Soliloquio
Felipe Flores Núñez
En medio de un ambiente enrarecido, en el último minuto de este miércoles concluyeron las campañas políticas.
Desde hoy, entramos en un periodo de pausa hasta el próximo domingo, cuando se llevará a cabo la jornada electoral en la que los ciudadanos acudiremos a las urnas para ejercer nuestro sufragio.
En términos técnicos, incursionamos desde ahora a la etapa denominada “veda electoral”, enmarcada en un conjunto de medidas que tienen el objetivo de generar condiciones para que la ciudadanía reflexione el sentido de su voto sin interferencias y en absoluta libertad.
Dicha veda aplica en dos vertientes: por un lado y por mandato constitucional, impide a los funcionarios mencionar logros de gobierno, inaugurar obras, ofrecer balances de gobierno, referirse en contra de algún candidato y entregar programas sociales u otro tipo de apoyos, como despensas, electrodomésticos o cualquier otra clase de artículos.
Para efectos de proceso, durante la etapa de vigencia que se inicia tres días antes de los comicios, está estrictamente prohibido para los partidos y actores políticos realizar actos de campaña y proselitismo; hacer propaganda electoral; realizar cualquier tipo de propaganda gubernamental, y difundir o publicar resultados de encuestas o sondeos de opinión sobre preferencias electorales.
Por lo anterior, también desde las cero horas y por fortuna, se dejaron de transmitir los spots o promocionales que los distintos contendientes utilizaron como apoyo a sus campañas en las estaciones de radio y televisión de todo el país, si bien en este intervalo se mantienen garantizadas la libertad de expresión y la libertad de prensa.
Es en este contexto que las dos fuerzas políticas que se disputan la presidencia de la República están entregando a última hora en millones de hogares sendos volantes impresos, en los que exponen sus principales argumentos para tratar de convencer de última hora a los votantes.
El hecho es relevante porque después de centenares de mítines, mensajes en todos los medios y en redes sociales, así como de declaraciones periodísticas, tanto Claudia Sheinbaum como Xóchitl Gálvez resumen en un breve texto sus propuestas a manera de misiva, a sabiendas que su mensaje incursionará en el seno familiar, donde muchas veces se pondera, discute y decide el sentido del voto.
En su folleto, la candidata oficialista Claudia Sheinbaum subraya que este 2 de junio “se decidirá si continua la histórica transformación iniciada por Andrés Manuel López Obrador y millones de mexicanos en el 2018, o si se regresa al régimen de corrupción y privilegios del pasado. Si votas por Morena, continuaremos y avanzaremos por el camino de la transformación”, enfatiza.
Al hacer un llamado a “Votar todo Morena”, asegura que “no les voy a fallar, pueden tener la certeza de que los principios de nuestro movimiento son y seguirán siendo mi guía: no mentir, no robar y nunca traicionar al pueblo”.
Y al enlistar su oferta electoral, Sheinbaum explica que votar todo por Morena “es votar por tus derechos, para que aumenten cada año las pensiones de los adultos mayores, las becas para niños, niñas, jóvenes y que el salario mínimo continue creciendo; es votar para que no regresen los gasolinazos, los aumentos a los precios de la luz y el gas, los incrementos de impuestos, las devaluaciones ni el endeudamiento del país; es seguir avanzando en los programas sociales: todas las mujeres de 60 a 64 años tendrán un apoyo como reconocimiento del trabajo que han hecho por sus familias, todos los pequeños tendrán una beca desde preescolar hasta secundaria sin acuden a escuelas públicas y habrá más trenes de pasajeros, carreteras, puertos, escuelas y hospitales, además que seguiremos fortaleciendo nuestra soberanía energética, el cuidado del medio ambiente, la democracia, el bienestar y las libertades”.
Por su parte, Xóchitl Gálvez inicia su mensaje al destacar que “los últimos seis años han sido complicados” y para sensibilizar a su destinatario, le dice: “Sé que por más que trabajas no te alcanza. Sé que extrañas salir a la calle con libertad, sin miedo. Sé que te han faltado las medicinas y la atención médica en los momentos más difíciles. Sé que te han dicho que quiero quitarte los programas sociales; ¡eso es una gran mentira! No solo se van a quedar, sino que los voy a aumentar para que nunca más te vuelva a faltar nada”.
Y subraya: “Con tu voto, seré Presidenta de México y me encargaré de devolverte la paz, la tranquilidad, la esperanza; brindándote el futuro que mereces”.
En su listado de compromisos, bajo la rúbrica de Por un México sin Miedo, Xóchitl ofrece: “Nuevo seguro popular, con caravanas de salud, atención dental, vacunación, médico en tu casa, cataratas y mastografías; Tarjeta Mi Salud, con acceso médico universal en hospitales y farmacias públicas y privadas; Tarjeta Mi Salud Mental, con atención psicológica y psiquiátrica a la familia; Tarjeta Mi Mexicana, con apoyo de 5 mil pesos mensuales a todas las mujeres vulnerables; Tarjeta Mis Datos, con entrega de tabletas a todos los niños y adolescentes estudiantes desde nivel básico hasta medio superior; Tarjeta 60+, con pensión para adultos mayores de 60 años en adelante; Pensión Universal, con herramientas que requieran personas con discapacidad; y Becas para todos, que incluye a estudiantes, jóvenes y artistas de México y en el extranjero que sí estudien y sí trabajen”.
Con esos volantes entregados casa por casa de última hora, es como en esta etapa de veda electoral que hoy inicia las dos principales aspirantes a la presidencia de la República exponen sus principales ofertas.
Para ellas, es su último llamado que ojalá pueda ser útil en este lapso de reflexión y que en realidad pueda servir para orientar y decidir de manera mejor razonada nuestro voto del próximo domingo.