Escapadas
Alejandro Cañedo Priesca
Hay lugares que siempre figuran en el imaginario colectivo, destinos icónicos que muchos sueñan con visitar al menos una vez en la vida. Entre ellos, destacan tres ciudades que simbolizan el espíritu cosmopolita del mundo: Nueva York, París y Londres.
Mi primer encuentro con Londres fue tan inesperado como memorable. Era estudiante, y por azares del destino, terminé acompañando a un grupo en un viaje que originalmente no tenía planeado. Fue una solicitud de última hora: un lunes me pidieron que tomara el lugar de alguien que había cancelado, y el martes ya estaba en camino.
Volé con Pan Am, la legendaria aerolínea que en su momento conectaba al mundo entero. A bordo de un Boeing 747, tuve el privilegio de estar en el Upper Deck, una experiencia inolvidable que marcó el inicio de mi aventura hacia la capital del Reino Unido.
Londres es una ciudad con alma, una mezcla fascinante de lo bueno y lo malo de la historia, lo que le confiere esa personalidad única que la distingue. Ha sido testigo de periodos de gloria y momentos de angustia, como los bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, de esas pruebas surgió una urbe vibrante, innovadora y llena de vida, un referente en áreas como la moda, la tecnología, las finanzas y, por supuesto, la realeza.
Entre los puntos turísticos más emblemáticos está el majestuoso Buckingham Palace, símbolo de la monarquía británica. Si buscas una vista moderna, no puedes perderte el London Eye, una de las ruedas de la fortuna más grandes del mundo.
La histórica Torre de Londres, con las famosas Joyas de la Corona, es un lugar que parece transportarte en el tiempo, al igual que el imponente Tower Bridge, la icónica Catedral de San Pablo y el Big Ben, junto al Parlamento.
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Para los amantes del arte y la historia, Londres es un paraíso. El Museo Británico alberga tesoros invaluables de las civilizaciones egipcia, griega y romana, mientras que el Museo de Historia Natural asombra con sus exhibiciones interactivas.
La Galería Nacional, ubicada en Trafalgar Square, ofrece una impresionante colección de pinturas que abarca desde la Edad Media hasta el siglo XX.
Pero Londres no es solo historia y cultura. La vida cotidiana se vive intensamente en sus pubs, donde una pinta de cerveza y unos fish and chips son casi obligatorios para quienes buscan un auténtico sabor local.
La ciudad es también un epicentro de la gastronomía internacional: desde restaurantes con estrellas Michelin hasta mercados como Borough Market, donde los aromas de todas las cocinas del mundo se mezclan en un caleidoscopio de sabores.
Londres tiene algo para todos: un paseo por los tranquilos senderos de Hyde Park, la majestuosidad del Palacio de Westminster, o la simple alegría de perderse en sus calles.
Es una ciudad que no solo visitas, sino que vives y sientes.
Londres es para todos. Londres es de muchos. Londres es inolvidable.
Viajemos juntos.