Jesús Peña
Cada día, en la capital poblana y zona conurbada 800 mil personas caminan para llegar a sus trabajos, casas, escuelas u otras actividades, las cuales son potenciales víctimas de conductores que no respetan al peatón; por eso el uso de cinemómetros era una buena idea.
Así lo consideró Octavio Flores Hidalgo, catedrático de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Popular Autónoma de Puebla (UPAEP), al recordar que la implementación de las fotomultas en el Periférico ayudó a reducir el exceso de velocidad y los accidentes.
“Como no puedes poner fotomultas en toda la ciudad, los cinemómetros eran una alternativa para que conductores locales y de otros estados pasen por un filtro de regulación. Pero (como la idea fue desechada) hay que buscar otras alternativas, implementar el paso 1×1, establecer claros límites de velocidad por espacios, como escuelas, que salven vidas”, dijo Flores Hidalgo.
En rueda de prensa, lamentó que esta estrategia anunciada por el ayuntamiento de Puebla haya sido descartada, lo cual atribuyó a dudas técnicas para su implementación, sin embargo dejó en claro que se debe apostar más por estos mecanismos tecnológicos, de forma eficiente y clara, pues no perjudican, sino que facilitan la vida urbana.
“Se necesita vigilar y sancionar a los conductores, evaluar si deben o no manejar, para generar cultura vial”, agregó.
Consideró que el automóvil se ha apropiado del espacio público, con evidente supremacía sobre el peatón –en gran parte por la importancia económica que tiene la industria automotriz–, a tal grado que los semáforos están diseñados para coartar el tránsito de quien va a pie, pues son para conducir al vehículo.
“Ni siquiera están sincronizados para manejar un flujo claro para el peatón, son insuficientes sus tiempos para permitir el cruce a personas de la tercera edad, niños y quienes van cargando su mandado. Se vuelve restrictivo el uso del espacio público para quien camina”, apuntó.
Agregó que en 2020, basado en información de Data México, 44.3% de los habitantes de Puebla se acostumbró a caminar como su medio de transporte, mientras que 41.7% utilizó el transporte público (camión, taxi, combi o colectivo).
Agregó que falta infraestructura que contribuya a un desplazamiento a pie más cómodo y señalética inclusiva.
“La banqueta contribuye a la socialización, a la sana convivencia, a encontrarse con conocidos y también para conocer personas”, precisó.
En ese sentido, Octavio Flores fue muy claro al señalar que los retos de planeación e inversión son grandes y puso como ejemplo colonias del sur de la Angelópolis, donde habitantes les han comentado su necesidad de banquetas para que sus niños lleguen a la escuela de forma segura y con los zapatos limpios.
RETOS
Infraestructura. Debe ser repensada en favor del caminante, pues no sólo los automóviles circulan en las calles
Movilidad inteligente. Urge utilizar más la tecnología para hacer convivir al peatón con el tránsito vehicular
Gestión de tránsito. En los puntos críticos es importante que haya monitoreo y tecnología que actúen en tiempo real
Seguridad vial. La gente a pie es más vulnerable a cuatro factores: falta de infraestructura, poca visibilidad, exceso de velocidad del conductor y automovilistas alcoholizados
Estacionamientos y articulación del transporte público
Homologación de criterios de Puebla capital con municipios de zona metropolitana