Lo volátil del voto en México, que explica los cambios de gobierno en los órdenes federal, local y regional, en Puebla se subraya aún más. Y eso hace más competida la próxima elección .
Ese es el punto de vista de Elías Aguilar García, especialista en medición de la opinión pública, quien detalla los rasgos del voto poblano.
En 2018, Andrés Manuel López Obrador ganó en Puebla, principalmente en la capital, con 62% del voto, un récord estatal para un estado con fuerte presencia de PRI y PAN.
Para 2019, en la elección extraordinaria, el voto volátil se patentizó: se inclinó la balanza hacia el PAN.
“Aquí se cumple la sentencia de que el voto no le pertenece a ningún partido”, así que, para 2021, el triunfo de Morena enfrenta obstáculos: que López Obrador no estará en la boleta, sumado a que en dos años de gobierno el 50 por ciento de la gente que votó por él dice que no lo volvería a hacer”.
Los resultados de los estudios de Aguilar García refieren que el voto urbano en Puebla se inclina hacia el PAN, y en distritos federales, al PRI.
Por ello, Morena podría perder la mayoría absoluta y sea la primera minoría en el Congreso de la Unión, seguido por el PAN, y más si concreta alianza con Movimiento Ciudadano y PRD.
PAN y luego PRI captarían el voto volátil esta vez.
“Acción Nacional en los cuatro distritos de Puebla, Tehuacán, parte de San Martín Texmelucan, que son los que yo tengo medidos, y en la parte donde tradicionalmente el PRI tiene una vocación y se vuelve competitivo otra vez es en los distritos federales de Huauchinango y Xicotepec, Zacatlán y la Mixteca”.
La consolidación de una vacuna ante el coronavirus y los efectos de la crisis provocada por la pandemia incidirán en el voto, sobre todo de rechazo al partido en el poder, explica.
“Eso ocurrió en 1997, solo que ahora, la estructura y dinámica de las redes sociales hace que los tiempos se acorten; antes todo era más pausado, los procesos se tardaban mucho más.”
Refiere la crisis de 1995. Pérdidas de empleo masivas durante 1996 se le cobraron al PRI en la elección de 1997, cuando por primera vez perdió la mayoría absoluta en el Congreso de la Unión, con oposición que proponía reducir el IVA del 15 al 10 por ciento, reclamo social.
Campañas cortas, de un mes, hacen que la principal lógica de voto sea a favor del partido, y no tanto del candidato porque no hay tiempo para presentarlo.
“Si hoy fueran las elecciones, creo que el PAN se llevaría entre ocho y diez distritos federales, entre siete y cinco se disputarían Morena y el PRI”.
A los partidos no les gusta escuchar esto, indica, pero es la realidad y ahora la falta de crecimiento económico del país ya se sentía antes de la pandemia; y había enojo ciudadano.
Y descenso en la popularidad del presidente. “Hay que sumarle la crisis de seguridad”.
¿Y Puebla capital? Aguilar García la ve perdida por Morena; “en diciembre me daba un empate con el PAN y ahora me sale con un promedio de ocho puntos abajo; ya es mala noticia para el gobierno un empate y abajo es difícl revertir.
Además, no necesariamente los beneficiaron de programas votan a favor del partido en el gobierno. Pero el “voto clientelar” no es al 100% ni automático. No dará los 15 o 20 millones que se necesitan en una elección federal, opina.
En Puebla, lo único seguro es la volatilidad del voto, ratifica.
“Si fueran hoy las elecciones, el cambio más importante es que Morena perdería la mayoría absoluta y el PAN sería el más beneficiado”.
En el reacomodo, vislumbra al PRI con la posibilidad de recuperar espacios que eran tradicionalmente mayoritarios para sus candidatos y con eso daría una señal que está de vuelta en la pelea electoral.