Con un festejo diferente, pero igual de especial, así será día de las madres para Mirelle Arciniega, jugadora del Puebla Femenil, quien a pesar de no poder celebrarlo como acostumbra debido a la cuarentena, encuentra en su hijo y su familia su mayor regalo.
La poblana de 27 años heredó el gusto por el futbol de su padre, quien la involucró desde muy pequeña en la escuela del Puebla en Chipilo, por lo que su andar siempre estuvo relacionado a La Franja hasta que se dio su debut como profesional en 2018.
Si el ser jugadora profesional ya representa un reto grande, el conjugar este rol con el de ser madre lo magnifica aún más, aunque Mirelle ha sabido empalmar ambas actividades y a su vez, con el ejemplo, le ha mostrado a su pequeño el valor de la responsabilidad, la disciplina y la constancia.
“El mayor reto es cumplir de buena manera las dos partes, creo que no he hecho mal la labor como madre y como jugadora profesional, pero es difícil a veces organizarme en los tiempos, el tener que cumplir en casa, actividades con mi hijo y luego con el futbol, pero creo que el dar buen ejemplo a mi hijo eso es un reto para mi bastante grande, el que vea que hay que ser responsable en la vida, disciplinado, constante para poder cumplir en esas dos cosas y él en las actividades que realice”.
El Día de la Madre significaba para ella salir a la calle para hacer diferentes actividades con su hijo, pero debido a la contingencia sanitaria que requiere de aislamiento, este domingo lo vivirá de diferente forma: “Ha sido un poco complicada (la cuarentena) ya que las actividades en mi vida normal son bastantes y no estoy en casa todo el día, pero ahora que sí lo estoy me hace convivir más con mi familia, con mi hijo y puedo hacer actividades que antes no hacía, entonces esta cuarentena ha traído cosas buenas y malas”. Arciniega además de jugadora y mamá también atiende una escuela de futbol.