Soliloquio
Felipe Flores Núñez
Varios acontecimientos resaltaron durante la semana que ahora concluye, entre los que destaca, desde luego, el inicio formal de las campañas políticas federales, mismas que en la práctica estaban ya en plena marcha desde hace mucho tiempo bajo las sombras de una simulación profusamente compartida entre todos los partidos y las propias autoridades electorales.
En ese contexto, en la víspera del inicio de campañas, la candidata oficialista, Claudia Sheinbaum, presentó a la primera línea de su equipo de colaboradores, entre quienes resaltó la presencia de la poblana Olivia Salomón como enlace con el sector empresarial del país.
En cuanto al ámbito electoral, en el arranque de campañas las candidatas Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez atrajeron la atención nacional por el presagio de que sostendrán una lucha cerrada. Una para conservar y hasta ampliar su ventaja y la otra para intentar lo que sería un histórico repunte.
Por lo pronto y más allá de los pronósticos, los actos iniciales de campaña de una y otra estuvieron plenos de simbolismos y ofrecieron indicios claros de lo que serán los ejes rectores de sus respectivas travesías proselitistas.
Claudia eligió el zócalo capitalino, escenario al que el movimiento lopezobradorista se aferra como suyo, que lució repleto por una muchedumbre sospechosamente inducida desde todos los rincones del país. Según lo previsto, se apegó al guion discursivo de la 4T con el añadido de una oferta de 100 puntos que incluyen varias de las propuestas de reformas constitucionales recientemente expuestas por el presidente López Obrador.
Por su parte Xóchitl empezó en Fresnillo, Zacatecas, considerada la región más peligrosa del país, donde enfatizó que “voy a ir a donde estén los mexicanos con miedo, para regresarles la esperanza; Morena defiende la soberanía del crimen organizado, yo la de los mexicanos”, además que también suscribió ante Notario un “pacto de sangre” para garantizar que mantendrá y ampliará los programas sociales.
Con el aderezo de los mensajes en radio y televisión, vendrá todavía lo mejor durante los días subsecuentes. El tono de las campañas será de suficientes decibles para que los votantes tengan mayor contraste y mejores referencias al momento de definir su preferencia.
En cuanto a la designación de Olivia Salomón, se trata sin duda de un reconocimiento múltiple: a los poblanos en general y a las mujeres en particular, pero también a la capacidad y visión emprendedora de Olivia Salomón, cuya trayectoria quedó más que acreditada durante la labor que desempeñó en los años recientes en la secretaría de Economía del gobierno estatal.
Ella es licenciada en Administración de Negocios, fue directora comercial del Club de Golf y residencial La Vista Country Club, así como en la empresa Promotores Inmobiliarios, además de participar como miembro del Consejo de Administración de Privilege Magazine y como Consejera de Nacional Financiera.
Tras su incursión en la vida pública desde el inicio de la gestión del ahora extinto gobernador Miguel Barbosa, Olivia Salomón fue hace casi dos años la primera mujer que levantó la mano (“si quiero, sí tengo ganas”) para disputar la gubernatura de Puebla.
Retomo algunas de sus expresiones en al menos tres entrevistas con este reportero, en las que desde entonces exaltaría el rol de la mujer en la política, si bien el tema no es de género, “aunque como mujer siempre tienes la responsabilidad de que te vuelvas un ejemplo; las niñas, las jóvenes te ven y entonces dicen: “si hay posibilidades”, además que las mujeres siempre han trabajado y destacado desde diversas trincheras”.
“Finalmente lo que la gente quiere ver es a personas responsables, que sean líderes, que sean honestas; quieren ver personas que cumplan con lo que prometen, enfocadas en dar los resultados y que les generen un beneficio o un bienestar”.
Subrayaría también “creer firmemente en el proyecto de transformación y cómo gobierna el presidente Andrés Manuel López Obrador”, además de compartir el principio de honestidad que promulga la 4T porque “ya se había excedido en el derroche, en ser superfluos y en donde el servidor público tenía toda una estructura personal”.
“Un servidor público tiene que ser cercano a la gente, para eso estás ahí, si no te gusta servir, no tienes nada qué hacer. Ya no es momento de venir a la política para hacer negocios, para involucrarse en actos de corrupción, ya no”.
En esas charlas ponderó también el hecho de que se promueva en el país la igualdad de oportunidades “porque de eso se trata, de cerrar la brecha de desigualdades, de generar a todos las mismas oportunidades con una buena educación, salud y adecuada prestación de los servicios básicos”.
También enfatizaría con orgullo que proviene de una escuela pública, el CENHCH, “escuela maravillosa donde se fomentan los valores, el civismo, el amor a la patria”. En este sentido, se dijo estar “muy alineada” con esa visión que tiene el gobierno federal y el estatal. “No me cuesta trabajo, estoy convencida; es lo que viví toda mi vida, provengo de la cultura del esfuerzo, porque también debo decir que en este país el que trabaja, le puede ir muy bien; con preparación, con disciplina, con esfuerzo, como muchos mexicanos en este país, pero vengo de eso, del trabajo, entonces sí creo en ese proyecto”.
Respecto a su trayectoria, confesaría que para llegar hasta donde está “no se me dieron las cosas fáciles, ni nadie me regaló nada”, sobre todo después de haberse quedado sola y con un hijo hace ya casi 30 años y debió buscar la manera de mantenerse y de sobresalir.
“Entonces me dieron una oportunidad con unos amigos que hacían casas de interés social, ahí tuve la ocasión, con mi sombrilla y mi sillita, de empezar vendiendo casas de interés social, atendiendo a cuanto cliente se acercara. Ya con el tiempo y más experiencia, junto con mis hermanas pusimos una inmobiliaria y luego entre todas fundamos una empresa, con una visión más profesional, por eso digo que de emprendedora, pasé a ser empresaria”.
“Es ahí es donde yo hablo con los emprendedores de que no deben tener miedo a formalizar sus propias empresas, a tener una organización adecuada, no importa que no hayas ido a Harvard, a veces solo con tener una idea de una organización; ser ordenado, disciplinado y cumplir lo que prometes”.
A su juicio, el éxito es la profesionalización, “no dejar de aprender, estar siempre abierto a escuchar, ver otras experiencias”, y señaló que eso le ocurrió al incursionar en el gobierno, “porque la administración pública implica responsabilidad también, y tienes que aprender, rodearte de los mejores, hacer un gran equipo; ése es el éxito”.
En cuanto a su paso por la secretaría de Economía, dijo que había sido una experiencia extraordinaria, en especial por la oportunidad de ver las cosas desde otra perspectiva, con un enfoque social.
Ya desde entonces visualizaba a Claudia Sheinbaum –ella era apenas aspirante a la candidatura presidencial– como una mujer exitosa, “que proviene también de la cultura del esfuerzo, una mujer congruente siempre con lo que fue de joven como activista, luchadora social y ambientalista” “Imagínate que bonito para las muchachas, para los jóvenes en general que puedan aspirar a eso y que digan, mira, si estudias, si eres constante, si cumples con tu trabajo puedes aspirar a ser presidente de México”.