El Ultraman es una de las pruebas más demandantes que hay en el mundo y la poblana Ana Gallardo lo terminará este domingo en Fresnillo, Zacatecas, esto para darle cerrojo a una verdadera aventura en la que se convirtió prepararse para llegar en las mejores condiciones.
Con un año de experiencia como triatleta, siempre quiso someterse a las ultradistancias, y como una verdadera valiente, se enfrentó a los retos físicos, alimentarios e incluso económicos que conlleva el enrolarse en esta competencia.
Por muchos años se dedicó al ciclismo de ruta, pero una frustración en una carrera, además de que vivir como aficionada el triatlón la hizo cambiar de deporte y ahora buscará seguir trascendiendo como triatleta.

RECORRIÓ EN BICICLETA LA ALTURA DEL EVEREST
Tenía 20 años de edad cuando un amigo la incitó a practicar el ciclismo y desde entonces nunca más se bajó de la bicicleta, iniciando de forma recreativa, pero llegando a competencias locales e incluso convirtiéndose en la primera en competir en el afamado Eversting.
“Empecé en el ciclismo como a los 20 años, con lo clásico, por el amigo que te invita a rodar y desde entonces nunca me volví a bajar de la bicicleta. Primero fue muy recreativo, pero después comencé a competir a nivel local, logré algunos podios y también hice el Everesting, una prueba virtual en la que debes rodar los kilómetros de altura del Everest en una rodada, me eché como 20 horas, fui la primera mexicana en hacerlo”, recordó.
Sin embargo, después de aproximadamente diez años de practicarlo, fue en una misma competencia que terminó por frustrarse y decepcionarse, aunado a que asistió como aficionada a un Iron Man, que es una desafiante prueba de triatlón, y ahí hizo match con este deporte.
“Al final me decidí por el triatlón porque el ciclismo es un deporte más de equipo, donde compañeros te van jalando al pelotón o te ayudan a que no gastes tanta energía, pero yo siempre competía sola y me ganaban los que iban en equipo.
Hasta que un día acompañé a mi novio a un medio Iron Man, fui de porra, y me di cuenta que era mi deporte”, señaló.
APRENDIÓ A NADAR Y CORRER DESDE CERO
Su primera prueba fue conocer nuevos deportes e iniciar de cero en la natación y el trote, aunque el respaldo físico que adquirió en la bicicleta le ayudó para tener una más rápida y mejor adaptación, a pesar de la diferencia de cada prueba.
“Aprendí a nadar desde cero, desde los dos años que no iba a clases de natación, también la carrera de cero, corría muy poquito y sin entrenamiento específico. Fui conociéndolo poco a poco y en las últimas semanas empecé con todo”, afirmó.
¿QUÉ ES EL ULTRAMAN?
Desde que se enroló en el triatlón, supo que su gran meta era correr un Ultraman, que es un formato dividido en tres días en los que deben nadar 10 kilómetros en aguas abiertas, hacer transición del agua a la bicicleta para rodar más de 400 kilómetros y el último día cerrar con un doble maratón, es decir, 84 kilómetros en carrera.
“Mi entrenamiento específico para este Ultraman empezó a finales de julio, aunque realmente ya llevo muchos años entrenando, porque es un hecho que este tipo de pruebas no la puedes preparar en dos meses. He hecho dos pruebas de 70.3 kilómetros, que es la cuarta parte de lo que es el Ultraman y eso me sirvió para tomar experiencia, aunque desde el principio quería correr las ultra distancias.
Todavía no he tomado idea de lo que estoy haciendo, tuve un entrenamiento muy rudo, de mucha distancia, pero nada que ver con lo que se está haciendo aquí en el Ultraman, en natación mi máximo había sido de 6 mil 200 metros, en carrera lo máximo que había hecho eran 51 kilómetros. Tengo un supercoach, un mexicano que fue campeón de Ultraman, tengo mucha fe en mi alimentación e hidratación, porque eso es 80% de tu competencia, aunque también ha sido un entrenamiento mental, he estado horas en la bicicleta y corriendo”, señaló.
EL ENTRENAMIENTO SE DISFRUTA MÁS QUE LA COMPETENCIA
Justo este domingo está transcurriendo el tercer día de su desgastante prueba y ya está llena de nostalgia sobre todo porque se acabó su primera vez preparando un Ultraman, una experiencia que supo disfrutar al máximo, a pesar de todo lo exigente que fue.
“Me puse triste cuando se acabó mi entrenamiento, cuando tuve mi última carrera y mi última rodada larga, porque nunca hay otra primera vez en la preparación de este tipo de pruebas, aunque decida hacer otro Ultra más adelante, no va a ser lo mismo, así que caí en un poco de nostalgia. Eso me ayudó a darme cuenta que cometemos el error de enfocarse sólo en las competencias, pero lo realmente valioso son los entrenamientos, el proceso, si no disfrutas los días que te llevaron al día de tu prueba, lo hiciste mal”, dijo.
“SOLO QUIERO DISFRUTARLO”
Una vez terminando su Ultraman, sabrá que su gran objetivo siempre fue disfrutarlo y no preocuparse por el cronómetro y romper alguna marca, ya que es consciente que, debido a lo demandante de la prueba, hay imponderables que ella no puede controlar como la reacción de su cuerpo.
“Sería muy arrogante decir que en cierto tiempo voy a hacer la prueba, porque con distancias tan largas nunca sabes cómo va a reaccionar el cuerpo. Por eso no tengo ningún objetivo de tiempo para hoy, entonces mis mayores preocupaciones es la alimentación, porque a veces, aunque quieras seguir alimentándote pues simplemente el cuerpo ya lo rechaza y eso podría terminar mi competencia, y lo otro es lo muscular porque podrás estar lo mejor preparada, pero si se truena un musculo pues se acabó, entonces lo único que quiero es acabarla”, apuntó.
‘VOY A QUERER OTRO ULTRAMAN’
Aunque el agotamiento físico y sobre todo mental la dejará sin ganas de, por ahora, repetir esta grandiosa experiencia, ella está consciente que al mismo tiempo le ayudará a regresarle esas ganas y sobre todo agallas de volver a hacer un Ultraman.
“Seguramente ahora que acabe el Ultra voy a decir que ni loca hago otro, pero eso me durará unas dos semanas y voy a querer empezar a preparar otro. Aunque un obstáculo es que durante la preparación no tienes una vida normal, ni con tu familia ni con tu pareja, mi novio me ha aguantado hasta lo que no, además de que es muchísima lana, se me salió de las manos”, finalizó.