Por: Manuel Martínez Benítez/ @manuelmtzb
El próximo 4 de junio de 2023 se llevará a cabo una jornada electoral en dos estados del país, que son la antesala al proceso electoral federal y local del 2024. En el proceso de 2023 hay especial interés porque estará en juego la gubernatura de la entidad de mayor tamaño poblacional y electoral del país.
Ese domingo se llevará a cabo la jornada electoral en Estado de México y en Coahuila. En el primero se elegirá únicamente gobernador y, en el segundo, mandatario y diputados locales (16 de mayoría relativa y 9 de representación proporcional).
Dos características llaman la atención de estas dos gubernaturas:
La primera: están en funciones los últimos dos gobernadores electos previo al proceso electoral de 2018. La influencia de la fuerza política de Morena (y del presidente López Obrador) está por verse; hay que recordar que el “efecto AMLO-Morena” ha rendido para que este partido político y sus aliados ganen y gobiernen hasta el momento en 22 estados en el país.
Segunda: son los últimos dos estados gobernados por el PRI, el antiguo “partidazo” que podría quedarse sin ninguna, según las últimas encuestas publicadas en medios de comunicación.
Este proceso cobra especial atención porque se da en un momento de gran polémica y discusión sobre el futuro del sistema electoral mexicano, sobre el futuro del INE, sobre una reforma electoral propuesta por el presidente, y que, si bien muy posiblemente no pase por la contención del bloque opositor en el Congreso, polarizará y desgastará al INE (y al sistema electoral) en el ámbito mediático. Esto podría enturbiar el proceso 2023 y posiblemente el de 2024.
Entre los temas legales-electorales a observar en este proceso, y en el de 2024, está la paridad de género, principio que dicta que hay que postular el mismo número de mujeres que hombres para los cargos de elección popular. Hay una discusión legal: algunos dicen que este principio de paridad no puede ser usado en cargos unipersonales (como lo son la Presidencia de la República y las gubernaturas) pero lo más seguro (para gobernadores) es que los partidos políticos deban observar el principio de paridad de candidatas a gobernadoras, en este caso, al menos uno de los dos candidatos a gobernador será mujer y es casi segura Delfina Gómez en Morena para EdoMex.
También hay que recordar que EdoMex es la entidad que más votos tiene en el país, y de ahí la importancia de quien lo gobierne, porque esos votos serán prioritarios para el proceso electoral 2024, necesarios para la elección presidencial.
Y hablando del 2024, la elección que será –otra vez– el domingo 2 de junio, es enorme y muy, muy importante, no solo porque elegimos a la o el presidente de la República, sino porque habrá muchos cargos de elección popular en juego (más de 3 mil 400, tomando en cuenta presidente, diputados federales, senadores, gubernaturas en nueve entidades, diputados locales, más de mil 500 ayuntamientos –alcaldes, síndicos y regidores– y juntas municipales)
Y dado este enorme número de cargos de elección en juego, digo que es una elección que modificará el rostro político del país: se tiene previsto que podrán votar un poco más de 96 millones de mexicanos y, de mantenerse la tendencia de participación (que puede cambiar según el interés que generen las campañas en ese momento), votará algo así como el 60% del listado nominal, unos 58 millones de electores. Este número es muy relevante, ya que, pensando en la elección de presidente de la República, para tener un triunfo “asegurado” (insisto: manteniendo este nivel de participación), se deberá tener alrededor de 29 millones de electores votando por la opción que represente.
Esto, tomando en cuenta que solo haya dos polos de votación. Y es ahí donde creo que veremos mucho de la operación política-electoral para que haya más de dos polos de votación, y el universo de electores que participen en el proceso 2024 se “diluya” entre más de 2 opciones, es decir, evitar lo que de facto se busca en una segunda vuelta en muchos países y que es que la gente elija entre 2 opciones de gobierno, o dos propuestas de futuro para el país.
Otro de los temas que llamarán la atención en el proceso 2024, son las nueve gubernaturas estarán en juego, (Chiapas, Ciudad de México, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán) y esto será de interés no solo por la importancia que tienen en nuestro sistema de gobierno los gobernadores, sino como esto puede verse influenciado por la elección presidencial, como definirán los partidos políticos a sus candidatos, que tanto afectará en las definiciones de candidatos el tema de género, que tanto estos candidatos a gobernador afecten la elección federal, y esto como podría construir un frente “opositor” de gobernadores, como el que vimos al arranque de la presidencia de Fox, donde se conformó la Conago.
No solo son esos dos cargos que debemos tener centrada nuestra atención, son tal vez las candidaturas más vistosas, por la relevancia mediática que tendrán, pero que, al ser cargos unipersonales, son muy atractivas en el carisma de quienes compiten, pero no debemos olvidar que también están los cargos legislativos en juego. Todos los diputados federales y senadores del congreso de la unión estarán en disputa, y como hemos ido aprendiendo en nuestra joven democracia, lo importante que pueden y deben ser, porque en el sistema político mexicano (como en muchos otros) el congreso federal está diseñado para ser un contrapeso al poder presidencial (al menos en teoría), ya que son los que pueden modificar la constitución, proclamar leyes, asignar el presupuesto y llevar a cabo tratados internacionales.
De la misma forma, estarán en disputa 30 congresos locales, que (en teoría también) son los contrapesos al poder ejecutivo estatal, y que llevan las riendas de las leyes y el gasto en los estados. También se elegirán autoridades municipales (alcaldías y ayuntamientos, así como consejos municipales) en casi la totalidad de las entidades del país, siendo estos los gobiernos más cercanos a la población y que deben responder a las necesidades básicas de sus gobernados, los servicios públicos en primera instancia.
Si bien es cierto que hay muchos problemas que nos están afectando actualmente (seguridad, economía, pandemia y servicios públicos según las encuestas), debemos dejar espacio en nuestra atención a los temas político-electorales que se discuten en la actualidad y en el futuro, cómo se desarrollarán las próximas elecciones y quiénes serán las y los candidatos, y quiénes y qué proponen, ya que son ellos los que llevarán las riendas del país, de muchos de los estados y de muchos de los municipios de nuestro México, que tanto necesita mejorar.