria, pues las estimaciones ahora son caídas del PIB nacional de entre 4.5% y 6%.
Este escenario económico representan expectativas negativas para la ya de por sí golpeada economía mexicana para 2021, y un fuerte riesgo electoral para la fuerza política que representa en el terreno electoral al actual gobierno –Morena-.
Una vez terminada la contingencia sanitaria, los gobiernos federal, estatal y municipal tendrán que entregar resultados tangibles en términos de la alicaída economía, pues de lo contrario muchos mexicanos se cobrarán la precariedad económica en las urnas en la elecciones del 2021.