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De manera casi inédita, la BUAP se prepara para una elección interna real, con la que renovará su Rectoría. Un proceso en el que los consensos y la fuerza de las 43 unidades académicas y administrativas serán definitorios en la competencia, en la que Lilia Cedillo Ramírez se perfila como la opción más elocuente, con el beneficio adicional que, sin ser antagonista, no representa la carta efectiva del actual rector. De confirmarse el escenario, sería la primera vez en la historia que una mujer esté al frente de la máxima casa de estudios, lo que no es poca cosa.
Con dos elementos medulares, la mesa quedó puesta este miércoles para el proceso de sucesión en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).
En sesión extraordinaria, por mayoría, el Consejo Universitario aprobó que prolongará su periodo –que se venció en marzo del año pasado– y que será el próximo rector o rectora quien convoque a su renovación.
También, que la elección para el Rectorado 2021-2025 será por voto electrónico.
Los dos hechos son trascendentales y perfilan el posible resultado de la elección que se prevé sea en octubre próximo.
La permanencia del actual Consejo, justificado por la pandemia ya que no pudo celebrarse la elección, y por las actuales circunstancias, favorecen al actual rector Alfonso Esparza Ortiz.
Todo éste es afín a él.
Así que tendrá participación activa.
Voz y votos.
Incluso, hay quienes lo verán manejando los hilos de su propia sucesión.
En tanto, el voto electrónico garantiza la continuidad del trabajo.
Una competencia real.
También con éste se debilita a grupos enquistados, como los Vélez.
A aspirantes como Guadalupe Grajales.
Que no tendrán ninguna posibilidad de ganar.
Porque sencillamente no tienen estructura entre las facultades y las escuelas.
Visto a la luz de estas decisiones que los universitarios tomaron este miércoles, se allana el camino para la llegada de Cedillo Ramírez.
La exdirectora del Centro de Detección Biomolecular sería la primera mujer en esa posición.
Pareciera ella tener los acuerdos y los respaldos requeridos.
Lo dejó ver en una carta en la que mostró el apoyo de las 43 Unidades Académicas y Unidades Administrativas.
Ella no es necesariamente antagónica al actual grupo de Esparza.
Por supuesto, tampoco es la carta del actual rector.
La trayectoria universitaria de Lilia Cedillo es impecable.
Fue acuñada a lo largo de casi 40 años y con un brillante andar en la BUAP.
Una académica histórica.
Muy respetada.
Eso la perfila también como una opción que garantice consensos y una transición alejada de sobresaltos.
Un elemento también salta como pregunta en varios universitarios:
¿Jugará algún papel la esposa del presidente Andrés Manuel López Obrador y profesora investigadora A de tiempo completo?
¿Representa Beatriz Gutiérrez Müller un voto de calidad?
¿Una opinión que genere comunión o disenso?
La mesa está puesta.
La sucesión en marcha, sobre la recta final.