Es relativo
Lic. Guillermo Pacheco Pulido
Un hombre –como algunos y algunos otros– que recorre el mundo, aún muerto, es Napoleón Bonaparte. Él decía que el hombre de genio se recupera siempre, tanto después de un error, como después de una desgracia. Así pensaba y hablaba un hombre político, “astuto, tiránico, ávido de poder, un revolucionario, un estratega, un guerrero incansable” en busca permanente de la gloria y el triunfo.
Frente a sus enemigos, militarmente fue grandioso, y en sus derrotas decía que aun cuando no se tenga fuerzas para continuar en la batalla, aún así debe continuarse en la batalla con sentido patriótico.
Podemos decir –metafóricamente– que la presencia de Napoleón en muchas partes se deriva de haber expedido el Código Civil Francés, o Código Civil Napoleónico. Sobre este código, Napoleón expresaba que la gente podrá olvidarse hasta de sus triunfos bélicos, pero está seguro que siempre será recordado positivamente por su Código Civil Francés.
En nuestro país, lógico, en Puebla y México, en Francia, América y muchos países europeos el espíritu napoleónico está actuante y presente, porque su código aprobado el 21 de marzo de 1824 se sigue aplicando, con reformas.
En dicho código se implantó la igualdad jurídica, la libertad, la libertad de cultos, el matrimonio civil y la propiedad privada como conquista de la población.
En sus múltiples frases célebres, se identifica Napoleón en varios de sus matices humanos, y podría decirse que habló para todos los tiempos, como cuando estratega nos dijo: “China es un gigante dormido, déjenlo dormir, porque cuando despierte moverá al mundo”.
“Si construyen un ejército de 100 leones y su líder es un perro, en cualquier circunstancia los leones morirán como perros, pero si construyen un ejército con 100 perros y su líder es un león, todos los perros lucharán como leones”.
“Lo imposible es el fantasma de los tímidos y refugio de los cobardes”.
“La razón por la que la mayoría de las personas fracasa en lugar de tener éxito, es que intercambia lo que más desea por lo que quiere en este momento”.
“Los hombres son más fácilmente gobernados a través de sus vicios, que a través de sus virtudes”.
“Frustramos muchos planes en contra de nosotros si fingimos no verlos”.
“Nunca interrumpas a tu enemigo cuando esté cometiendo un error”.
“Solo con la prudencia, la sabiduría y la destreza se logran grandes fines y se superan los obstáculos; sin estas cualidades, nada tiene éxito”. (Su colega militar francés Charles de Gaulle dijo: “Siempre elige la forma difícil, con ello no encontrarás opositores”).
Napoleón tuvo muchas fases en su vida, en su forma de actuar, de pensar, de creer, de luchar, en el ejercicio de su función militar. Nos sorprendemos porque él tenía razón de que lo que sería imperecedero en su recuerdo sería su Código Civil Francés.
Este Código Napoleónico afianzó las libertades y los logros del período revolucionario de Francia, tanto en lo ideológico como en lo material.
Efectivamente, como señalamos, es un Código Civil con modificaciones que rige en muchas partes del mundo, en el estado Vaticano, en América y en las escuelas o facultades de Derecho se rige hablando de Napoleón con la capacidad jurídica positiva de dicho código.
El Código Civil prohibió la interpretación de dicha ley por parte de los jueces, sólo se permitía aplicar la ley como tal y no con subjetividad de los jueces.
No deja de observarse que se protegió a la burguesía de la época, pero desapareció el antiguo régimen y el feudalismo.
Dijo Napoleón: “El mundo sufre mucho, no solo a causa de la violencia de las personas malas, también por el silencio de la gente buena”.
El mundo se transforma con el pensamiento y las obras de hombres y mujeres ejemplares; decía el inmortal químico francés Antoine Lavoisier que con ello el hombre no muere, sólo se transforma (los átomos no desaparecen; sólo simplemente se ordenan de otra manera).
Esa es la actual presencia de Napoleón Bonaparte.