En el PAN, las militantes se han divido entre quienes apoyan la paridad de género para la renovación de la dirigencia estatal y quienes lo consideran un “traje a la medida” para la reelección de Genoveva Huerta Villegas.
Con un mitin en El Carmen, militantes encabezadas por la diputada federal electa Ana Teresa Aranda Orozco externaron su inconformidad con la decisión del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) albiazul, que por unanimidad integrar la paridad horizontal y vertical de género en la renovación de los Comités Directivos Estatales 2021-2024.
En el caso de la paridad vertical, se aprobó que, en todos los casos, Presidencia y Secretaría recaiga en género distinto. En la horizontal se reservan los estados de Morelos, Campeche, Puebla, Sinaloa, Oaxaca, Zacatecas, Michoacán, Colima, Tlaxcala, Hidalgo, Baja California Sur, San Luis Potosí, Jalisco y Tabasco, a fin que los registros de candidaturas a la dirigencia únicamente puedan contender mujeres.
“Por ese respeto que merecen las personas, y entendiendo que el interés del partido tiene que estar por encima de los intereses personales, queremos salvar al PAN, y lo queremos salvar precisamente de una dirigencia como la que está sufriendo”, apuntó quien apoya las aspiraciones de Marcos Castro.
En el otro bloque, la diputada local Mónica Rodríguez Della Vecchia respaldó al CEN del PAN y consideró que ningún panista puede estar en desacuerdo con la paridad, pues el partido ha luchado por los derechos de las mexicanas.
La legisladora federal Verónica Sobrado secundó y dijo que los cambios a favor de las mujeres deben empezar desde casa. La diputada electa Carolina Beauregard llamó a las panistas a no permitir divisiones internas.