Por: Lic. Guillermo Pacheco Pulido
Es relativo
En sociología se nos explica que todo lo que sucede, tiene una causa, se origina por hechos o actos, en estos últimos está el ser humano, mujeres y hombres que actúan. Es el caso de los movimientos sociales que en México hemos tenido, tres de ellos son: La Independencia, La Reforma y La Revolución, independiente de otros pequeños.
Se nos hace notar que hasta hoy en México, ha sido imposible dar una justa medida de la participación de militares en dichos hechos, en que participaron algunos y murieron otros siendo ciudadanos poblanos.
Ya Napoleón dijo: “yo estimo a un soldado valeroso que ha sufrido su bautismo de fuego cualquiera que sea la nación a que pertenezca”
Por ello solo nos referimos a ciudadanos poblanos miembros del glorioso Ejército Mexicano cuya trayectoria es ejemplar en todos sentidos. Sus integrantes son defensores de instituciones, con lealtad a su país y con cumplimiento de su compromiso social con la población y con sentido ético en su desarrollo humano. Hago la salvedad, que como todo grupo humano en lo excepcional y se explica en lo mínimo la conducta con el concepto gramatical de la sinécdoque: No confundir a la parte con el todo.
Hay voces reclamado que se reconozca en amplitud el espacio heroico que tienen merecidos los militares poblanos ya fallecidos pero que participaron unos y murieron otros en el cumplimiento de su deber en la Revolución Mexicana.
Recordemos que se creó el Ejército Constitucionalista a través del Plan de Guadalupe suscrito por Venustiano Carranza en unión de otros militares solamente, ejército del que surge el Ejército Mexicano hace ciento ocho años.
Son muchos Generales, independientes de otros militares y tropas de origen poblano que participaron en la Revolución Mexicana; aquí algunos nombres y origen de dichos Generales:
Antonio Abonza Fuentes (Puebla)
Higinio Aguilar (Tecamachalco)
Juan B. Avila (Puebla)
Calixto Barbosa (Ajalpan)
Francisco J. Barbosa (Ajalpan)
Demetrio Carrera Barrios (Zacatlán)
Alberto Bello (Chignahuapan)
Roberto T. Bonilla (Puebla)
Donato Bravo Izquierdo (Coxcatlán)
Mucio Bravo (Acatlán)
Arturo Comacille (Ixcaquixtla)
Gilberto Cantellano Saavedra (Teziutlán)
Juan N. Cardona ( Huauchinango)
Joaquín V. Cazarin (Puebla)
Melacio Cabozos (Puebla)
Celso Sepeda (Chalchicomula)
Agustín Cortez (Matamoros)
Evodio Cortez Bravo (Coxcatlán)
Gabriel Cuevas (Puebla)
José Vargas Dorantes (Cañada Morelos)
Rubén García (Puebla)
Humberto Barrios (Tlatlauqui)
Gabriel Barros Cabrera (Zacatlan)
Javier Córdova (San Andrés Salchicomula)
Desde luego faltan muchos por incluir. Independiente de Manuel Ávila Camacho y Maximino Ávila Camacho que han sido ya mencionados y reconocidos en su oportunidad como militares poblanos.
Todos ellos, con el sentido pleno del honor, lealtad, disciplina que rigen a los integrantes del Ejército Mexicano y con una concepción vertical del sentido de patria que de acuerdo con Seneca quien señaló que “ninguno ama a su patria por ser grande sino por ser suya”
En México, la labor del ejército y la marina, son las ramas de las fuerzas armadas, incluyendo la aérea que depende de la Secretaría de la Defensa Nacional; se encargan de la defensa del territorio y la soberanía nacional, de garantizar la seguridad interior, y de acuerdo con el plan D. N. III-C, atienden y ayudan a la población en casos de desastre.
Se dice que sus integrantes hombres y mujeres no piensan en ser hombres y mujeres de éxitos, sino hombres y mujeres de honor. Sienten el estoicismo de portar el uniforme militar.
Reconocer y homenajear a los militares caídos o que participaron en la Revolución Mexicana será un homenaje a la lealtad, al honor, a la disciplina y a la historia patria.
Hay que homenajear a los militares poblanos señalados, su muerte no merece el olvido de los ciudadanos.
En la orden del día de la historia de México y Puebla, debe estar cada uno de los nombres que sirvieron en la revolución de 1910, y con la respuesta y reconocimiento que haga vibrar sus corazones que escuchen: MURIÓ POR LA PATRIA.