Por: Fernando Thompson de la Rosa @cyberthompson
Hace 18 años, la web inició su primera gran revolución y transformó el mundo. A ese momento de la historia se le conoce como la Web 2.0, donde las grandes empresas que hoy dominan internet empezaron a tomar fuerza.
Por un lado, Apple lanzó el primer iPhone y permitió que cualquiera tuviera en sus manos un smartphone con conexión a internet. También, Facebook y Twitter nacieron y le dieron una voz a todo mundo; estas plataformas digitales pronto se convirtieron en la principal manera de comunicarnos y la vía para que las marcas se vincularan con sus clientes.
La web 2.0 centralizó el contenido y las plataformas, haciendo que hoy en día empresas como Facebook tengan un control de contenido e información de datos personales que ningún país posee. Si bien el concepto de web 3.0 no es nuevo, ya podemos hablar verdaderamente del inicio de esta era.
La tecnología necesaria ya es realidad y se lucha contra todos los vicios y problemas de la web 2.0. Esta nueva web se está moviendo hacia un esquema descentralizado; se busca que ninguna empresa tenga el control de todos los datos o de todos los servicios. Las tecnologís de cadenas de bloques y criptos se fortalecen y una nueva generación de aplicaciones se difunde.
Hoy estamos descentralizando los servicios, porque no queremos que las grandes corporaciones controlen nuestra información, que se conviertan en jueces y pongan las reglas de cómo debe ser la internet.
Esta nueva centralización está buscando que los gobiernos dejen de tener el control de las plataformas y decidan cuáles son las reglas. Bajo el web 3.0, aquellos que participen en una red social son dueños de su información y pueden decidir en cualquier momento quitarla y llevarla a otro lado. Al mismo, tiempo, existe gran expectativa por el inicio del “metaverso”, nuevo espacio digital que no estará controlado por una sola organización y del que miles de personas esperan ser parte; una emoción que no se veía desde que iniciaron las redes sociales.
La web 3.0 también estará definida por la inteligencia artificial y, poco a poco, veremos cómo las plataformas de internet la aprovechan a su favor. La tecnología actual nos permite crear proyectos pensando en criptomonedas, NFTs, cadenas de bloques y DAOs (Decentralized Autonomous Organizations), pero el gran problema es que todavía no hay interfaces tan amigables para el uso masivo.
Aquellos que la utilizan son únicamente especialistas en la tecnología, de la misma manera que hace 20 años los únicos que podían crear una página web eran los “geeks” de la época. La tecnología para crear una página web no es nueva, pero hubo que esperar plataformas como WordPress para que cualquiera creara su página.
De la misma manera, en los siguientes años veremos el nacimiento de nuevos startups, que crearán interfaces más amigables.
Debes prepararte para el web 3.0, pues es necesario poner la mira en aprender cada vez más de cadena de bloques. Así como el web 2.0 en su momento revolucionó el mundo, el web 3.0 lo hará nuevamente y todo lo que conocemos hoy en día cambiará.