Carlos Díaz lo ha visto casi todo muy de cerca.
Casi todo, porque el club de futbol poblano nació unos meses antes que él.
“El Puebla es el amor de mi vida”, dice.
Es hijo de don Joaquín Díaz Loredo, uno de los empresarios textileros españoles que se asociaron para fundar un club en la Angelópolis, donde residían, y llevaron a la nueva oncena a la Copa México el 7 de mayo de 1944.
Carlos Díaz celebra hoy con entusiasmo los 78 años de vida del Puebla.
Entrevistado por Crónica Puebla, el hombre de 77 años oyó y vio las discusiones, preocupaciones y también ilusión y aspiración de su padre, Alfonso Sobero, José Cobián y José Antonio Cuervo.
Ímpetu, inversión y una gran gestión.
“Casi todos ellos eran asturianos. Mi papá llegó al país a los 16 años, jugó futbol amateur y luego fue empresario. Con sus amigos, se iba a Ciudad de México a ver los partidos de futbol, apenas habían creado la Liga Profesional Mexicana, y eso les generó gran emoción y los animó a querer formar un equipo aquí en la ciudad. Empezaron por conseguir los terrenos para el estadio El Mirador, que ahora es el parque España”.
Ya con permisos, estadio e inversión, el siguiente paso fue definir colores y diseño del uniforme.
En un principio, dominó la afición de los socios por el Sporting de Gijón, equipo asturiano con mucha historia vestido en rojo y blanco.
Pero Las Chivas tenían esa identidad desde 1908.
Optaron por los colores dominantes del escudo de armas de la Angelópolis. “Y en sesión de Cabildo les autorizaron usar el diseño; ningún equipo había logrado eso”, cuanta Carlos Díaz.
Y tomaron de otro de sus clubes favoritos, el River Plate, la franja.
“A la franja le cambiaron el sentido de derecha a izquierda”.
Don Joaquín se mantuvo cercano a la institución siempre. Falleció en 1975.
Vivió los dos primeros títulos de copa en 1945 y 1953.
Dejó de ser inversionista en la primera desaparición del club, en 1957. Cuando el equipo regresó al máximo circuito en 1970, Díaz Loredo tuvo un lugar como presidente honorario.
Como su padre, Carlos no se separa del equipo. Dos momentos están en el top de su memoria con toda claridad:
“Yo nací en el 45, terminando la primera temporada del Puebla. Entonces, toda la vida he estado pegado, el partido más fregón que viví fue el segundo campeonato de Copa en el 53, también de lo que más recuerdo es el ascenso a Primera División en el 70, en ese entonces convivimos mucho con los jugadores, eran una familia, no como ahora que son casi intocables”
Como aficionado, estuvo con todo en la época del campeonísimo, igualmente en la penumbra del descenso. Carlos Díaz tiene confianza en que el cuadro dirigido por Nicolás Larcamón doblegue al Mazatlán.
“Espero que ganen, que levanten como deben de levantar, Larcamón es un tipo muy estudioso, joven con un ímpetu tremendo, todo mundo tiene derecho a caer en un bache, son humanos y debemos darle el derecho a levantarse. Hubo especulaciones en el juego anterior contra Mazatlán, pero no es justo que denigren el trabajo de Gabriel Caballero, aunque los equipos sean primos hermanos. Eso sí: si derrotan al Mazatlán, que nos manden a las aguiluchas”.
MAÑANA, LA OPORTUNIDAD
Los camoteros tiene en sus manos la posibilidad de clasificar a su cuarta Liguilla de forma consecutiva en el repechaje que disputarán en el estadio Cuauhtémoc ante Mazatlán a las 17:00 horas
PRIMERAS VECES
- El primer partido del Puebla fue ante Veracruz; perdió 5-1
- Jugador que anotó ese primer gol: Guadalupe Velázquez
- Inauguración del estadio en el Parque “El Mirador”: 21 de mayo de 1944
- Rival: Atlante, partido amistoso
- Primer juego de liga: 20 de agosto de 1944
- Rival: Atlas. Puebla ganó 5-2
- Primer gran goleador del club: Ricardo Changa Álvarez