En México, a menos que se juegue en un club de Primera División, vivir del deporte es difícil, más en los tiempos del coronavirus donde una cuarentena hizo que David Acuña Mata dejará los tachones para agarrar el mandil y cocinar.
Originario de Minatitlán, Veracruz, a sus 30 años la pandemia del Covid-19 lo dejó ante una disyuntiva: quedarse en casa y consumir sus ahorros o emprender un negocio que lo saque a flote junto con su esposa.
Acuña Mata subsiste como ‘talachero’ en el futbol llanero de Puebla, es decir que cobra por jugar, luego de no tener éxito con los Tiburones Rojos del Veracruz, con quien llegó a debutar en 2009 en la Liga de Ascenso MX.
Luego estuvo en la Liga Premier (antes Tercera División) hasta 2016, cuando llegó a los 25 años, edad máxima para jugar, por lo que vio en el balompié amateur de Puebla una forma de seguir pateando la pelota y ganarse un dinero… hasta ahora.
Precisó que las pérdidas económicas podrían ser mayores, pues depende de cuántos partidos pueda jugar a la semana o si disputa un torneo fuera de Puebla.
Ahora, desde su negocio llamado Red Wings, despacha alitas, snacks y bebidas, incluso con entrega a domicilio, ello le ha permitido “no andar sufriendo tanto” e incluso sueña con hacer una franquicia.
Árbitros, también
Un silbante del futbol llanero, quien prefirió omitir su nombre, reveló que sus pérdidas económicas son de hasta 3,400 pesos semanales, algo que lo apremia ya que es esposo y padre de dos hijos pequeños.
“Pitando entre semana y fines de semana vienes ganando unos 3,400 pesos a la semana, lo que significa una pérdida al mes de 13,600 pesos. Ahora, si sólo arbitro los fines de semana, pues la pérdida es de 1,400 pesos a la semana, es decir 5,600 mensuales”, reveló.
Por ende, tuvo que buscar un empleo temporal como empacador de las despensas que el gobierno estatal entrega en zonas marginadas, ante la cuarentena por coronavirus.
“Este lunes empecé a trabajar armando despensas en el Centro Expositor, es un trabajo por las siguientes cuatro semanas, en lo que se reactiva todo. Iré de lunes a sábado de 8:00 de la mañana a 6:00 de la tarde”, declaró con evidente resignación.