Andrés Espinosa Ortiz es un policía dentro y fuera del ring, pues con más de 30 años como luchador y cerca de cumplir 27 como parte de la Policía Estatal de Puebla, le ha dado más de la mitad de su vida a los encordados con el personaje de Police Man, mientras que como uniformado, se ha puesto en riesgo en varias ocasiones con tal de salvaguardar la seguridad de los poblanos.
Police Man ha sabido dividir sus actividades entre los cuadriláteros y las patrullas, dos pasiones que han guiado su andar y con las que ha logrado hacer una larga carrera hasta convertirse ahora en maestro de nuevas generaciones.
PELÍCULAS DEL SANTO FUERON INSPIRACIÓN PARA SER LUCHADOR
Su camino en el pancracio comenzó gracias al impulso de su padre, pero sobre todo por la motivación que le generaban las películas de El Santo, el icónico personaje no solo de la lucha libre sino en la cultura del país.
Las visitas a la Arena Puebla y las cintas del Enmascarado de Plata lo animaron a entrar en este deporte, por lo que se acercó a su primer maestro, el gran Míster Ráfaga, quien le enseñó las bases.
“Mi gusto por el deporte me surge gracias a que mi papá me llevaba a la Arena Puebla y gracias también a las películas de El Santo, igual por todo lo que salía en los medios de ese entonces, lo que pasaban en la televisión. Después conocí a unos maestros de barrio para que me enseñaran, uno de ellos fue Míster Ráfaga, que estaba en la Arena Puebla y me inició en el ambiente de la lucha libre, estuve con él cómo año y medio y luego pasé con otros maestros como Sangre Guerrera y estuve en el ámbito amateur como cinco años, ese fue mi inicio de mi carrera para las luchas”, recordó.
Sus inicios no fueron fáciles, pues todavía siendo adolescente, sus maestros lo curtieron a la vieja usanza, en condiciones complicadas que le enseñaron técnica y el valorar las cosas.
“Nosotros entrenábamos en un cuarto vacío, sin cuerdas ni nada, había un tubo empotrado en la pared y nos servía para hacer movimientos luchísticos, en el suelo había una lona que cubría con llantas y calcetines usados que nos servirán de ring.
LOBO INFERNAL, SU PRIMER PERSONAJE
Si bien para muchos deportistas, su debut es de los momentos que más aprecian en su vida, para Police Man no le trae los mejores recuerdos, pues cuando hizo su presentación como luchador amateur bajo el personaje de Lobo Infernal, no tuvo la actuación que esperaba, aceptando que le faltaba preparación.
“No recuerdo bien el año de mi debut, pero fue por 1986 ó 1987, lo hice ya como Lobo Infernal en el Barrio de la Luz, me sentí nervioso, no estaba preparado, no fue lo que yo esperaba, no fue culpa mía de alguna manera sino de los que nos manejaban en ese entonces, pero no puedo culparlos del todo pues yo también decidí hacerlo”, comentó.
De esa experiencia aprendió que a la lucha libre se le tiene un respeto especial y sólo cuando se está realmente preparado se puede subir al ring, por lo que intensificó sus entrenamientos hasta que pudo hacer su debut profesional en la Arena Puebla, todavía bajo el nombre de Lobo Infernal.
“A raíz de estar con Míster Ráfaga me acerqué a Kalifa y a Danger, ellos fueron los que me empujaron para entrar a la Arena Puebla, que en ese entonces estaba el profesor Manuel Robles, quien nos abrió las puertas para poder entrenar”.
“Después de medio año se dio el debut en la Arena Puebla, yo siento que es lo mejor que me pudo haber pasado a nivel profesional, antes de debutar ya tenía licencia de luchador entonces fue como mi segundo paso,
en primera instancia la licencia, en segundo lugar, ya había sido entrar a la Arena Puebla a nivel profesional”, apuntó.
POLICÍA DESDE 1994
Mientras seguía creciendo en el ámbito luchístico como Lobo Infernal, gracias a su hermano se le abrió la posibilidad de ingresar a la Policía Estatal, en donde comenzó a prepararse en la academia para después ganarse un puesto como policía motorizado.
“A la Policía ingresé en 1994, yo ya luchaba en la Arena Puebla, pero los medios económicos no eran satisfactorios, no era rentable, ya tenía una hija, ya me había juntado, y se dio un acercamiento por parte de mi hermano que era policía estatal y me dijo que me metería, decidí ingresar a la Academia, hice mi curso de medio año, estuve medio año en servicio y después me pasaron a la Policía Motorizada. Luego me comisionaron al municipio de Puebla, en 1999 nos pasamos a la Policía Municipal y estuve en el agrupamiento de Centauros”, señaló.
