Elías Aguilar García / @Elyas_Aguilar
Cuando parecía que AMLO sería exhibido como necio y perdería puntos de popularidad por preguntar a la Suprema Corte si es constitucional o no hacer una consulta popular para que la mayoría decida si se debe enjuiciar a expresidentes o no, el presidente se anotó un éxito de posicionamiento.
Explico por qué y cómo lo hizo. Primero que nada, eleva su popularidad. El presidente Andrés Manuel López Obrador viene a la alza en su nivel de aprobación y este tema le dio buen resultado. Lo confirmo con la más reciente encuesta telefónica realizada por Indicadores SC en una muestra de 500 electores integrada con representatividad nacional.
Un 56.2% aprueba su desempeño, contra 34.0% que lo desaprueba. (Gráfica 1). Éste es el nivel de calificación más alto entre titulares del Poder Ejecutivo en el país.
Los gobernadores son aprobados por 48.2% contra 31.2% que los desaprueba y los alcaldes son aprobados por 37.9% contra 34.9% que los desaprueba. (Gráfica 1).
Estos resultados dan cuenta que López Obrador sigue siendo el titular del Ejecutivo con más popularidad en la actualidad, una referencia positiva para Morena, pese a las controversias que cada semana marca en la agenda, o quizás por estas mismas, que en un contexto de pandemia y de crisis económica, pareciera que es su forma de gobernar y no resultado de la improvisación.
Una de las últimas controversias, que para la forma de actuar del presidente parece ya un tema superado, la famosa consulta para enjuiciar a los expresidentes, también indica un posible resultado positivo para sus fines por varias razones que a continuación trataré de explicar brevemente.
En primer lugar, la mayoría de los mexicanos están de acuerdo con procesar a los expresidentes de la República.
El estudio telefónico levantado los días 26 y 27 de septiembre indica que un 55.0% está de acuerdo con enjuiciarlos, un 19.0% en desacuerdo, y un 26.0% no tiene una posición. (Gráfica 2).
Pero cuando se les preguntó si estaban de acuerdo con someter a una consulta el juicio de los exmandatarios, un 42.9% está en desacuerdo, un 32.2% de acuerdo y un 24.9% no tiene una posición. (Gráfica 2)
En segundo lugar, a pesar de que se oponen a la consulta, no significa que consideren que enjuiciar a los antecesores de López Obrador es una situación que viola sus derechos humanos, un 48.5% considera que no viola los derechos humanos de los ex mandatarios someter un posible juicio a consulta, un 34.8% lo considera un riesgo y 16.7% tiene otra respuesta. (Gráfica 3)
En tercer lugar, el veredicto de los mexicanos es que los expresidentes son culpables, es algo así como el linchamiento que ocurre en los pueblos del país, cuando atrapan a un posible ladrón o secuestrador, el veredicto es de culpabilidad, sin necesidad de un proceso legal, es culpable y no hace falta ninguna prueba o proceso, más que la convención social de que es culpable y no hay necesidad de otra prueba.
Suena drástico, pero esto es lo que pasa con el enjuiciamiento de los exmandatarios: el veredicto ya está hecho, son culpables, la consulta lo legitimará, es un linchamiento, pero en un pueblo del tamaño del país. Y aunque no hagan la consulta, o se haga con la pregunta que se quiera hacer, el tema está en la mente de los mexicanos, a esto se le llama posicionamiento y le da una buena ventaja en la mente de los electores, y será uno de los más importantes para Morena en la elección de 2021.