Segunda y última parte Luego que ayer Crónica Puebla presentó 10 preguntas con Marcos Rodríguez del Castillo, vocal Ejecutivo del INE en Puebla, toca el turno a Miguel Ángel García Onofre, consejero presidente del Instituto Electoral del Estado (IEE), para hablar sobre la elección de 2021.
—¿Por qué se dice reiteradamente que la elección de 2021 será “la más grande de la historia”; no será también la “más reñida”, dado el entorno de crispación social que hay y que irá creciendo en los meses subsecuentes?
—El proceso electoral 2017- 2018 ha sido el más grande registrado en la historia de nuestro país, debido al número de cargos en disputa, tanto a nivel federal como local, desde esta misma perspectiva, estrictamente cuantitativa, el proceso electoral 2020-2021 será todavía mayor.
Pero tenemos también el otro aspecto, el cualitativo, desde el cual resulta sumamente complicado establecer una comparativa; si bien es cierto, el entorno social y político ha cambiado, la crispación que se menciona se debe principalmente a que las elecciones de diputaciones locales, pero sobre todo las de ayuntamientos, despiertan mucho más interés en el electorado, y éstas se llevarán a cabo en 2021 pero ahora sin compartir escenario político con las elecciones presidenciales y de gubernatura, como aconteció en 2018.
—A menos de un año de la elección, más allá de superar los procesos de organización acostumbrados, ¿cuál considera que será el reto mayor en la elección de 2021?
En Puebla hay dos retos específicos a superar: el primero, resarcir la confianza de la ciudadanía hacia el Instituto Electoral del Estado, que resultó afectada después de lo acontecido durante el proceso pasado que, a pesar de las dudas generadas, fue calificado como válido por la máxima autoridad jurisdiccional electoral del país. García Onofre destacó que a todos los actores que intervienen en las elecciones le conviene tener un árbitro fortalecido.
El segundo reto será, en medio de la contingencia que enfrenta el país por el COVID-19, fomentar las medidas de prevención sanitaria entre la ciudadanía y el personal que colaborará con las autoridades electorales en el proceso 2020-2021.
—Estamos en la víspera que se declare el inicio de la elección, ¿qué se ha hecho hasta ahora, que les faltaría?
—En el Instituto Electoral del Estado de Puebla estamos empezando por darle forma a las acciones que estaban pendientes para una óptima operación. Se ha creado una Dirección de Archivo que es sumamente importante para mantener controlada, y en orden, la documentación generada por la institución. Además, la creación de una Unidad Técnica de Igualdad de Género y No Discriminación es una realidad, la cual siempre fue necesaria para el apoyo a las mujeres que aspiran a o ya ocupan algún cargo público.
De la misma forma, se ha fortalecido el cuerpo profesional de funcionarios electorales, con la incorporación de seis nuevas plazas del Servicio Profesional Electoral Nacional, y se continúa trabajando en la actualización del catálogo de cargos y puestos, procurando contar con el personal más adecuado y capacitado.
A la par, se trabaja en actualizar la normatividad reglamentaria, que resulta indispensable para la eficaz implementación de los imperativos legales que rigen la organización de los comicios; incluyendo la calendarización de las fases, etapas y actos más trascendentes del mismo. Hay mucho trabajo por hacer y, a pesar de la contingencia sanitaria, hemos logrado adaptarnos al trabajo desde casa, a las reuniones y sesiones virtuales de Consejo General y Junta Ejecutiva, lo que nos ha permitido avanzar.
—Es evidente que la pandemia sanitaria que afrontamos habrá de modificar muchos procedimientos, diga cuáles en especial, en cada una de las etapas electorales.
—Se trata de adecuar las medidas de prevención sanitaria que ya estamos llevando a cabo, e implementarlas en todas las etapas de nuestro proceso. Por ejemplo: con la formación de consejos distritales y municipales, habrá de existir una dotación de insumos que les permita adaptarse a las medidas como la de sana distancia, el uso de cubrebocas, lavado frecuente de manos, uso de gel antibacterial y demás: De igual manera deberán respetarse las medidas sanitarias cuando los ciudadanos sean seleccionados, visitados y capacitados para desempeñarse como funcionarios de casilla y, por supuesto, en el día de la jornada electoral se buscará que ellos, los capacitadores electorales, los supervisores y el personal de campo puedan mantener el orden.
—¿Qué recomendaría, por ejemplo, para preservar la sana distancia?
—Hay muchas posibilidades. Desde marcar las áreas, hasta implementar uso de acrílicos y bactericidas en cada una de las casillas. Lo principal, en realidad, es el fomento de la cultura de la prevención sanitaria.
—De manera incipiente, pero se han hecho intentos de incorporar el voto electrónico, ¿será posible que ahora sea utilizado este recurso, aunque sea parcialmente, tomando en cuenta las dificultades que afrontarán por la pandemia; están preparados para ello?
