Por: Andrea Macías Tarno
¡Hola!, ¿cómo están? ¿Qué tal estuvo su comunicación esta semana?, espero que fluida y que resolvieran lo que tuvieran pendiente, al menos que lo hayan expresado y liberado cargamento del pasado.
Esta semana, Venus y Mercurio por fin cambian de signo, después de una temporada más larga de lo normal pues ambos estuvieron retrógrados, continúan su camino para visitar otros territorios, sentiremos que la energía del ambiente va cambiando y vamos dejando atrás ciertos asuntos para abrir otros capítulos.
Empezamos con Mercurio, que el martes 4 de agosto ingresa en el signo de Leo, después de dos meses de visitar a profundidad el territorio acuático de Cáncer, así como el área de nuestra carta natal que lo contiene, ya nos dio cierta claridad sobre nuestra vida emocional, el pasado, temas familiares y nuestro hogar.
En este largo recorrido, Mercurio no estuvo de lo más comunicativo pues el diálogo fue más con nosotros mismos, nos llevó a sentir más y pensar menos, hicimos limpieza de lo viejo, de lo que ya no sirve pues cumplió su función en nuestra vida. Ahora que ingresa a Leo –signo de fuego y cuyo recorrido será hasta el 18 de agosto– quiere hablar, quiere atención y que lo escuchen, no le interesa esconderse sino todo lo contrario, quiere el micrófono y, si hay un escenario, mejor. Con esta energía queremos compartir nuestros proyectos y nuestras ideas, buscamos reconocimiento y brillar. Sin embargo, debemos cuidar el egocentrismo y no querer ceder la palabra a los demás, existe una tendencia a imponer nuestras ideas y estar un “poco mandones” y territoriales, demandantes e intolerantes con nuestra comunicación, incluso dramáticos, pues esto se le da a Leo.
Recordemos que experimentamos esta energía y necesitaremos nuestro turno para hablar y expresar el exceso de entusiasmo y pasión que tenemos, propios de la energía leonina. Mercurio en Leo favorece el liderazgo que inspira y motiva, no el que impone y ordena que sería su parte oscura.
Ahora es el turno de Venus, que después de cuatro meses visitando a Géminis, a donde ingresó desde el 3 de abril, termina el largo viaje para llegar a Cáncer, del 7 de agosto al 5 de septiembre. En su recorrido por este signo tendrá encuentros fuertes e intensos con otros planetas, sin embargo, la energía de los eclipses y del Nodo Norte desde el verano de 2018, así como el tránsito de Mercurio retro hace unas semanas, han dejado limpio y renovado el territorio Cáncer de nuestra carta, ahora estamos listos para habitarlo, embellecerlo y disfrutarlo, como a Venus le gusta. Durante este tránsito los temas que se relacionan con el hogar, la familia, la madre, la comida, la nutrición emocional cobrarán importancia, buscaremos el apapacho y la seguridad, disfrutaremos estar en casa, pero acompañados de nuestros seres queridos, recordaremos lo vital de la familia, tratemos de no hacerlo desde el apego y la necesidad de seguridad sino como los adultos que somos en donde nos corresponde hacernos cargo de nuestras necesidades.
Como verán, la energía va cambiando y lo sentiremos, principalmente en nuestra comunicación, pues se potencializa al llegar a Leo. Al respecto, les comparto una frase de Rumi: “Eleva tus palabras, no la voz. Es la lluvia lo que hace crecer las flores, no los truenos”.
¡Les mando un abrazo!
¡Hasta la próxima!