Adolfo Flores Fragoso / [email protected]
Más migrantes mexicanos llegaron a Estados Unidos que los que salieron de aquel país hacia México entre 2013 y 2018, una tendencia que está cambiando y creciendo en tiempo de pandemia, según un nuevo análisis del Pew Research Center, con base en de los datos disponibles más recientes que comparan los flujos migratorios en ambos territorios.
Según el más reciente estudio de la investigadora Ana González-Barrera, cito a manera de contexto:
“Se estima que 870 mil migrantes mexicanos llegaron a los Estados Unidos entre 2013 y 2018, mientras que aproximadamente 710 mil salieron hacia México durante ese período. Eso se traduce en una migración neta de unas 160 mil personas de México a Estados Unidos, según datos gubernamentales de ambos países.”
Hay que añadir que en el lapso anterior –de 2009 a 2013–, por el contrario, alrededor de un millón de personas salieron de Estados Unidos hacia México, mientras que 870 mil mexicanos hicieron el viaje inverso. En número redondeado, 130 mil paisanos que decidieron retornar a nuestro país, según cifras del Consejo Nacional de Población.
Tres factores determinaron aquella migración de retorno a México:
• Las sucesivas crisis de empleo y de la economía del vecino país (la llamada gran recesión 2007-2009).
• El retorno de connacionales con por lo menos dos hijos nacidos en Estados Unidos mismos que son sumados a las estadísticas.
• La mayor ola de deportaciones operada por el vicepresidente (en aquel 2009) Joe Biden.
Como nota al margen, también hay que destacar la reducción de apoyos sociales y económicos a las madres solteras indocumentadas por parte de Barack Obama, lo que redujo las tasas de fertilidad entre las mujeres inmigrantes mexicanas y, en consecuencia, hubo familias más pequeñas pero con altas necesidades posteriores a la gran recesión de 2009.
El dato es relevante si consideramos que –según estimaciones basadas en la Encuesta sobre la Comunidad Estadounidense (ACS, por sus siglas en inglés) de la Oficina de Censos del 2019– aproximadamente 24% de todos los inmigrantes estadounidenses (documentados y no) nacieron en México.
Si las matemáticas no fallan, la población de mexicanos radicados en los Estados Unidos se redujo en casi 10% entre 2007 y el año 2019.
Pero pasemos al escenario actual.
Al comienzo de la pandemia del coronavirus, los gobiernos de Estados Unidos y de México cerraron sus fronteras terrestres a todos los viajes no esenciales.
Pero aún no está claro cómo el coronavirus ha afectado los flujos de tránsito de México a Estados Unidos y viceversa.
Si bien los datos de las encuestas de la Oficina del Censo de Estados Unidos y los del INEGI del gobierno mexicano aún no están disponibles para el período que cubre la pandemia, hay fuentes secundarias que insinúan un nuevo cambio en los flujos de migración de ingreso a los Estados Unidos, y de retorno a México.
De entrada, entre abril y septiembre de 2020, el número de receptores de green cards para mexicanos disminuyó 90%, en comparación con el mismo período del año anterior, según fuentes de ingresos fiscales estadounidenses.
Otro dato disponible es el número de inmigrantes mexicanos que ingresaron a los Estados Unidos a través de una visa de trabajo temporal. La visa H-2A para trabajadores agrícolas, y las visas TN o H-1B para inmigrantes altamente calificados.
En el año fiscal 2020, los trabajadores agrícolas mexicanos obtuvieron alrededor de 198 mil permisos temporales para trabajar en los Estados Unidos, un 5% más que el año fiscal anterior, aumento anual mucho menor al observado en la mayoría de los años previos a la pandemia. Hay que aclarar que el trabajo agrícola fue considerado de alto riesgo, por lo que el gobierno estadounidense recurrió a los mexicanos indocumentados para que fueran ellos los expuestos a los contagios en labores del campo.
Sin embargo, la cantidad de trabajadores mexicanos altamente calificados, que obtuvieron una visa TN o H-1B, cayó un 36% en el mismo período. De aproximadamente 24 mil a 15 mil.
Otra cifra de los flujos migratorios mexicanos está relacionada con los inmigrantes no autorizados, incluidos los que llegan a los Estados Unidos temporalmente con una visa y se quedan más tiempo de su permiso, y quienes cruzan la frontera sin documentos y residen en los Estados Unidos como “ilegales”.
Según cifras del Departamento de Estado de los EE. UU., durante la pandemia disminuyó la cantidad de personas mexicanas que ingresaron “legal e ilegalmente” en casi 35%, en comparación con los meses previos a la pandemia.
Pero el dato más revelador es que casi un millón de mexicanos retornaron a nuestro país huyendo del coronavirus en los Estados Unidos.
Con base en el contexto inicialmente descrito, una cifra similar a la de la gran recesión 2007-2009, pero en un lapso menor.
Una pregunta que durante más de dos décadas he expuesto en diferentes medios: ¿estamos preparados en México para darle empleo, educación y oportunidades con alta calidad de vida a tal cantidad de paisanos procedentes de los Estados Unidos?
Lanzo la moneda. Con datos duros. Verdaderos. Y abro la apuesta a respuestas reales, viables y concretas.