Dr. Anselmo Salvador Chávez Capó / Profesor Investigador de la UPAEP
Es una de esas épocas del año en que los recursos escasean y las necesidades continúan presentes. Puede ser el regreso a clases, una enfermedad repentina, un imprevisto o simplemente un pequeño gusto que te quieres dar.
Requieres 25 mil pesos y tu línea de crédito no es suficientemente grande o tienes problemas con el Buró de Crédito; entonces te llega un anuncio: dinero al instante. Puede llamarse Crédito Fácil, Dinero en tu Bolsa o Resuelve tu Liquidez. Lees las condiciones, son muy laxas, sin revisión de tu estatus de crédito, únicamente debes bajar la aplicación de la compañía. Entonces sigues las instrucciones, envías tu información y rápidamente recibes tu dinero y ahí está la primera sorpresa: de los 25 mil pesos solicitados, te autorizan 20 mil, pero te depositan sólo 13 mil (gastos administrativos les llaman).
Lamento informarte que estás ya en garras de los montadeudas. A partir de ese momento eres su esclavo, y se inicia un proceso de recuperación del crédito con una voracidad y una rudeza que no esperabas, a pesar de que ya habías tenido (si debes o debías en tu tarjeta de crédito) alguna negociación de cobro con un despacho de abogados, quienes son una hermana de la caridad comparados con estos truhanes.
Para el cobro, los delincuentes desde la app ya habían solicitado acceso a tu teléfono, y te amenazan con exhibir tu información sensible para desprestigiarte con tus contactos, difundir material íntimo, o te amenazan con lastimarte a ti o a la familia para realizar el proceso de cobranza del préstamo. Te obligan cuando tengas algún atraso a pagar intereses muy elevados; en algunos casos hasta el 8% diario. Esta situación acaba con tu patrimonio, tu tranquilidad y con tu futuro a corto o mediano plazo.
El hecho de tener acceso a préstamos por medio de compañías de tecnología no es ilegal. Para regular a las empresas que realizan estas actividades, el Poder Legislativo emitió la Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera, la cual tiene por objeto “regular los servicios financieros que prestan las instituciones de tecnología financiera, así como su organización, operación y funcionamiento y los servicios financieros sujetos a alguna normatividad especial que sean ofrecidos o realizados por medios innovadores, lo cual se refiere a la entidad que para la prestación de servicios financieros utilice herramientas o medios tecnológicos con modalidades distintas a las existentes en el mercado al momento en que se otorgue la autorización temporal”.
La publicación Animal Político explica que, de acuerdo con las quejas –que han sido muchas–, a la fecha el gobierno federal ha identificado 660 aplicaciones que otorgan préstamos, hacen cobranzas indebidas y hacen al uso de los datos personales para extorsionar. Torres (2022) señala que actualmente existen más de 15 mil reportes de denuncias contra empresas que otorgan créditos en aplicaciones móviles, de las cuales el 70 % fue hecho por mujeres.
Para acabar con esta pandemia, el gobierno de la Ciudad de México llevó a cabo un operativo en el cual fueron desmantelados siete call-centers o centros de llamadas desde donde operaban dichas aplicaciones, ubicadas en 12 inmuebles en las alcaldías Benito Juárez, Cuauhtémoc, Coyoacán e Iztapalapa. Además, fueron asegurados más de 700 equipos telefónicos, más de 15 mil chips de diversas telefonías usados para extorsión; más de 400 equipos de cómputo, ocho juegos de placas con engomado aparentemente apócrifo, dinero en efectivo en moneda nacional y extranjera y una cantidad “importante” de documentos, entre ellos, sobres con leyendas de instituciones bancarias, credenciales y un libro de registro.
De acuerdo con Torres, siempre hay que leer los términos y condiciones antes de continuar con el proceso de descarga de alguna app y revisar las reseñas sobre la aplicación. Una de las razones por las que estas entidades pueden aparecer o desaparecer de manera casi milagrosa es que no se encuentran reguladas por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores como lo establece la Ley correspondiente, por lo cual, para conocer si la app es de una empresa financiera constituida existe el Sistema de Registro de Prestadores de Servicios Financieros (Sipres) en la página de la Condusef. Ahí, al colocar el nombre comercial o razón social de la institución, se desglosa la posición en la que se encuentra; es decir, si está autorizada, en proceso de autorización o si es inexistente. En este sentido, cuando hayas sido víctima de lo que consideras un abuso, debes reportarlo al Portal de Fraudes Financieros (Condusef).
¿Cómo podemos cuidarnos de solicitar préstamos usureros, con entidades cuya honorabilidad no conocemos? A continuación se presentan algunas acciones que se deben seguir para evitar caer en esta trampa.
• Utiliza simuladores financieros que expresen claramente cuánto deberás pagar por un préstamo contratado. Esta herramienta también debe especificar el costo exacto de las comisiones en caso de impagos o morosidad.
• Realiza las solicitudes de préstamos en entidades reconocidas que estén reguladas y sean transparentes.
• Procura no contratar préstamos de personas físicas o morales que no te soliciten la documentación básica, o a las que parece no importarles si cuentas o no con la capacidad económica para afrontar el préstamo.
• Revisa el contrato minuciosamente antes de firmarlo. Asegúrate de que exista un contrato y no un simple pagaré.
Finalmente, debes considerar que, si requieres un crédito, es importante identificar que la empresa que lo otorgue sea legal e investigar sobre ella.
Si te piden dinero por adelantado por comisiones u otros conceptos para liberarte el crédito, no lo hagas; ésta no es una acción común y lo más seguro es que sea fraude. Incluso se han detectado casos en los que la “empresa” pide depósitos por adelantado para entregar el préstamo y luego desaparece.