EL CAMBIO A POLICE MAN
Su vida ya tomaba un rumbo claro, mientras se desarrollaba como policía, en su faceta de luchador, luego de varios años en la Arena Puebla, dio el salto a la Triple A y fue ahí cuando pudo tener contacto con Antonio Peña, uno de los mayores impulsores que ha tenido el pancracio mexicano en toda su historia.
El fundador de la ‘tres veces estelar’ le abrió las puertas de su empresa al gladiador poblano y le dio un giro total a su carrera en los encordados, pues lo convenció a cambiarse de personaje para convertirse en el hombre policía.
“Don Antonio Peña era una persona sencilla y carismática, en una ocasión me acerqué y me dijo que andaba buscando un personaje que se adapte a unos servidores públicos como bomberos, policías y agentes de tránsito, quería hacer una tercia que se llamara Los Guardianes del Orden, y aprovechando que yo era policía, pues me dio el personaje de Police Man, aunque en un principio estaba desilusionado de luchar como policía, en principio me daba mucha pena salir a la calle y que me conociera la gente”, relató.
SU VIDA HA ESTADO EN RIESGO
El personaje que en un principio tomó con recelo lo supo concebir como el gran impulso que necesitaba su carrera en los enlonados, pasando a ser policía dentro y fuera del ring, aunque ambas actividades tengan pocas coincidencias.
Cada una le generan a Police Man una adrenalina distinta, pues mientras que como luchador sabe que sus rivales buscarán derrotarlo, pero nunca con la intención de hacerle daño, en las calles sus oponentes son distintos, en su mayoría delincuentes a los que poco le importa cuántas vidas pongan en riesgo.
“Nada que ver una actividad con la otra, en la lucha libre todos somos compañeros, inclusive cuando estamos en la Arena Puebla o estamos en el gimnasio al subir al ring somos enemigos, hablando a nivel deportivo, sin querer lastimar a tu oponente, pero en la calle te encuentras a cada delincuente que no le interesa tu vida ni las terceras personas, incluso ni la de ellos mismos”, reconoció.
Esto lo ha llevado a exponer su integridad en varias ocasiones, aunque la que más recuerda fue en un atraco en que intervino para poder capturar al ladrón, una maniobra que le valió ganarse un reconocimiento.
“Recuerdo un atraco a transeúnte, yo era parte de los Centauros, escuché vía radio, acudí al lugar y sí logramos detener a la persona que iba armada, llevaba las pertenecías de la otra persona, y gracias a eso obtuve el Mérito al Honor, me dieron una medalla y gratificación económica”, indicó.
“SER POLICÍA ES GRATIFICANTE”
Sin embargo, a pesar de que continuamente pone su vida en riesgo, la labor de ser policía le dejó sensaciones gratificantes, desde ser partícipe en detenciones, hasta se reconocido por la gente, algo que ha logrado también gracias al apoyo de sus superiores.
“Estar en la policía es muy gratificante, he participado en algunos enfrentamientos y detenciones importantes, el hecho de patrullar, de que la gente te conozca, muy bonito que la gente te salude, pero esto es en mucho gracias al apoyo de mis comandantes y de mis jefes, se han portado buena onda en estos casi 27 años que los cumplo en noviembre, han sido duros, pero no difíciles, bonitos, arriesgados, pero con satisfacciones y reconocimientos”, declaró.
OCHO AÑOS DE BRILLAREN LA ARENA PUEBLA
Police Man se ha ganado un prestigio dentro de la lucha libre no sólo en Puebla, sino en el país, a base de esfuerzo y constancia, pues en su largo recorrido ha sabido trabajar en las dos empresas más grandes que hay en México.
Gracias al apoyo que le brindó Antonio Peña, Espinosa Ortiz se mantuvo ocho años en Triple A, pero luego del fallecimiento del promotor en 2006, aunado a una apretada agenda que lo tenía de viaje en viaje limitando su contacto con su familia, decidió volver a buscar la oportunidad de estar con el Consejo Mundial de Lucha Libre en la Arena Puebla, en donde ahora es una estrella.
“Estuve en Triple A como ocho años, la verdad es un deporte bonito, pero hay ocasiones que en cumpleaños de aniversario, de mis hijos, de mis padres o de algunos familiares, yo no estaba, porque luchaba todos los días y en ocasiones venia un día con mi familia y luego me iba varios días, porque tenía que estar en Oaxaca, Nuevo Laredo, Monterrey, y ese trajeteo ya me había cansado, no físicamente, pero sí emocionalmente”, dijo.
