Nora Yessica Merino Escamilla
No más deudores alimentarios en Puebla.
Garantizar el pago de la pensión alimenticia es fundamental para el bienestar de niños, niñas y adolescentes, ya que les permite contar con los recursos necesarios para su desarrollo integral.
El incumplimiento de esta obligación puede generar graves consecuencias para el menor, incluyendo dificultades económicas, limitaciones en la alimentación, la educación, problemas emocionales y varios que de estos desencadenen. Es por ello que se debe fomentar la cultura del cumplimiento de la obligación de pago de la pensión alimenticia y establecer mecanismos efectivos para garantizar su cumplimiento. Hacer que se entienda como lo que es, una obligación.
Conforme datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en México, el porcentaje de personas que pagan pensión alimenticia es bajo. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo (ENUT) 2019, sólo 20.5% de los hogares con al menos un niño o adolescente menor de 18 años recibieron algún tipo de pensión alimenticia.
Además, la ENUT revela que 65.9% de los hogares en México no reciben apoyo económico de ningún tipo, para el cuidado de los niños y adolescentes. Esto sugiere que hay una gran cantidad de padres o tutores que no cumplen con su obligación de pagar la pensión alimenticia.
La semana pasada, el Senado de la República aprobó una serie de reformas para lograr la creación de un Padrón Nacional de Deudores Alimentarios, el cual permitirá que quienes incumplan sus obligaciones, ya sean hombres o mujeres, queden inscritos y sea un impedimento para una serie de trámites, además de la correlación de este padrón al Buró de Crédito y la imposibilidad de tener documentos oficiales, como pasaporte o licencia de conducir.
Si bien los datos son claros y nueve de cada 10 personas que se hacen responsable de los hijos, después de una separación o a falta del ejercicio de la paternidad responsable, son mujeres y el mismo número es el que refleja que 92% de deudores alimenticios son hombres, esta reforma no busca criminalizarles, busca ser una herramienta que no permitirá que los niños, niñas y adolescentes gocen del pleno ejercicio de sus derechos y lo que el mismo conlleva.
No podemos permitirnos el normalizar la falta de respuesta a la obligación económica por parte de los padres, no podemos permitir que los hijos carguen con “culpas” que no les corresponden, no podemos normalizar que las mujeres –derivado de las dificultades para acceder a una pensaron alimenticia– sean quienes solas se hagan cargo de sus hijos e hijas.
En Puebla, recientemente presenté la iniciativa para crear un Padrón de Deudores Alimenticios local, que sea público y en el que se inscriba a todas aquellas personas morosas con sus hijos.
Es fundamental que sea público, para que así todos, para diferentes fines, lo puedan consultar.
Un papá me decía: “qué pena, todos me podrían ver” y justo ese es parte de los fines, que si no conocen y reconocen la obligación económica, al menos conozcan la vergüenza.
Este no es un tema de mamás contra papás, el daño o el cumplimiento de la obligación no tiene que ver con los adultos, sino con nuestros menores hijos, que son quienes sufren el daño.
Buscamos sumar al cumplimiento de las obligaciones, pero sobre todo salvaguardar el bienestar superior de la niñez, es tan fácil como ¡pagar la pensión!