Por: Jorge Luis Hernández [email protected]
Ni más ni menos
EMPIEZO CON
Un hidrocálido de 23 años de edad que, por su calidad en el terreno de juego y su personalidad, ha llamado la atención de propios y extraños: Sebastián Córdova. Producto de las fuerzas básicas del América, Córdova recibió sus primeras oportunidades de aparecer en el primer equipo, de Miguel Herrera, quien desde un principio vio en el nacido en Aguascalientes mucho potencial para triunfar en uno de los clubes con más exigencia en México y Latinoamérica.
Córdova es un volante ofensivo –que es la posición donde mejor se ve–, pero también sabe jugar la media cancha, ha sido habilitado como contención, como volante mixto y hasta como lateral, en todas las funciones, lo ha hecho bien, es de esos a los que la “vieja escuela” llaman, multifuncional.
El juvenil americanista es además ambidiestro, de buen manejo de balón, buena visión de campo y además sabe jugar con y sin el balón, no hay duda, Sebastián nació para jugar al futbol. Con las condiciones antes mencionadas, su futuro a mediano plazo, debe ser el futbol europeo, tiene lo necesario para triunfar en cuanto a habilidades y capacidades, sin embargo, Córdova como muchos jugadores mexicanos, tiene algo en contra: su intermitencia y conformismo.
No, no es que el mediocampista de las águilas no se comprometa con el equipo, simplemente, que a veces su exceso de confianza lo llevan a bajar su nivel considerablemente, pues cree que es tan bueno que con esa alcanza y, la verdad, eso le sucede a la mayoría de los jugadores jóvenes que apenas comienzan a destacar.
Sebastián Córdova tiene la virtud de ser un jugador de carácter y ojalá el mismo le alcance para crecer en lo futbolístico, tiene en estos momentos, además, la suerte de ser dirigido por Santiago Solari, alguien que conoce perfectamente el futbol de Europa y su idiosincrasia, porque a veces al jugador latino – en general– le cuesta trabajo entender que en el viejo continente se necesita algo más que buen futbol para consolidarse, como fuerza, disciplina y preparación día a día.
Hirving Lozano le costó trabajo entenderlo, pero lo hizo, hoy triunfa; cito al Chucky porque es un jugador que, en sus inicios y por estilo, me recuerda a Córdova, aunque diferentes posiciones, mismas condiciones, ojalá la mentalidad del americanista sea igual. Por el momento sigue haciendo las cosas bien con su equipo y en Selección Mexicana, inmejorable oportunidad unos Juegos Olímpicos para gritarle al mundo, que está listo, para dejar el nido de Coapa y ojalá que cunado lo haga sea un jugador más maduro en todos los aspectos y no tenga que vivir lo que le sucede a Diego Lainez, en estos momentos.
SIGO CON
Cuestión de estilos, gustos y playeras: Desde hace ya muchas jornadas, América y Cruz Azul se han “robado” el Guard1anes 2021, los conjuntos capitalinos están imparables, ambos comparten el liderato, América es líder por unas horas, los azules después se colocan en la cima, y así ha sido desde hace ya un tiempo.
Al cierre de este número, ambos equipos tienen dos descalabros en el certamen –América perdió uno por alineación indebida ante Atlas– son las mejores ofensivas, mejores defensivas, es decir, los mejores al momento. Sin embargo, es curioso –o no tanto– cómo algunos sectores de la prensa especializada, afición y gremio futbolístico en general, no “miden con la misma vara” el funcionamiento de uno y otro.
Ciertamente Cruz Azul ha sorprendido con su paso de victorias consecutivas, con un inicio que dejaba más dudas que certezas, el equipo de Juan Reynoso supo sobreponerse y ahora son un “justo líder”, un equipo al que ven sólido en todas sus líneas, con jugadores en excelente momento, con un técnico al que le aplauden, por haber encontrado el funcionamiento óptimo de sus jugadores, el cual consiste en un sistema que prioriza el no recibir gol –su tradicional parado así lo indica 4-3-3– y que en casi de anotar primero, cambia para meter a más jugadores en la defensa y media cancha ¿se vale? Claro que se vale, nada lo prohíbe y gracias a ello, la máquina vuelve a ilusionar a su afición.
Pero todo cambia cuando el América, con mejores números incluso que la máquina, es duramente criticado por su juego “feo” y ratonero, por el sistema de Solari que no va de acuerdo a la grandeza de las Águilas, sí, un sistema que parte de los bloques para recuperación del balón y la circulación de este, con jugadores interiores que priorizan recuperar el balón y destruir jugadas del rival, pues bueno, eso es visto como un futbol aburrido y sin “chiste” y como dato a los que les gusten las estadísticas, sabrán que América tiene las mismas o más llegadas que Cruz Azul por partido, cuestión de gustos y camisetas.
TERMINO CON
El tema de Gerardo Martino y la polémica por no considerar a delanteros que están metiendo goles en la Liga Mexicana, caso particular de Santiago Ormeño y Gilberto Sepúlveda, del Puebla y el Querétaro, respectivamente. Muchos han criticado el hecho de que El Tata haya considerado a jugadores como Alan Pulido y Efraín Álvarez, ambos en la MLS, y no a los atacantes de la liga local.
El porqué de esta decisión está claro: cuestión de ventas y mercadotecnia, pues para nadie es un secreto que los mexicanos radicados en Estados Unidos son un “mercado” muy fuerte para el Tricolor, por lo que incluir jugadores de la MLS en la Selección tiene más tintes de interés que de aptitudes, pues de otra forma no se pude entender que un jugador –Alan Pulido– con escasa actividad en los últimos meses, sea considerado.
A mí Martino me puede decir lo que quiera, pero no me engaña eso que tiene que ver que el jugador se adapte a un sistema y haga jugar y bla bla bla… no se lo compro, tarde que temprano llamará a Ormeño y Sepúlveda, porque tampoco es que tenga muchas opciones en la delantera y entonces sí veremos si ambos son dignos de portar la verde o sólo son jugadores de equipo, no comamos ansías. Al tiempo.