Fernando Thompson de la Rosa / @cyberthompson
Este 2023 fue, sin duda, de los más relevantes en materia de avances y para muestra basta un botón: ChatGPT, el extraordinario robot de inteligencia artificial creado por los laboratorios OpenAI, el cual tiene la capacidad de interactuar a través de preguntas y peticiones, respondiendo con alta precisión lo que se le solicita a través de poderosos algoritmos que le permiten entender perfectamente 50 idiomas.
Entre diferentes tipo de inteligencia artificial, la de este robot es de las más avanzadas dentro de lo que se ubica como Generativa.
Pero OpenAI no es el único, porque Google introdujo al mundo a Bart, que es la competencia frontal del anterior; ambos son extraordinarios en verdad.
Algo de lo mejor este año también fue una mejora sustantiva para dispositivos conocidos como el internet de las cosas.
Piense usted, querido lector, en todo lo que no son computadoras o dispositivos portátiles, sino cosas como un refrigerador, un termómetro, aspiradora, cámara de vigilancia, una línea de producción industrial que se conecta para “dialogar” a través de conexiones con internet.
A esta tecnología del internet de las cosas se le abrevia como IoT por sus siglas en inglés y, aunque ya tiene varios años, no había despegado precisamente por el riesgo inherente de utilizarla con tantos ciberataques, que eran el deleite de los ciberdelincuentes por su relativa sencillez para tener acceso a los mismos, sin embargo este año, diversas firmas de ciberseguridad lanzaron productos y servicios enfocados en mejorar la seguridad.
Otro gran avance de este año fue la consolidación del 5G y el hacer realidad una alta velocidad para dispositivos que requieren conectarse al internet o una red de voz.
Este nuevo protocolo no está hecho solamente para aumentar la velocidad de navegación o de descarga de aplicaciones o videos, sino para la conectividad de IoT y es que es prácticamente a velocidad luz la capacidad de conexión entre dispositivos.
De la mano de la realidad aumentada y por otro lado la realidad virtual, Apple y Facebook lanzaron extraordinarios avances que apenas empiezan a popularizarse.
Entendamos la realidad aumentada como el uso de dispositivos para visualizar entidades inexistentes pero presentes mediante proyecciones digitales.
Si usted conoció el videojuego Pokemon Go, es un ejemplo claro: la realidad virtual es similar a los videojuegos en que a través de gafas o cascos se introduce en una experiencia digital que simula la realidad, como vuelos de aeronaves.
Apple con sus Visión Pro y Facebook a través de Meta Quest Pro lo lograron este mismo año, aunque aún está pendiente que este tipo de tecnologías esté disponible para una mayor cantidad de público, bajando sustancialmente los precios que hoy tienen, pues el de Apple ronda 3 mil 500 dólares, unos 63 mil pesos.
Por otro lado, los vehículos autónomos ya son más comunes en servicios tipo taxi. En California, particularmente en San José, San Francisco y Los Ángeles, compañías como Waymo y Uber ofrecen viajes sin choferes detrás del volante.
CIENCIA Y ENERGÍA
Las energías renovables, por otro lado, tuvieron un gran avance al bajar de precio en materia de paneles solares al aumentar las marcas con esta tecnología.
Esto promovió que, además del uso industrial, creciera el uso particular o residencial de estas energías.
Eventualmente, la energía solar, eléctrica y eólica irán ganando sobre fuentes de generación fósil o combustibles.
Los gemelos digitales empezaron un despliegue importante: replican el mundo real digitalmente. Por ejemplo, una refinería o planta con reactores nucleares se copian exactamente, con la finalidad de hacer pruebas para evitar catástrofes, hacer cambios y ver su funcionamiento para realizar o no la modificación, que de hacerlo en vida real haría incosteable o no viable el ejercicio.
CARA OSCURA
De lo malo en 2023, destaca todo lo que se ha venido dando tras la compra de la red social Twitter, por parte del excéntrico multibillonario Elon Musk, empezando por despedir sin ton ni son a los empleados de la empresa, incluido personal clave que después tuvo que ser recontratado para resarcir el daño de las decisiones mal tomadas por el nuevo dueño.
Luego, desenfrenados intentos por monetizar a toda costa la red social, además de que a los usuarios que no pagan en la red se les quitó buena parte de las funcionalidades que tenían y los anunciantes han encontrado piedras en el camino.
Musk quitó el logo del pajarito azul y su popular nombre Twitter; ahora, la X negra es el nuevo nombre de la red.
Lo peor en 2023 fue el uso aniquilador de drones por parte de Rusia contra Ucrania y de Israel contra Palestina; las noticias falsas o fakenews también crecieron como la espuma para manipular la opinión de la población, ocultando la realidad.
El internet también sufrió una cicatriz severa, debido al antagonismo de las potencias tecnológicas Estados Unidos y China.
Por un lado, Google, Amazon, Facebook y ahora Apple no pueden operar en lo absoluto dentro de China y los estadounidenses buscan por todos los medios eliminar a TikTok, so pena de ser espiados, a decir del gobierno de EU.
Uno de los generales del mundo de criptomonedas fue llevado desde su isla privada hasta la cárcel, Sam Bankman Fried, acusado de diversos cargos y de esfumar ocho billones de dólares.
Aquí, una nota al calce es:
Querido lector: un bitcoin o ethereum muy difícilmente puede ser hackeado; los bancos centrales y el FBI tenían que asestar un golpe magistral al boyante mundo del cripto y al fundador de FTX.
Se pusieron en charola de plata por no filtrar o revisar antes su cartera de clientes: algunos lavaban dinero y en paralelo el señor Bankman se daba la gran vida usando dinero de inversionistas y clientes, entre otros cargos que le podrían dejar una sentencia de por vida.
Una noticia pésima para el 2023 fue que el cibercrimen creció a un estrepitoso 400% en comparación del 2022, tanto en la cantidad de ataques como en la cantidad de dinero perdido, pasando a ser la actividad delictiva más lucrativa por encima de narcotráfico, venta de armas y trata de personas.
Esto ocurre en lo que se conoce como DarkNet y afecta al internet en todo su conjunto.
Finalmente, pero no al último, se dio un fenómeno nacional: por vez primera, un alto porcentaje de los internautas mexicanos manifestaron conciencia y preocupación por la usurpación de identidad, a través del robo de datos demográficos y biométricos en internet.
Alrededor de 70% de los usuarios connacionales se dicen también preocupados por los ciberataques.
Agradezco, querido lector, seguirnos en esta columna semana a semana y, primero Dios, nos veremos en 2024 con más información de innovación, tecnología y ciberseguridad, después de unas semanas de vacaciones que tomaremos.
Pero usted puede profundizar en mi sitio de internet para consultar sobre centenares de ideas relacionadas con los temas que apasionan a su servidor.