Por: Germán Campos Ramos
Un comando logró en diciembre del año pasado lo que para el enemigo francés fue imposible en 1862: penetrar el Fuerte de Guadalupe en Puebla y llevarse como botín tres sables y 36 piezas, entre monedas y medallas históricas relacionadas con la batalla del 5 de mayo, y cuyo paradero aún se desconoce.
El 27 de diciembre varios hombres ingresaron a las instalaciones del museo. Armados y cubiertos del rostro amagaron y ataron al guardia de seguridad en turno para extraer ilegalmente los objetos históricos de las vitrinas.
Una vez que salieron del recinto, el policía logró liberarse y comunicarse con sus compañeros del Centro del Instituto Nacional de Antropología e Historia de Puebla para pedir ayuda, sin embargo, los delincuentes escaparon pese a contar con un sistema de video seguridad.
En su momento, la autoridad federal clasificó este robo como un atentado contra el legado histórico del país.