Su regreso al CMLL se dio de forma circunstancial, pues fue mientras degustaba una cemita cuando pudo tener contacto con Benjamín Mar, actual administrador de la Arena Puebla y allí pudo cerrar el trato.
“En una ocasión fui a comer una cemita y me encontré al señor Benjamín Mar, quien me invitó a regresar, me dijo que tenía las puertas abiertas, entonces opté por dar las gracias en Triple A por vía telefónica pues el licenciado Peña ya había fallecido, y la verdad es que, desde entonces, Benjamín me ha apo
yado mucho, él ha sido un apoyo en mi vida, me ha brindado su amistad, económicamente pues también me ha ayudado, en la Arena Puebla se gana bien y en lo personal me ha tratado bien. Ya tengo como otros 10 años estando ahí en las carteleras, ha sido gratificante”, comentó.
MAESTRO DE POLICÍAS Y LUCHADORES
Todo este bagaje le ha permitido convertirse en maestro para las nuevas generaciones tanto de luchadores como de policías, a quienes trata de compartirles su conocimiento y experiencia, pero también el valor de ambas labores.
Como profesor de pancracio, Police Man aprovecha los gimnasios de otros luchadores también de renombre para recibir a sus alumnos, a los que intenta impregnarles la esencia del deporte, la verdadera lucha libre.
“Tuve la satisfacción de tener algunos maestros que eran de verdad un nivel de entrenamiento drástico, lo que era la realidad de la lucha libre, no como ahora que solo es aéreo y demás, no ha evolucionado la lucha poblana por pseudoprofesores que honestamente no saben y sólo exprimen a los compañeros, es difícil encontrar un buen profesor de lucha libre porque muchos no lo hacen por gusto, sino por lucrar y eso denigra a la lucha libre. En Puebla sí hay futuro, pero los que empiecen a practicarlo que lo hagan con amor, siempre digo: cuando vengas es porque te gusta y no porque te obligan a hacerlo”, expuso.
Mientras que en la Policía Estatal, su labor se ha modificado, pues dejó el patrullaje y lo cambió por el gimnasio, en donde prepara a los elementos de seguridad con lucha olímpica y lucha grecorromana, para que puedan desarrollar mejor su trabajo en las calles.
“Yo trabajo en el gimnasio de la Policía Estatal, estoy impartiendo lucha olímpica y grecorromana, para hacer lucha libre no se presta el gimnasio porque hay un pequeño ring y no es profesional, así que hacemos trabajos a ras de lona, doy cardio o nos vamos al (Parque) Ecológico, mi labor es dar pláticas para la gente para ayudarles a mejorar su cuerpo”, señaló.
TENDRÁ SU PROPIA ACADEMIA DE LUCHA LIBRE
Si bien debido a la pandemia se ha desenganchado de la lucha libre por la suspensión de funciones, se mantiene cerca de la lona gracias a sus clases, las cuales imparte en el Gimnasio de Pegasso, otro destacado luchador de la ciudad quien también es policía.
“Estoy desenganchado del ambiente, no desilusionado porque aquí no se cierra el gimnasio y se guarda la distancia y todas las medias, entonces sí extraño las funciones, pero también estoy activo con las clases que doy cuando salgo de la Policía Estatal voy al gimnasio de mi amigo Pegasso y enseño a jóvenes que quieren ser luchadores en un horario de 7 a 9 de la noche de lunes a viernes”, declaró.
Sin embargo, en próximos días lanzará su academia bajo el nombre de Wrestling Academy Police Man, la cual abrirá sus puertas en la colonia Clavijero, y en la que pondrá todo su empeño para que él como maestro y sus alumnos, puedan tener un giro completo en su progreso.
“Vamos a dar un giro de 360 grados porque voy a abrir mi propio gimnasio y vamos a impartir los pocos conocimientos de lucha libre que tengo, lo vamos a llamar, como mi personaje es en inglés, Wrestling Academy Police Man, no vamos a estar saturados, pero sí contentos de este nuevo proyecto para ayudar a crecer a los nuevos talentos”, destacó.
Protector de la ciudadanía en las calles, pero rudísimo arriba del ring, Andrés Espinosa Ortiz es Police Man, el luchador que tiene lona y calle recorrida siempre portando un uniforme y una placa, los cuales le han dado sentido a su vida y que ahora en su etapa de sabiduría y madurez, intenta formar a los nuevos luchadores y los nuevos policías de la ciudad.