Álvaro Ramírez Velasco
Un partido que sea más de los militantes que de cúpulas y “notables”, pero respetando trayectorias y jerarquías; que busque los votos en el campo y no desde un escritorio, que amplíe su representación legislativa – actualmente de cuatro diputados locales– y en las alcaldías –gobierna hoy en 78– son los retos del PRI para 2021, pero para ello debe “resetearse y cambiar el chip”, declaró Néstor Camarillo Medina, nuevo presidente del Comité Directivo Estatal (CDE).
Apenas fue designado el viernes por la dirigencia nacional y al expresidente municipal de Quecholac ya lo reciben más retos que buenos augurios: debe recomponer un instituto político que es tercero en las preferencias electorales, enfrenta la incipiente rebelión de un pequeño grupo de “notables” que amagan con renunciar y debe ser oposición del gobierno estatal.
En entrevista con Crónica Puebla, el dirigente más joven en la historia del el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Puebla consideró que esta es una oportunidad histórica para dejar atrás las viejas prácticas, finalmente reinventarse y “jugar a ras de cancha”.
“Las cúpulas se han terminado desde hace años. Yo veo un piso parejo en todos los actores políticos poblanos.
No veo políticos de primera, ni de segunda, ni de media cancha. Todos tenemos el mismo nivel; algunos con más años de experiencia”, apuntó.
LA PELEA ES ABAJO
Camarillo Medina se ve como un político que viene “de la base, de ras de cancha”, que ha ganado elecciones y ha dado la cara en los peores momentos del partido.
Es precisamente por su trayectoria que se explica el que Alejandro Moreno Cárdenas, presidente nacional del PRI, lo haga designado al frente del partido en Puebla, junto con Isabel Merlo Talavera como secretaria General del instituto político.
“Ya fui alcalde a los 25 años, ya fui candidato a diputado federal, ya fui secretario de Organización, ya tuve varios cargos y, al haber ya un ras de cancha, ya puedo ser dirigente estatal”.
“Alejandro Moreno ha mandado ese mensaje. Yo he visto los dirigentes en otros estados y son muy jóvenes, con perfiles muy parecidos al mío, hombres y mujeres que estamos dando la batalla para 2021, la elección más importante de la historia”, apuntó.
—¿Cómo se juega, en política, a ras de cancha?
—Hay eslabones a romper.
A la oficina del presidente cualquiera puede llegar. Se tiene que dar la crítica y la autocrítica, ese debate. Ya no es intocable el presidente del partido. Hoy cualquiera puede hacer un señalamiento en redes sociales y lo vamos a atender.
Ya no se puede ser un dirigente de escritorio; hay que ir al campo a escuchar a todos, a la militancia en general.
Aquí todos valemos lo mismo. El reconocimiento lo tendrá quien sume, quien trabaje en el campo, a quienes convoquen a la unidad y no a la división. Es el PRI de ras de cancha, que va a predominar en Puebla.
—Hay quienes están valorando renunciar al PRI por tu designación y otros, un puñado, parece que están haciendo berrinche…
—No los llamaría un puñado. Son grandes amigos, grandes políticos. Son mis amigos todos. Obviamente… es natural la condición, cuando la decisión no nos favorece, pero al final vamos a llegar a un acuerdo. El interés personal debe ser rebasado por el de los poblanos y el de los priístas.
Aquí, ellos valen todo; en otros partidos, no lo sé. Mi respeto y mi reconocimiento para todos.
—No eres del muy selecto grupo de la cúpula, la Nomenclatura del PRI de Puebla, será la primera vez que un dirigente no surja de ellos.
—Estamos en una situación extraordinaria, la pandemia, por eso en el PRI se tomó una decisión extraordinaria.
Mi aspiración no fue de ayer para hoy, viene de muchos meses y de mucho trabajo.
Estábamos esperando una convocatoria, pero se tuvo que dar de esta manera, para cuidar a los priístas, cuidar a los poblanos y cuidarnos todos. Hubo acuerdos. Logré consensos con los que aspiraron a este cargo y llegamos a un acuerdo: respetaríamos la decisión del CEN.
—Dice el documento de tu nombramiento que es una dirigencia provisional, pero en dos meses comienza ya el proceso electoral federal, ¿qué tan provisional es entonces?
—Lejos de algún párrafo (en la carta de designación por acuerdo del CEN), que ha sido la duda de muchos, el tiempo que yo esté aquí voy a dar mi vida, mi fuerza, mis ganas para sacar adelante al partido. Obviamente, vamos a iniciar los trabajos para 2021. El tema provisional es porque no hubo una convocatoria, debido a la situación de pandemia (por coronavirus).
—¿Está el PRI en ruinas, luego que le han pasado por encima el morenovallismo y ahora el morenismo?
—No. Ahorita hay una gran oportunidad para resurgir, para resetearnos, para cambiar el chip. Yo veo un PRI en la base y en tierra, echado para adelante.
Tenemos todas las condiciones para ganar y esa revelación va a llegar en 2021.
—¿Qué diagnóstico y metas tienes para 2021?
—Arrancamos de una base de casi 300 mil votos, sin acarreos, sin compra de votos, que fue lo que obtuvimos en 2019, con una campaña meramente austera. Con 78 presidentes municipales que ganamos en 2018.
En ese mismo año, un diputado local que ganamos por mayoría relativa y tres plurinominales.
De ahí vamos hacia adelante. En 2021 tenemos que llegar, por lo menos, al doble.
CONDICIONES EXTRAORDINARIAS
La llegada de Néstor Camarillo al CDE se dio en medio de una condición adversa para Puebla y el país.
Primero, porque la dirigencia no fue renovada ante el proceso electoral extraordinario de 2019, tras la muerte de la gobernadora Martha Érika Alonso Hidalgo.
Después, porque el anterior dirigente Lorenzo Rivera no convocaba al proceso interno, en medio de fuerte críticas de liderazgos priístas.
Así, en febrero el CEN del PRI designó al delegado nacional Américo Zúñiga, exalcalde de Xalapa, Veracruz, para desempeñar interinamente la dirigencia y renovar la dirigencia.
En medio de la pandemia por coronavirus, al no poder llevar a cabo asambleas, el veracruzano reveló que posiblemente el nuevo líder llegara a través de un consenso.
Fue el viernes pasado que, sin más, el dirigente nacional Alejandro Moreno informó, por un oficio publicado en sus estrados electrónicos, las designaciones de Néstor Camarillo e Isabel Merlo como presidente y secretaria General del PRI en Puebla.