Por; Manuel Martínez Benítez/ @manuelmtzb
Una realidad de nuestros tiempos es que se suma la gran cantidad de cosas ocurriendo, tanto en el mundo como en el país, con la capacidad actual de tener información del otro lado del mundo en la palma de nuestra mano. Así, es fácil que nos perdamos entre los temas. Por eso, me gustaría llamar su atención en algunos temas y datos que me parecen los prioritarios tanto para la sociedad como para la discusión política y gubernamental del país y tal vez del mundo.
En la esfera internacional, lo que acapara la atención (y debe hacerlo) es la guerra en Ucrania, provocada por la invasión Rusa, que se dio bajo los dichos de ataques sistémicos contra habitantes prorrusos en la región de Donbás, a los que siguió una “operación de protección” a esos habitantes. Según expertos internacionalistas, la realidad es que Rusia estaba molesta por la tentativa de que Ucrania formara parte de la OTAN, pero también, Putin quiere tomar el control de las antiguas zonas soviéticas, de las que Ucrania es país prioritario, con grandes reservas de granos y recursos naturales, donde pasan los gasoductos que abastecen a Europa.
Rusia, en 2014, se había anexado ya una zona de Ucrania (Crimea, que no tiene frontera con Rusia); al controlar toda Ucrania, Putin tomaría el control de dos países al sur de sus fronteras (Ucrania y Georgia).
Los datos nos dicen que al haberse cumplido el día 22 de la guerra (muchos no pensábamos que duraría tanto) hay al menos 15 mil muertos, de los cuales según el New York Times, 7, mil son soldados rusos (se estima que están heridos entre 14 y 21 mil soldados).
Hay 3.2 millones de ucranianos desplazados fuera de su país, unos mil 700 edificios destruidos y se estima que por las sanciones impuestas a Rusia por el occidente, la economía de ese país caerá 10%, más lo que provoque la recesión por COVID-19.
Es importante que estemos muy atentos a lo que pasa en esta guerra, por la enorme pérdida de vidas humanas de ambos lados, y la inestabilidad que provoca esto en el viejo continente. Se suma la preocupación de que este conflicto escale: por la cercanía de los combates a fronteras con países pertenecientes a la OTAN un error o ataque ahí desataría confrontación entre dos potencias militares, sea la OTAN o EU contra Rusia, donde las armas nucleares son el mayor de todos los miedos.
El otro tema que acapara la atención internacional, es que seguimos (aunque para muchos ya terminó) en una pandemia por COVID 19. Según las cifras oficiales, en el mundo se han infectado casi 457 millones de humanos (5.9% de la población mundial), aunque hay estimaciones de que la cifra es entre tres y diez veces mayor. Han muerto (oficialmente) 6 millones de personas, esto da una tasa de mortandad de 1.3% de las personas infectadas; y se han puesto más de 10 mil millones de vacunas.
Este dato de las vacunas, si bien es muy alto, nos lleva a reflexionar: somos más de 6 billones de humanos, está comprobado que necesitamos al menos dos o tres dosis para estar “protegidos” (contra la muerte, pero no contra la infección) y entonces necesitaríamos algo así como 12 a 15 billones de vacunas administradas.
Vemos así que en el mundo faltan muchas personas por vacunarse. Lo grave es que, si no avanzamos en una vacunación global, el virus podrá seguir expandiéndose (como vemos en fechas recientes en el sudeste asiático) y mutando con variantes cada vez mas contagiosas.
En lo nacional, el tema que tal vez más ruido genera, por su proximidad en el calendario, es la puesta en marcha del controvertido aeropuerto Felipe Ángeles (AIFA, por sus siglas). Su construcción ocurrió tras la cancelación de la obra que llevaba más de 50% de avance, señalada por graves acusaciones de corrupción.
El AIFA, que se ubica en la Base Aérea Militar No. 1 de Santa Lucía, en Zumpango, Estado de México, a 50 kilómetros del actual aeropuerto de la Ciudad de México, forma parte del “sistema aeroportuario” de la capital del país, que lo incluye, además del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y el aeropuerto de Toluca.
Este nuevo aeropuerto tuvo un costo (hasta ahora reportado) de 116 mil millones de pesos (estaba presupuestado en 75 mil millones). El cancelado se estimaba en 300 mil millones, de los que ya se habían ejercido algo así como 100 mil millones y se están pagando indemnizaciones por más de 120 mil millones, es decir, fueron entre 180 y 220 mil millones que se perdieron en la cancelación del proyecto, más los 116 mil millones que costó el AIFA.
