Fernando Thompson de la Rosa / @cyberthompson
La suplantación de identidad es una de las técnicas más utilizadas por los delincuentes, pues les permite obtener acceso a información personal y financiera de sus víctimas.
Hay que diferenciar: la suplantación de identidad implica engaño y defraudación mientras que el robo de identidad implica obtener y utilizar ilegalmente la información personal de otra persona.
El robo de identidad ocurre cuando alguien obtiene información sobre ti, tal como tu número de seguro social, RFC, dirección o fecha de nacimiento para crear cuentas financieras, hacer compras y hasta recibir reembolso de impuestos.
De acuerdo con el Banco de México, nuestro país ocupa el octavo lugar con más robos de identidad a nivel mundial. Anualmente ser registran 5 millones de reclamaciones a instituciones bancarias en el país, y aunque la usurpación de identidad se penaliza con cárcel y multas, no inhibe ni detiene este crimen, sino que está aumentando.
Hay diferentes tipos de usurpación o suplantación de identidad: la más vieja se concentra en la firma, luego en la identificación oficial, hasta la suplantación en internet, en que el ciberdelincuente usa los datos de la identidad de otra persona para falsificar documentos o vender sus datos.
Tus datos vendidos pueden ser utilizados para emitir una nueva identificación oficial a otra persona, solicitar créditos o usar los que ya tienes de forma exagerada o crear cheques falsos con tu número de cuenta. Cuando esto sucede, pierdes dinero y se daña tu reputación financiera.
La compra de datos personales en México es alarmantemente accesible. En grupos de Facebook y otras redes sociales se venden incluso por 60 pesos.
El hecho de que la base de datos del INE haya sido filtrada por la negligencia de un partido político es un grave problema para la privacidad de millones de ciudadanos mexicanos registrados.
Esta base de datos contiene información del padrón electoral y, aún más preocupante, imágenes de las identificaciones.
¿Cómo saber si ya han usado tus datos?
Si recibes tarjetas de crédito que no solicitaste, si te niegan solicitudes de crédito de forma inesperada, si observas cargos o retiros en tu crédito o tarjeta de débito extraños, si tus tarjetas son denegadas, si encuentras en tu reporte de crédito cuentas o cargos no reconocidos, si el SAT te hace un requerimiento por cantidades de dinero que tu ni en sueños manejas son señales de que has sido victima de la usurpación de identidad.
¿Cómo puedes cuidarte y evitar el robo de datos?
No compartas tus contraseñas. Busca que sean complejas, no predecibles y que mezclen distintos caracteres: letras mayúsculas, minúsculas, números y símbolos.
Actualiza el sistema operativo de tu dispositivo y todas las aplicaciones que tienes instaladas desde Appstore o Playstore; también debes actualizar tu navegador de internet.
Nunca compartas tus claves ni pines por mensajería o email con nadie y cámbialos al menos cada tres meses.
Verifica que el enlace de cualquier sitio web sea el correcto (el oficial) antes de navegar en él o dejar tus datos. Los ciberdelincuentes crean URL muy parecidas a las reales.
Revisa periódicamente tu buró de crédito y contrata la aplicación de bloqueo para que sólo tú saques un contrato con tu información.
Si ya te robaron tus datos o ya detectaste que suplantaron tu identidad, debes levantar un acta acudiendo al Ministerio Público e informar a las instituciones como Condusef, Buró de crédito y a las instituciones que los tienen para que los cancelen y reexpidan documentos nuevos, como el INE, el IMSS, el ISSSTE o tu banco.