Por: Mariana Flores
Mientras el gobernador Miguel Barbosa Huerta advirtió sobre un posible rebrote de coronavirus, el secretario de Salud, José Antonio Martínez García, señaló que la urgencióloga que volvió a dar positivo a COVID-19 tras superarlo será analizada por especialistas para saber si es reinfección o infección persistente, mientras que 66 trabajadores de la educación han fallecido por esta causa.
Barbosa Huerta, en su conferencia de prensa, advirtió que si la sociedad descuida las medidas de prevención podría verse de regreso a la etapa de confinamiento, esto previo a los festejos patrios.
“En México estamos en un proceso que ya pasaron otros países, que se sentían en condiciones de poder reactivar su vida de manera normal y allí está la respuesta (el rebrote). Cuidado con la vida que se da en las grandes ciudades, como en Puebla”, declaró.
REINFECTADA
La trabajadora diagnosticada con reinfección por COVID-19 podría ser analizado por científicos especialistas, indicó José Antonio Martínez. “En Vigilancia Epidemiológica estamos verificando si corresponde a la reinfección o a una infección persistente. Su caso está muy interesante”, explicó.
Sólo se sabe que se trata de una urgencióloga y que presentó síntomas menos intensos que en la primera ocasión. La dependencia informó que los contagios acumulados llegaron a31 mil 636 y 4 mil 18 muertes.
PROFESORES
De esos 4 mil 18 fallecimientos, 66 eran docentes, además, 590 trabajadores de la educación resultaron positivos a las pruebas de detección de coronavirus, 1.86 por ciento de los 31 mil 636 casos acumulados, informó Martínez García.
Sin embargo, Jaime García Roque, secretario de la Sec ción 51 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), señaló que ellos tienen registro de al menos 100 docentes, entre activos y jubilados, que fallecieron a consecuencia del virus.
“Ya hemos tenido reuniones con el secretario de Educación estatal, Melitón Lozano Pérez. Estamos buscando la mejor estrategia para ayudarle a los deudos”, dijo. Agregó que 56 de los fallecidos trabajaban como docentes, 37 eran intendentes y siete eran jubilados.