Mexicano. Expertise mexicano se requirió para hacer el traslado del más grande mural de Fernando Botero –2.55 de alto por 9 metros de largo– de un centro comercial al Museo de Antioquia, en Colombia.
El mural, pintado en 1961 por el artista colombiano tras ganar un concurso para plasmar obra en lo que entonces era un banco, quedó en el olvido cerca del área de comida del edificio que hoy es centro comercial.
Para llevarlo al museo, el restaurador Jairo Mora trabajó por cuatro meses, con dos ayudantes, con el equipaje que adquirió bajo la tutoría del mexicano Rodolfo Vallín Magaña.
Ambos trabajaron en la remoción de murales en varias partes del mundo.
Esta semana, el mural dividido en dos partes voló en grúa y llegó a su nueva casa, a salvo, gracias a los buenos oficios que Mora aprendió de su maestro.
Vallín Magaña murió de un infarto el 7 de enero del año pasado, a los 76 de edad.