En época electoral deberá analizarse la propuesta planteada por el presidente Andrés Manuel López Obrador el pasado 7 de enero para reformar, nuevamente, el sistema de pensiones en México y lograr que, al momento de su retiro, los trabajadores puedan pensionarse con 100% de su último salario, contrario a lo que pasa en la actualidad, donde algunos logran retirarse con 50% o poco más del salario.
De acuerdo con especialistas en el área laboral, una de las complicaciones de esta reforma es la fecha en que habrá de someterse a votación, pues se plantean dos escenarios.
El primero de ello que la modificación sea presentada por López Obrador en el siguiente periodo ordinario de sesiones que inicia el próximo 1 de febrero y concluye el 30 de abril o bien en un periodo extraordinario, donde contaría con la mayoría actual que tiene Morena y partidos aliados en la cámara de diputados.
Si no se hiciera en dicho momento, López Obrador deberá esperar a que inicie la LXVI Legislatura el 1 de septiembre de 2024, un mes antes de que concluya su mandato, donde tendría que enfrentar la forma en que quede constituido el Poder Legislativo, tras los resultados de la elección del 2 de junio.
CAPACIDAD FINANCIERA
El catedrático en Derecho Laboral y Seguridad Social de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), Juan Almazán Corona, consideró que la declaración del Ejecutivo federal debe ser más precisa con el objetivo de conocer cuál es el plan para garantizar el acceso a este tipo de pensión.
Señaló que no solamente es presentar la propuesta sino determinar la viabilidad de la misma, puesto que se requiere de presupuesto para poder incorporar a todos los trabajadores del país, además de que queda muy poco tiempo de la actual administración federal.
Mientras que María del Carmen Santamaría Espinosa, académica y especialista en Derecho Laboral de la Universidad Iberoamericana, mencionó que, si bien la propuesta es buena, no se puede determinar si es viable o no llevarla a cabo, o si esta realmente terminará beneficiando a los trabajadores.
Resaltó que cada trabajador tiene condiciones distintas porque depende de la edad en la que ingresó a laborar, así como la fecha en que lo hizo.
Una de las conclusiones a la que llegaron estos expertos es que sólo sea una reforma a la ley de 1997, tal como las reformas hechas en 2021, en donde se aumentó la aportación de los patrones a los fondos de ahorro del retiro y se bajaron las semanas cotizadas necesarias para solicitar la pensión.
Los especialistas sostuvieron que existen varios factores a considerar, siendo uno de ellos la capacidad financiera del gobierno para garantizar que al momento del retiro los trabajadores puedan percibir en la pensión el mismo monto de cuando estaban laborando, esto debido a la situación económica del país y de la disposición de los patrones para incrementar las aportaciones.
Puntualizaron que una vez que se conozca, iniciará el proceso de consenso y aprobación, pero que derivado del tiempo electoral que se viene, puede que esto se retrase y sólo quede como una iniciativa que tendrá que ser manejada por el sucesor de López Obrador.
A nivel nacional, el catedrático del Tecnológico de Monterrey, Héctor Villarreal dijo que “es muy difícil que, por decreto, se logre tener una tasa de reemplazo más alta, sobre todo en un sistema de contribución definida, es decir, con las afores”.
SOLVENCIA ECONÓMICA
Uno de los principales puntos que los analistas han señalado es que no existen naciones en las que se pague la totalidad del salario a un trabajador, sino que ellos comienzan un proceso de sistema de ahorro para poder llegar a ese porcentaje en su jubilación.
Para lograr lo anterior, indicó Rolando Silva, integrante del Instituto Mexicano de Contadores Públicos, se necesitaría aumentar las aportaciones patronales –algo que se está haciendo tras la reforma del 2020– así como fomentar aún más el ahorro voluntario; sin embargo, coincidió que aún así difícilmente se alcanzaría una tasa de 100 por ciento.
Y es que alrededor del 90% de la población económicamente activa mundial no está cubierta por programas de pensiones que le puedan proporcionar un ingreso suficiente de jubilación según indica la Oficina Internacional del Trabajo (OIT) en el documento Pensiones de seguridad social: desarrollo y reforma.
En el texto se indica que la mala administración de muchos de los programas, cuando los hay, empeora la situación y hace que una gran parte de la población mundial corra el riesgo de verse en la pobreza durante su vejez.
Incluso en los casos en que la cobertura es casi universal y los programas son bien administrados, como en los países industrializados avanzados de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), principalmente América del Norte, Europa occidental, Japón y Australia, se plantearán problemas para financiar las pensiones en los próximos años a medida que la población envejezca y que los países traten de diversificar el riesgo para los particulares, según se indica en la publicación.
“Los países de la OCDE ya gastan en promedio un 10% de su Producto Interno Bruto (PIB) en prestaciones de jubilación, que superan su gasto total en cuidados de salud” dijo Colin Gillion, director del Departamento de Seguridad Social de la OIT y director de la publicación.
CÓMO OPERAN LAS AFORES
Los actuales trabajadores se retiran bajo la ley de 1997 por medio de los siguientes pasos:
- Bajo el régimen de cuentas individuales administradas por estas entidades
- El elemento central de este régimen pensionario recae en el ahorro que realicen durante toda su vida laboral
- Un fondo de dinero para que sea apropiado se alcanza si se practica el hábito del destinar dinero a ese fin.
- Si se comienza desde joven, aumenta la posibilidad de juntar la cantidad de presupuesto para la etapa de vejez
- La institución invierte este capital para generar rendimientos