Por: Daniel Aguilar Twitter: @Danny_aguilarm
2, 2 y 2
Este año al fin nos dará una versión de la Serie del Rey que todos queríamos ver, desde hace tiempo. Aunque será inédita, en recientes años la probabilidad y las apuestas se inclinaban a que este par de novenas en algún momento se encontrarían peleando la Copa Zaachila. Pericos, Sultanes y Acereros en su momento se encargaron de no hacer válido el pronóstico, pero al fin llegó, de punta a punto: Tijuana frente a Yucatán.
Habrá 4 mil 67 kilómetros de distancia entre un parque y otro, lo que hace especial esta Serie del Rey, una edición donde si alguien quiere tomar su automóvil y viajar para apoyar a su novena favorita, deberá hacerlo ya, porque más de 48 horas de carretera los esperan. Y sí, hay emoción porque es especial.
Para un servidor, más allá de la cereza del pastel que es atravesar el país para verlos jugar, significa el fruto del trabajo de ambas directivas. Cuando este par de administraciones (junto a Gerardo Benavides) les hicieron frente a los equipos que por años tuvieron secuestrada la Liga Mexicana de Beisbol la pelota cambió.
En los últimos cinco años, este par de equipos han sido protagonistas, no son producto de la casualidad, llegaron para ganar y así ha sido. Desde la campaña 2016, Toros y Leones tienen una Copa Zaachila y dos títulos de Zona, cada uno. Los de la frontera cayeron ante los Pericos para el siguiente año cobrarles el favor. Mientras los melenudos se hicieron con el título ante los Fantasmas Grises, para que al siguiente año vieran a la Furia Azul llevarse el título.
Leones es el actual campeón de la Zona Sur, desde 2015 ha conseguido cinco veces el liderato. Por su parte Toros liga cuatro temporadas consecutivas entrando como segundo lugar del Norte, en 2017 que consiguió el título lo hizo con el mejor récord de la Liga y por mucho.
Nos espera una Serie del Rey inédita, pero muy necesario para la justicia de la pelota caliente mexicana. Ambas novenas merecen el título, pero sólo una lo obtendrá.
Probablemente sea contra los pronósticos, luego de medirse a los líderes Mariachis y Diablos Rojos, pero los números sí juegan y esta edición sólo es la recompensa al trabajo que se ha hecho de unos años para acá. Y habrá que estar acostumbrados.
Por último, sólo quiero manifestar mi gusto por la eliminación de Gil y González. Del equipo Mariachis ya tendrá tiempo para hacer historia y dejar un legado, pero de esos dos personajes –que no pienso volver a mencionar– al final les llegó lo que muchos llaman karma, pero otros más, justicia. Al final, el beisbol siempre será caprichoso y elegante.