ES RELATIVO
Guillermo Pacheco Pulido
Después de algunos comentarios sobre las guerras que se están sucediendo en algunos países, los amigos que sólo toman café (¿?) dijeron que mejor nos hablara Pedro, el reciente viajero de Francia, quien tomó un curso de ese idioma y asistió a conferencias sobre autores surgidos en lo que se llama el realismo literario.
Nos dio algunos nombres de obras, poetas y escritores de esa corriente estética. Así, señaló a:
Madame Bovary (Gustave Flaubert) Miau (Benito Pérez Galdós), Ana Karenina (León Tolstói), Papá Goriot (Honoré de Balzac) y Moby Dick (Herman Melville).
También citó a Rojo y negro (Henri Beyle), Crimen y castigo (Fiodor Dostoyevski), Las aventuras de Tom Sawyer (Mark Twain), Guerra y paz (León Tolstói) y No hay dicha en la tierra (del español Ramón de Campoamor).
Honoré de Balzac recoge bajo un sólo título su obra novelística que intitula La comedie humaine, nombre que toma del contenido de La divina comedia de Dante Alighieri.
Incluyó en ese volumen 95 obras completas y 48 inacabadas.
El realismo literario trata de reflejar la vida social, histórica; de retratar a la colectividad en sus actitudes, pensamientos, obras, opiniones en un momento y circunstancia; describir detalles y escenas que se dan en todo lugar de una convivencia humana.
Con este aspecto sobresale, así nos lo hizo notar nuestro comentarista, Balzac, inmenso novelista francés que también produjo cuentos cortos.
La vida de este autor no dejó de tener problemas; su familia carecía de medios económicos.
Su padre fue un campesino, quien lo inscribió en la escuela para que estudiara la carrera de abogado, misma que abandonó para iniciar su producción literaria en la que tuvo muchos fracasos.
Por ello, decía: “La gloria es un veneno que hay que tomar en pequeñas dosis.
Además, manifestó: “Bebo del éxito con la sed insaciable del que ha pasado por un sinfín de largas privaciones”.
En 1829 publicó la primera novela con su verdadero nombre; antes, usaba un seudónimo.
Escribía 15 horas diarias. Sus novelas. La piel de Zapa, Papá Goriot, Eugenia Grandet o El primo Pons lo convirtieron en el escritor de moda en París.
Balzac fue el creador o padre del realismo humano.
Este método incluye todo lo que sea realidad en la vida de un ser humano, de una sociedad. Desde el nacimiento, escuelas y estudios, medio económico, familias y amigos; también la moral, religión, pensamientos políticos y todo aquello que defina la personalidad, como ya lo señalamos.
Supo interpretar a la persona en lo individual y lo colectivo con nitidez y claridad; de ahí, la magnitud intelectual de su obra. Era un gran intelectual.
Cuentan que en una ocasión en que se encontraba en París, el naturalista Humboldt, que se sentía fascinado por la locura, le pidió a un amigo psiquiatra llamado Blanche que organizara una cena con un loco.
El médico aceptó y lo preparó todo.
El día de la cena, advirtió a Humboldt: comerá también con nosotros otra persona, un invitado muy especial.
En la cena, pues, se hallaban Blanche, Humboldt, un caballero impecablemente vestido, de mediana edad y muy silencioso, y otro con aspecto desaliñado que no paraba de contar las más inverosímiles anécdotas.
En un momento determinado, Blanche y Humboldt se levantaron de la mesa y este último aprovechó para darle las gracias al doctor, pues estaba fascinado por el comportamiento de aquel loco que no paraba de hablar.
“Pero, ¡¿qué dice, hombre de Dios?!”, replicó el anfitrión.
“Ese señor es el famoso escritor Honoré de Balzac. El loco es el otro, el que no habla…”.
El escritor no apagaba su espíritu romántico, a pesar de su natural y convencido realismo. Juan Ignacio Alonso nos dice que La comedia humana es un colosal proyecto inacabado, un desmesurado intento de retratar a la sociedad francesa que se contrapone con La divina comedia de Dante, “quien pretendía retratar la vida tras la muerte”.
El afrancesado amigo preguntó: ¿alguien ya escribió o estará escribiendo La comedia humana mexicana? Seguro, sería una gran obra.
Como anotación cultural que a lo mejor es criticada, expreso lo siguiente:
Que en México se escribió en el siglo XVI el Códice florentino, que el fraile español Bernardino de Sahagún hizo con intenciones de comprender la cultura indígena y documentar la riqueza de la civilización azteca, antes que se perdiera con la llamada conquista española.
La comedia humana de Balzac, en tanto, se escribió en el siglo XIX con objeto de reflejar las actividades de la población en Francia.
Hay algunas diferencias en esas obras, la francesa comprende a personajes ficticios, y el código, a personajes reales.
Creo que no deja de haber en ambas un realismo que obliga a considerarlas dentro de las obras literarias del realismo histórico.
Las dos tratan de capturar la esencia de una civilización y cultura, aunque difieran de su enfoque y función.
Esto es una opinión atrevida, pero hay que analizarla y despertar el interés por el diálogo y algo por la investigación.