Por: Daniel Aguilar Twitter: @Danny_aguilarm
2, 2 y 2
P ara cuando estoy escribiendo la presente columna, los Gigantes de San Francisco se convirtieron en el primer equipo en obtener 100 triunfos y los Cardenales de San Luis extendieron su racha a 15 juegos ganados de manera consecutiva.
Más allá de la noticia y que es algo que nos asegura buen beisbol en la postemporada, estos dos equipos ponen a temblar a la fanaticada y propiamente a los Dodgers. Este par de novenas cuenta con un gran momento para evitar el bicampeonato de Los Ángeles y el mayor de los argumentos es la historia y ADB que tienen.
Sí, me parece injusto que el comodín puede tener una brecha entre el primero y el segundo y no pase nada, tal vez la regla establecida en Liga Mexicana donde si la diferencia de comodines era más de tres partidos, sería eliminado en automático el juego decisivo y mandaba al mejor posicionado a postemporada.
En Grandes Ligas empieza a vislumbrarse un escenario injusto para el que no se quede con el banderín del Oeste de la Liga Nacional, ya sea San Francisco o los Dodgers tendrán el triple dígito en juegos ganados pero se podrían ir en uno solo cuando se miran a los pájaros rojos, toda la temporada se reduce a un duelo.
No me atrevería señalar a Cardenales como un “caballo negro”, la novena de San Luis simplemente es el equipo que por excelencia, naturaleza e historia juega los playoffs, muchos no saben cómo le hacen pero cuando estaba La Russa enfrente era una garantía, hoy en día la esencia de este equipo los tiene como el rival a vencer.
Quiero mandarle un saludo a mi amigo Joaquín Fernández, gran seguidor de los pájaros y desde que lo conozco me ha dicho que me cambié de equipo con ellos. Los Cardenales no tuvieron que pasar por grandes ejemplos para que un servidor se diera cuenta quiénes son el equipo más ganador de la Liga Nacional, el que más veces ha levantado el Clásico de Otoño para el Viejo Circuito y de lo que he visto recientemente me quedo con aquella Serie Mundial que le remontaron a los Rangers de Texas, cuando dos veces estuvieron a un strike de perder el Clásico de Octubre y sólo jugaron con su esencia de ser los Cardenales de San Luis.
Siempre le he dicho y comparto la idea de nada te sirve ganar 20 juegos como lanzador de temporada regular, si cuando llegue el día de la verdad no lo consigues y es ahí donde los Cardenales tiene la sartén por el mango. Hoy, San Luis puede relajarse un poco, irán al duelo de comodín y si bien lo harán en patio ajeno no importa, porque la bola será nada más y nada menos que para Adam Wainwright que a mis ojos, después de Madison Bumgarner, es el pitcher con mejores números y temple para afrontar la postemporada.
Del equipo dinastía también podemos hablar un poco, los Gigantes fueron el equipo que nos calló la boca a todos, que un servidor pensaba llegaría en cualquier momento la debacle, que se terminaría el sorpresivo inicio de los de la Bahía y no lo han hecho, paso por paso lo han hecho. Jugando por nota están consiguiendo lo que en su momento se les hizo tan fácil cuando eran dirigidos por Bruce Bochy.
Los Gigantes que bajo la batuta de Bruce Bochy, son la novena dinastía del actual siglo. Conquistaron tres títulos de la Serie Mundial en cinco campañas y lo hicieron en años pares, 2010, 2012 y 2014.
El primer título llegó luego de derrotar a los Rangers de Texas cuatro juegos a uno, esto terminaba con una sequía de 54 años sin alzar el campeonato, además significaba la primer Serie Mundial ganada desde su mudanza de Nueva York a San Francisco, para 2012 barrieron a los Tigres de Detroit en el Clásico de Octubre, un camino que no fue fácil, ya que en la postemporada sus series anteriores las llevaron al máximo de juegos.
En 2014 enfrentaron a los Reales de Kansas City, ambos equipos llegaron por la vía del comodín, Kansas buscaba cortar una racha de años sin campeonato, pero se toparon con la figura titánica de Madison Bumgarner, quien ganó tres de los cuatro juegos que necesitó Gigantes para conquistar el trofeo en siete partidos.
Esos son los escenarios que enfrentaría Dodgers y dada su condición de campeón los obliga a ser favoritos.