Dr. Anselmo Salvador Chávez Capó / Profesor Investigador de la UPAEP
Uno de los principales problemas que enfrenta la humanidad es la alimentación, ya que cada vez es más complejo para millones de personas cubrir los gastos de comida y otros bienes y servicios básicos.
Esta situación se ahondó por la pandemia de Covid-19 y la crisis económica que afectó especialmente a los más pobres, con impactos de mayor fuerza en los países con brechas amplias de desigualdad y altos niveles de pobreza, lo que explica que América Latina sea la región con las tasas más altas de inseguridad alimentaria, sólo después de África.
En este contexto, además de contradictorios, son reveladores los datos que hay sobre el desperdicio de comida a nivel mundial.
• La India, después de China, es el país que más desperdicia comida anualmente, ya que 68 millones 769 mil 163 toneladas terminan en la basura; es decir, por cada habitante, se desechan 50 kilogramos de alimentos.
• Alrededor de un tercio de la producción de alimentos destinados al consumo humano se pierde o desperdicia en todo el mundo, lo que equivale a aproximadamente mil 300 millones de toneladas al año.
• El desperdicio alimentario es responsable del 7% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.
• Casi 30% de la tierra agrícola del mundo se utiliza para producir alimentos que nunca serán consumidos.
Cabe destacar que en México tres de cada 10 personas enfrentan alguna inseguridad alimentaria; de ellas, las mujeres y los menores de edad son los más vulnerables y expuestos al hambre.
Al respecto, Karen (2022) presenta algunos datos relacionados con la pobreza en México:
• La población nacional es de 126 millones 14 mil 24 personas
• El número de personas en pobreza pasó de 51.9 millones de mexicanos en 2018 a 55.7 millones de mexicanos en 2020 (43.9% de la población total). Esto significa que hay 3.8 millones de personas más en pobreza desde el inicio de este sexenio. (Medición de Pobreza, Coneval 2020).
• El número de personas en pobreza extrema pasó de 8.7 millones en 2018 a 10.8 millones en 20120 (8.5% de la población total).
• México es considerado un país con una economía creciente y forma parte del G20 al ser la decimoquinta economía del mundo, según el Fondo Monetario Internacional.
• La OCDE y la OMC evalúan a las personas trabajadoras mexicanas como las que trabajan más duro en términos de número de horas laboradas al año, en comparación con el resto del mundo.
• Según la OCDE, México es el tercer país con mayor desigualdad económica. En los rubros relativos al hambre, desnutrición y seguridad alimentaria en México, los datos de Karen señalan:
• 23.5% de la población vive en pobreza alimentaria (Coneval, 2022).
• De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2018, hay 881 mil 752 niños con desnutrición crónica en el país.
• En el país, la desnutrición crónica en zonas urbanas es de 7.7% y en zonas rurales de 11.2%.
• Entre 2012 y 2018, la lactancia materna exclusiva aumentó de 14.4% a 28.6%, mientras que en el medio rural el aumento fue de 36.9% a 37.4%.
• Según la Encuesta Nacional de Salud 2018, 55.5% de los hogares en México se clasificaron en alguna de las tres categorías de inseguridad alimentaria. 69.1% de los hogares que viven en el estrato rural fueron clasificados en algún nivel de inseguridad alimentaria.
Pese a esas cifras adversas, según el Índice de desperdicio de alimentos del Programa del Medio Ambiente de las Naciones Unidas (PNUMA) 2021:
• A nivel Latinoamérica, México ocupa el primer lugar en desperdicio de comida per cápita por año y el segundo lugar en toneladas de alimento desechado por los hogares.
• En 2019 se estimó un desperdicio de alimentos de 931 millones de toneladas, de los cuales 61% provino de hogares, 26% del servicio de alimentos y 13% restante del comercio minorista, como supermercados o pequeños almacenes.
Asimismo, en México se desperdician 38 toneladas de alimentos por minuto.
Cuando se pierden o desperdician alimentos, todos los recursos que se utilizaron para su producción –como el agua, la tierra, la energía, la mano de obra y el capital– se desaprovechan y, además, la eliminación de esos alimentos perdidos o desperdiciados en vertederos genera emisiones de gases de efecto invernadero.
¿Cómo evitar desperdicio de comida?
• Planifica un menú semanal
• Haz una lista de la compra con los productos necesarios
• Almacena alimentos adecuadamente
• Diferencia entre la fecha de caducidad y la de consumo preferente
• Congela correctamente los alimentos
• Calcula las cantidades
• Coloca los alimentos más viejos delante de los nuevos
• Aprovecha alimentos para otra comida
Los desperdicios, especialmente de artículos alimenticios aprovechados en un buen momento, pueden ser fuente de beneficios alimenticios (fines humanos) u otros fines (composta).
Por otra parte, reducir la pérdida alimentaria en los primeros niveles (explotación agraria) es más efectivo de cara a abordar la inseguridad alimentaria. Los envases ahora contribuyen aproximadamente al 5.4 % de las emisiones mundiales de los sistemas alimentarios, más que cualquier otro factor de la cadena de suministro, incluido el transporte, y alivian el estrés en la tierra y el agua.
Asimismo, las reducciones en el desperdicio de alimentos en la cadena de suministro y a nivel del consumidor son clave para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero; por lo tanto, el cuidado, aprovechamiento de la producción y consumo eficiente permiten garantizar la alimentación no sólo a nivel nacional, sino a escala mundial.