—El Instituto Nacional Electoral ha trabajado por esa incorporación y ya tienen parte del proyecto avanzado, sin embargo, falta mucho. Por nuestra parte, como Instituto Electoral del Estado, hemos tenido acercamientos y propuestas interesantes al respecto, pero nada concreto. Nuestro principal obstáculo es la “desconfianza” que un medio electrónico puede generar en la población, que al final se inclina por ejercer su derecho a través de la boleta tradicional.
Es preciso recordar que desde la reforma electoral de 2014, en elecciones concurrentes, como la del año próximo, se deben instalar casillas únicas, por lo que estos trabajos, en caso de considerarse necesarios y pertinentes, deberán realizarse en estrecha colaboración con el INE.
—A la desafección y al desencanto con la democracia y hacia las organizaciones políticas y las instituciones en general, se suma ahora un posible desánimo de los ciudadanos por los efectos de la pandemia, ¿cómo contribuir que ello no repercuta en abstencionismo?, ¿cómo alentar el voto en tiempos de crisis?
—El conocimiento es sin duda una de las más grandes riquezas que las personas podemos tener. El acceso a información clara y transparente nos ayudará a fomentar ese conocimiento que, a su vez, será un impulso para alentar a la ciudadanía a votar. No es nuestra intención invertir en grandes campañas publicitarias en medios, deberá ser el trabajo el que permita a todos tener la información para ejercer su voto.
Si nosotros como IEE nos encargamos de capacitar a nuestro personal –y me refiero al personal de nuestra administración central, a los miembros de los consejos distritales, municipales, al personal de campo– con una perspectiva más clara y enfocada a las personas, serán ellos los que lograrán transmitir esa claridad a los funcionarios de casilla y a la ciudadanía en general, lo que obligará de cierta forma a todos los partidos políticos y a sus candidatos a manejarse con la misma transparencia. No hay mejor publicidad que la que se hace de boca en boca.
—Para las precampañas y campañas políticas, que ya no podrán ser iguales, ¿son los partidos lo que deberán aplicar medidas sanitarias propias por la contingencia o será la autoridad electoral la que defina los protocolos?
—Somos el ente responsable de proponer las reglamentación que resulte necesaria para la eficaz aplicación de los preceptos legales, lo cual se hace mediante la aprobación de acuerdos, es así como lo dicta el Código de Instituciones y Procesos Electorales del Estado de Puebla, cuestión que nos da el deber de materializar un proyecto para la conservación de medidas sanitarias para todos los actuantes del Proceso Electoral 2020-2021, con base en lo dispuesto por las autoridades sanitarias a nivel estatal y federal.
Más allá de lo anterior, hay un derecho constitucional y universal a la salud que nadie puede pasar por alto y, aún con los diversos cambios legislativos y operativos para implementar las medidas sanitarias que el IEE pudiera crear, es deber de todas las instituciones y partidos políticos salvaguardar la salud de los ciudadanos, sean afiliados o no a sus organizaciones.
—Son frecuentes los ataques desde distintos frentes a las instituciones en general y, en particular, a las electorales; ¿qué tanto les afectan esos cuestionamientos?
—Todos los cuestionamientos que recibimos, directa o indirectamente, han debido de tomarse para formular una sola pregunta: ¿estamos haciendo bien nuestra labor? Si la respuesta a esa premisa es un “no”, entonces es nuestro deber mejorar aquella parte cuestionada. Si la respuesta es un rotundo “sí”, hemos preferido tomarla como un “no” para seguir mejorando y que siempre sea el trabajo el que hable por nosotros. —En la experiencia reciente de Puebla, a partir de diversos sucesos de 2018, quedó vulnerada la autoridad electoral; ¿es este otro escollo a superar?, ¿cómo recobrar la confianza ciudadana y alcanzar mayores niveles de certeza? —Con personal capacitado y comprometido con su labor, con información accesible, transparente y enfocada a las personas. Estamos enfocados en ofrecer una nueva cara del IEE, fortalecer su imagen a través de resultados y el proceso 2020-2021 nos permitirá recuperar la confianza de los poblanos.
—¿Cuál sería el llamado que haría desde ahora a los actores políticos y qué otro mensaje quisiera transmitir?
—Permitamos que el proceso electoral 2020-2021 sea un ejemplo de cohesión, de congruencia, de trabajo en equipo, de transparencia. Demostremos que las instituciones, organizaciones y partidos políticos pueden llevar a cabo comicios limpios, aún en medio de la contingencia sanitaria. No cedamos a las diferencias, mejor que sean un complemento para mantenernos más unidos.
A todos nos conviene un árbitro electoral fuerte, principalmente a partidos y actores políticos, ya que habrá de reconocer el triunfo de quienes hayan recibido la mayoría de votos en cada elección; permítannos, pues, trabajar en el fortalecimiento de esta noble institución, si le es posible colaboren con nosotros y coadyuven en la organización de los comicios; que éstos sean ejemplares, pacíficos, limpios y transparentes, es responsabilidad de las instituciones involucradas, partidos, actores políticos y ciudadanía en general, es lo que Puebla espera de nosotros, es lo que las poblanas y los poblanos merecen.