Este será el tercer aeropuerto en tamaño del país. El AICM sigue siendo el más grande y en segundo lugar está el aeropuerto de Cancún.
Al menos hasta hoy, las vías de acceso al nuevo aeropuerto (10 veces más chico en este momento que el cancelado) son ineficientes, por decir lo mínimo, y se estima que para llegar del AICM al AIFA, dependiendo de la hora, podría tardarse uno entre una y tres horas de traslado; esto, visto desde los enlaces de vuelos, resulta mortal para un sistema aeroportuario.
Otro tema político que acaparará la agenda es la revocación de mandato que se votará el 10 de abril. Se convoca a este proceso de democracia directa, para decidir si el presidente sigue o sale de su mandato. Este proceso pasa en varias partes del mundo; lo “chistoso” del proceso que estamos viviendo en México es que normalmente quien convoca es la oposición para quitar a un presidente o un primer ministro de su cargo. En nuestro caso, el gobierno federal y su partido político (Morena) son los convocantes en un afán de ratificación del mandato, para mostrar la popularidad y “el respaldo” y la fuerza que actualmente tiene el presidente.
Y mire, le doy algunos datos: para que la revocación sea vinculante (que sus resultados puedan aplicarse) debe participar al menos 40% de los electores del listado nominal (la cantidad de electores del país); es decir que deben votar algo así como 35 millones de ciudadanos. Cosa que no va a pasar.
Se estima que acudan a votar entre 10 y 20 millones de personas; muchas de ellas, la inmensa mayoría, gente que respalda al presidente López Obrador. Esto, porque el mandatario tiene en este momento a nivel nacional una aprobación de entre 55% y 60% en las encuestas; si bien ha perdido apoyo, la mayoría lo sigue respaldando.
El presidente saldrá muy bien de este proceso porque quien hace campaña para ratificarlo (que no revocarlo), es la gente o el partido que lo respalda, que se movilizará para votar. Ni Usted ni yo hemos visto (tal vez por desinterés o porque saben que no tienen la fuerza para ganar) una campaña de la oposición para “sacar” al presidente.
Así que veremos un proceso con baja participación en que, según las estimaciones más recientes, entre 70% y 90% de quienes voten lo hará para ratificar.
Otro tema nacional que veremos subir en lo mediático y lo político estos días será la reforma eléctrica, que se esperaba discutir después de junio de este año (una vez que hubieran pasado las elecciones), pero que Morena y sus aliados en el Congreso están empujando y anunciando para este primer semestre. Comienza a decirse en corrillos políticos que se le harán algunas modificaciones pero que será aprobada con el respaldo de algunas fuerzas políticas, o algunos políticos fuera del bloque 4T.
Por último, los tres temas que siguen mes con mes, prioritarios para la observación, son la crisis o los problemas económicos que vivimos, la inseguridad y los temas políticos como tales.
En México se tiene una inflación actual de más de 7% y la estimación del crecimiento de la economía está cayendo a 2%, en la mayoría de las expectativas.
La economía es un gran problema, tal vez el más grande, así lo reportan las encuestas y no pinta con ninguna mejora en el futuro.
El segundo es la delincuencia, la enorme delincuencia que tiene tomada partes enteras del país. Aunque hay meses que “baja” el número de muertos, siguen siendo demasiados. Cada vez son más brutales los asesinatos, cada vez son más agresivos lo delincuentes con la sociedad y muchos de estos grupos delictivos están vaciando poblaciones completas para tomar el control y el beneficio del territorio; y vemos a un gobierno que en el mejor de los casos podemos decir que es incapaz de contrarrestarlos en todos los frentes.
Y el tercer tema a seguir es el político: están las elecciones en seis estados de la República en junio de este año, que generarán cierta tensión electoral en el país. También en este contexto político podemos encuadrar la revocación de mandato antes mencionada, los acuerdos con gobernadores y exgobernadores que vemos que están tomando posiciones en diferentes lugares del gobierno o la diplomacia, o las tomarán en un futuro próximo; y también hay que estar pendientes en detenciones de exgobernadores, actuales alcaldes y políticos del pasado, que si bien la ley debe juzgarlos, al parecer las detenciones tienen más un fin de venganza o de justificar gobiernos con una narración de “juicio al pasado”, aunque la verdad lo que buscan es que no veamos el presente.
Estos son los temas y la agenda que le propongo que veamos y reflexionemos, estos y otros temas seguramente son en los que debemos estar pensando, analizando y discutiendo y cierro el texto con una sugerencia: investigue, lea y analice estos temas, Usted y sus cercanos, porque entre más nos involucremos y los discutamos, tal vez juntos mejoremos la sociedad y con esto mejoremos el país.